De Guindos, sobre su nombramiento para el BCE: "La señal que se va a dar con mi dimisión es de independencia"
- Dice que no hay "ninguna contrapartida" por el apoyo que ha recibido de Alemania
Luis de Guindos ha rechazado las críticas que advierten que su nombramiento como próximo vicepresidente del BCE compromete la independencia del poder político del organismo emisor de la zona euro, que es considerada una de sus principales características. Según el todavía ministro de Economía español, "la señal que se va a pasar con el tema de mi dimisión pondrá claramente de manifiesto la importancia que yo siempre he dado a la independencia".
Además, ha reiterado que "no ha habido ningún tipo de contrapartida" por el apoyo recibido desde Alemania a su candidatura, tal y como se ha apuntado desde varias instituciones y medios de comunicación, que mencionan el compromiso de España a apoyar a un alemán como próximo presidente del BCE para sustituir al italiano Mario Draghi cuando acabe su mandato el año que viene.
"Todo es bastante subjetivo" en el debate sobre la independencia política
Sobre su independencia de los políticos, De Guindos ha recordado que él estaba considerado como "el tecnócrata del Gobierno" y ha insistido en que es "un economista que ha trabajado en política", pero que su formación "es principalmente económica".
"No me he presentado ninguna vez a ninguna lista electoral... y ahora, soy el político. Pues bien. Yo creo que, seguramente, ni una cosa ni la otra", ha continuado De Guindos, quien ha añadido que en el debate de "independiente-no independiente, si uno está políticamente contaminado o no, todo es bastantes subjetivo".
Así, en la rueda de prensa posterior al que ha sido su último consejo de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, ha señalado que "fueron los políticos los que otorgaron la independencia a los bancos centrales. Si la independencia sólo la hubieran defendido los banqueros centrales, seguramente los bancos centrales no serían independientes".
De Guindos ha resaltado la importancia de que España recupere el puesto en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo que perdió en 2012. "Siempre me han oído decir que teníamos que recuperar rápidamente el puesto en el BCE, a lo mejor porque para mí fue un trauma la pérdida de esta posición en 2012. Había una especie de acuerdo de caballeros que se rompió en ese momento, y volver al BCE era la prioridad de España", ha recordado.
Defiende la "normalización" de la política monetaria de la eurozona
El ministro ha negado discrepancias con el presidente del Gobierno sobre su salida del gabinete y asegura que está "completamente alineado" con Mariano Rajoy.
"Mi dimisión tendrá lugar en los próximos días, no va a ser cuestión de un mes", ha reiterado De Guindos, que ha indicado que no sabe quién va a ser su "sucesor o sucesora" ni tampoco ha aconsejado al presidente, "porque no soy quien para dar asesoramiento".
Preguntado sobre las cuestiones monetarias de las que se ocupará en los próximos años, De Guindos ha defendido que "la normalización [de la política monetaria] tiene que ir acompasada con la recuperación económica, es decir, tiene que ir, de alguna forma, en paralelo".
A juicio del próximo vicepresidente del BCE, "las medidas extraordinarias de política monetaria eran para tiempo extraordinarios con circunstancias extraordinarias. Los tipos reales en Europa están más cerca de cero por cuestiones tecnológicas, demográficas, etc. Si conseguimos una inflación del 2%, eso implicará que los tipos de interés nominales van a estar bajos. Si tienes tipos nominales muy reducidos, la posibilidad de aplicar medidas convencionales es limitada, y eso puede hacer que las políticas no convencionales dejen de ser no convencionales y empiecen a ser más usuales".