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Guerra en Siria

Rusia niega su implicación en la masacre de Guta oriental mientras prosiguen los bombardeos

  • "Las acusaciones son infundadas", ha asegurado el portavoz del Kremlin
  • Al menos 38 personas más han muerto este miércoles, 310 desde el domingo

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Las bombas siguen cayendo sobre el feudo opositor de Guta Oriental, en Siria

Rusia ha rechazado las acusaciones sobre la supuesta participación de sus aviones en los bombardeos contra la región siria de Guta oriental, principal feudo opositor en las afueras de Damasco, en los que este miércoles han fallecido otras 38 personas, por lo que el balance de muertes supera ya las 300 desde el pasado domingo.

Tanto Estados Unidos como el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización no gubernamental con sede en Londres que monitoriza el conflicto sirio, han culpado de los ataques a aviones sirios y rusos, aunque ninguna otra fuente ha confirmado la procedencia de los aviones.

"Estas acusaciones son infundadas. No se entiende en qué se basan. No aportan ningún dato concreto. No estamos de acuerdo con ellas", ha declarado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la prensa. Al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha denunciado "provocaciones armadas" por parte del Frente al Nusra, el grupo armado yihadista que se ha hecho fuerte en Guta oriental.

Mientras tanto, los bombardeos continúan y la cifra de muertos sigue en aumento: este martes, al menos 38 personas, entre ellas cuatro menores, han muerto y centenares han resultado heridas por los ataques aéreos en distintas zonas de Guta Oriental, según el recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Preámbulo para una ofensiva terrestre

Los fallecidos han perdido la vida por el lanzamiento desde helicópteros de barriles de explosivos en las localidades de Kafr Batna, Madira, Hamuriya y Zamalka y por bombardeos de aviones de combate en Yisrin, Ain Tarma, Mesraba y Arbín, así como por el disparo de cohetes de tipo tierra-tierra en Mesraba y Madira. Según Reuters, que cita a un comandante de las fuerzas pro-Asad, los ataques son "bombardeos preliminares" antes de iniciar una ofensiva terrestre.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha vuelto a acusar de esos ataques a la aviación siria y rusa, así como a la artillería de las fuerzas gubernamentales. Según su balance, desde el domingo han perecido al menos 310 personas, entre ellas 72 menores, y 1.550 han resultado heridas en la ofensiva aérea.

Esperamos nuestro turno para morir. Es lo único que puedo decir

"Esperamos nuestro turno para morir. Es lo único que puedo decir", ha declarado a Reuters Bilal Abu Salah, de 22 años, en Duma, la mayor ciudad de la región, junto a su esposa, embarazada de cinco meses. "Casi toda la gente vive ya en refugios, finco o seis familias en una misma casa. No hay comida ni tiendas", añade.

Por su parte,  la oposición armada dispara morteros contra los barrios de Damasco cercanos a Guta. Seis personas murieron el martes y dos han resultado heridas este miércoles, según los medios estatales sirios, como consecuencia de esos disparos.

"Lluvia de bombas" sobre el reducto rebelde de Guta

La ONU vuelve a pedir una tregua humanitaria

Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha vuelto a pedir una "suspensión inmediata" de las hostilidades en la zona, recalcando que el mundo no puede permitir que esta "tragedia humana" continúe. A principios de este mes, la ONU ya idió una pausa humanitaria de al menos 30 días para poder asistir a cientos de miles de sirios en zonas asediadas o de difícil acceso y para evacuar a enfermos y heridos.

Estoy profundamente entristecido por el sufrimiento de la población civil en Guta Oriental

"Estoy profundamente entristecido por el sufrimiento de la población civil en Guta Oriental. 400.000 personas viven en el infierno en la tierra", ha señalado Guterres ante el Consejo de Seguridad, que lleva días negociando una posible resolución para decretar una tregua humanitaria de un mes en toda Siria.

El responsable de la ONU ha comentado que apoya plenamente ese esfuerzo, pero considera que "Guta Oriental no puede esperar". Así, ha explicado que la suspensión de los combates debería permitir la entrada de ayuda humanitaria en la zona, la evacuación de unas 700 personas que necesitan tratamiento urgente que no pueden recibir allí y la atención médica sobre el terreno de heridos y enfermos.

"Esta es una tragedia humana desarrollándose delante de nuestros ojos y creo que no podemos dejar que las cosas sigan de esta forma horrible", ha insistido. La ONU calcula que unas 400.000 personas residen atrapadas por el asedio en Guta Oriental, cercado por las fuerzas gubernamentales sirias.