La excúpula de Catalunya Caixa declara que el Banco de España conocía las operaciones presuntamente irregulares
- Los exdirectivos, en el banquillo por un agujero patrimonial de 720 millones
- Narcís Serra: "He entrado muy tranquilo y salgo aún más tranquilo"
El expresidente de Catalunya Caixa Narcís Serra y el resto de investigados por el presunto agujero de 720 millones de euros ocasionado en la entidad, que han declarado este martes en la Audiencia Nacional, han señalado al Banco de España como conocedor de las operaciones al estar al tanto de todo. La excúpula de esta entidad financiera se sienta en el banquillo por este supuesto perjuicio causado mediante operaciones inmobiliarias presuntamente irregulares entre 2000 y 2013.
Además del exvicepresidente del Gobierno han comparecido los ex directores generales de la caja Adolf Todó y José María Loza, que según han indicado fuentes jurídicas han apuntado al Banco de España, conocedor tanto de las operaciones inmobiliarias llevadas a cabo entre los años 2001 y 2007 como del cambio de modelo de negocio posterior a 2008.
Asimismo, han asegurado que el proceso para aprobar dichas operaciones cumplió en todo momento la normativa; prueba de ello, han añadido, es que se hicieron, con éxito, unas 600 o 700.
A su salida de la sede judicial, donde ha declarado durante una hora y diez minutos por el perjuicio causado a la entidad mediante operaciones inmobiliarias supuestamente irregulares entre 2000 y 2013, Serra se ha dirigido a los periodistas y ha asegurado que ha entrado "muy tranquilo" y que salía "aún más tranquilo", convencido de que "todo acabará bien".
Los tres investigados han relatado que nadie podía esperar el desplome de los mercados y han recordado que incluso en 2008 se hablaba de brotes verdes; en su opinión, el agujero patrimonial también obedece al poco valor por el que se vendieron a la Sareb los activos tóxicos de la entidad.
Los exdirectivos también han dicho, siempre según fuentes presentes en el interrogatorio, que el Banco de España y el FROB estaban también al corriente y aprobaron la sustitución de Loza por Todó, que se produjo en febrero de 2008.
Compra de terrenos no urbanizables
Narcís Serra, que fue vicepresidente del Gobierno con Felipe González entre 1991 y 1995, llegó a la presidencia de Catalunya Caixa diez años después de dejar la política, tras unos años centrado en el sector privado, como consejero de las filiales de Telefónica en Brasil y Chile.
En 2005 se puso al frente de Catalunya Caixa, fruto de la fusión de Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona, entidad que recibió un total de 13.221 millones de euros en ayudas públicas. Tras su venta a BBVA, el Estado perdió más de 11.500 millones de euros.
La causa investiga una serie de operaciones inmobiliarias efectuadas entre los años 2000 y 2013, en las que la caja entró con una participación de aproximadamente el 50% junto con otros socios, y que posteriormente instrumentalizó a través de su filial Promotora Catalunya Mediterránea (Procam).
Catalunya Caixa desarrolló una intensiva y creciente actividad inversora entre 2000 y 2007 en proyectos que, finalmente, no se pudieron realizar. El ministerio público cita como posibles irregularidades la compra de terrenos no urbanizables en España, Polonia y Portugal, incluso afectados por resoluciones legislativas que los calificaban de especial interés, lo que suponía "un riesgo en la inversión".
"En la mayoría de los casos", dice la Fiscalía, "el aval y la fiabilidad" de los proyectos únicamente se basaba en "las manifestaciones de los socios inmobiliarios copartícipes de las inversiones" sin que hubiera "previos informes externos independientes al proyecto y sin realizar exhaustivos aspectos tales como la solvencia y capacidad de los asociados".
El FROB presentó una denuncia y la entidad acabó siendo nacionalizada en 2011 por el presunto perjuicio que estas decisiones causaron, dejando un agujero de más de 900 millones de euros, debida en parte a la "absoluta falta de preparación técnica" del equipo directivo.