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Médicos Sin Fronteras admite 24 casos de acoso o abuso sexual en 2017

  • La organización recogió un total de 146 quejas en todo el mundo
  • La investigación se saldó con el despido de 19 personas

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Médicos sin Fronteras detectó en su seno 24 casos de acoso o abuso sexual durante 2017

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha admitido 24 casos de acoso o abusos sexuales en el seno de su organización a lo largo de 2017, que se saldaron con el despido de 19 personas. La polémica surge en mitad del escándalo sexual en el que se ha visto envuelta la organización británica Oxfam Internacional.

El organismo, fundado en París en 1971, ha explicado en un comunicado que recibió durante el pasado año un total de 146 quejas formales o avisos procedentes de sus 40.000 empleados en todo el mundo. "Estos casos incluyeron abusos de poder, discriminación, hostigamiento y otras formas de comportamiento inadecuado", ha apuntado la organización.

Del total, 40 correspondieron a "casos de abuso y/u hostigamiento", entre los cuales figuran 24 relativos a "acoso o abuso sexual". En dos de estas 24 denuncias, las víctimas eran personas ajenas a la organización, siendo pacientes o miembros de la comunidad asistida.

Las investigaciones abiertas por estos 24 casos de acoso o abuso sexual derivaron en el despido de 19 personas, mientras que el resto de trabajadores señalados recibieron "sanciones, advertencias o suspensiones", según el comunicado difundido este miércoles.

Médicos sin Fronteras no ha detallado dónde trabajan los empleados acusados, ni dónde se produjeron las denuncias. El objetivo, han asegurado, es tratar estos casos en la más estricta "confidencialidad" para proteger a las víctimas. "Uno de los principales desafíos para MSF es el de eliminar los obstáculos que encuentran las personas susceptibles de denunciar los abusos. Debemos esforzarnos aún más para sensibilizar acerca de cómo funcionan los mecanismos de denuncia", ha explicado la ONG.

Miedo al estigma social

La organización ha considerado que el bajo porcentaje de denuncias se debe al estigma que persigue a la persona que la presenta y a que en zonas de conflicto, como las que trabaja MSF, esta situación se recrudece.

"Normalmente no hay mecanismos de protección para las víctimas, el nivel de violencia generalizado es elevado, así como el de impunidad. Las poblaciones son además muy dependientes de la ayuda exterior" que brindan organismos internacionales como las ONG, ha indicado el organismo.

En este sentido, la organización ha subrayado que promueve "un entorno laboral libre de acoso y abuso" y "está plenamente comprometida a reforzar los mecanismos y procedimientos para prevenirlo y abordarlo". Esto pasa por "mejorar los canales de quejas en todos los niveles de la organización y apoyar a las víctimas y denunciantes", ha explicado.

MSF ha resaltado que no está dispuesta a "tolerar" un comportamiento "que explote la vulnerabilidad de otras personas o mediante el cual los empleados aprovechen su posición para obtener beneficios personales", al igual que tampoco consentirá comportamientos que "atenten contra la dignidad humana" ni "relaciones sexuales con menores".

Caso Oxfam

El anuncio de MSF llega después del escándalo que destapó la revista 'The Times', donde siete trabajadores de la misión que Oxfam desplegó en Haití en 2010 contrataron los servicios de prostitutas con el dinero de la organización. Nuevas informaciones han señalado también a los trabajadores de la ONG en Chad y esta misma semana se ha producido la detención del presidente de la organización, Juan Alberto Fuentes, por corrupción en Guatemala.

De momento, este escándalo ha propiciado la dimisión de la subdirectora de Oxfam, Penny Lawrence. Sin embargo, la ONG teme que pueda costarle también los fondos que recibe del Gobierno británico y de otros donantes del sector público, como la Unión Europea.