'Cocina Friki', las recetas de 'Harry Potter', 'Star Wars' o 'Juego de tronos'
- Un libro recoge las recetas no oficiales de las series y películas más populares
- Desde el zumo de calabaza de Harry Potter hasta los pastelitos de El Hobbit
MENU DEL DÍA:
ENTRANTES: Cereales llameantes de Avatar o Fideos de Dragón Blanco de Blade Runner
PRIMEROS: Estofado de hierbas de Star Wars o Estofado de setas de Minecraft
SEGUNDOS: Pastel de carne y bacón de Juego de tronos o Minibocadillos de las tierras altas de Outlander
POSTRES: Pastel de roca de Harry Potter o Pastelitos con semillas de El Hobbit
BEBIDAS: Daiquiri de plátano del Dr. Who o Agua de ENT de El señor de los anillos
PVP: ¡Este menú no tiene precio!
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Este es solo un ejemplo de los menús frikis que podéis elaborar inspirándoos en vuestras series favoritas gracias al libro Cocina Friki. Recetas no oficiales de Minecraft, Juego de tronos, Harry Potter, Twin Peaks ¡Y muchas más! (Lunwerg). Un apasionante y divertido libro repleto de imaginación que nos propone 50 recetas con las que sorprenderéis a vuestros invitados. Porque, aunque parezcan cosa de broma, todas son recetas auténticas.
La responsable del libro es la cocinera Cassandra Reeder, que lleva diez años juntando sus dos grandes pasiones, la cocina y las series en su página web sobre recetas sacadas del mundo de la ficción: http://www.geekychef.com/
Una forma original y divertida de cocinar, ya que todos los platos son muy sencillos de preparar. Son platos que se parecen en su presentación a los originales pero que no sacrifican el sabor de la buena comida.
Platos con los que sorprenderéis a vuestros amigos, aunque no sean frikis; y que son ideales para cumpleaños, fiestas o cualquier tipo de celebraciones.
Los tres mandamientos de la cocina friki
El respeto es lo principal en las recetas de Cassandra como expresa en sus tres mandamientos para la cocina Friki:
"1) Las recetas deben ser lo más exactas posibles para hacer justicia tanto a fans como a creadores.
2) Debo hacer todo lo que esté en mi mano para que sean fáciles. Nada de recurrir a métodos demasiado complicados y extraños o de usar ingredientes caros.
3) Debo intentar que el producto final sepa bien. O, si no tiene por qué saber bien, al menos debe ser comestible".
El menú ideal para fiestas y celebraciones
Por ejemplo, un menú ideal para una fiesta empezaría con el Agua de ENT de El señor de los anillos, que aparece por primera vez en Las dos Torres. Un líquido que Merry y Pippin degustan con avidez y que les hace crecer varios centímetros por encima de la estatura media de los Hobbits. Una bebida muy suave a base de jarabe de arce, zumo de limón, té verde y menta (Para saber las recetas completas tendréis que leer el libro).
Seguiríamos con el Zumo de Jawa, de Star Wars, que aparece en el Episodio II: El ataque de los clones, cuando una camarera androide se la ofrece a Obi-Wan Kenobi. Su ingrediente principal es la cerveza, así que luego no cojáis el Halcón Milenario para volver a casa. O que conduzca Chewbacca.
Un buen entrante serían los Fideos de Dragón Blanco de Blade Runner que Deckar degustaba en el restaurante White Dragon y cuyo ingrediente fundamental son los fideos de soba con un toque de Sake.
Como plato principal tendríamos el Pastel de carne y bacon de Juego de tronos, que aparece tras la muerte de Eddard Stark, cuando Jon Nieve intenta escalar el muro para unirse a Robb Stark. Entonces le encargan al cocinero jefe de Invernalia que les haga un pastel de carne y beicon. Estofado de carne, vino tinto y el aceite de oliva hacen de este plato uno de los más sabrosos. Pero si os invitan a probarlo en una Boda roja declinad cortésmente la invitación.
Y los millones de fans de Harry Potter se pirrarán por el el postre, el Pastel de roca, que Hagrid cocina y que es demasiado duro para la mandíbula humana. Pero la versión del libro es más blandita. Harina, levadura huevo, frutas secas, leche y azúcar son sus principales ingredientes.
Así que ya sabéis, los frikis de las series, las películas y los videojuegos ya no tenéis excusa para no cocinar, porque puede ser igual de divertido que ver un capítulo de una de vuestras series favoritas.