El Monasterio de Sijena expone las 44 obras incautadas al Museo de Lleida hace dos meses
- Entre ellas se encuentran tres sepulcros del siglo XV únicos en el mundo
- El gobierno autonómico presentará un plan de restauración el próximo 4 de abril
El Monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca) ha reabierto sus puertas para mostrar al público las 44 piezas que permanecían depositadas en el museo diocesano de Lleida y que fueron recuperadas el pasado 11 de diciembre por orden del Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Huesca.
El acto de inauguración ha contado con la presencia del Presidente de Aragón, Javier Lambán, y la consejera de Educación y Cultura, Mayte Pérez, quienes han sido los primeros en asistir a las visitas guiadas al monasterio, que ahora aguarda la devolución de las pinturas románicas de su sala capitular.
Lambán ha informado de que se está elaborando un plan director del monasterio, encargado al equipo de arquitectos Pemán y Franco y ligado a un nuevo discurso expositivo. Este plan, que se presentará el próximo 4 de abril, incluirá diversas fases de intervención en el monasterio, su consolidación y restauración y supondrá recuperar el Palacio de doña Sancha para la muestra del patrimonio artístico de Sijena.
El Ejecutivo autonómico ha invertido medio millón de euros en rehabilitar los antiguos dormitorios y la sala capitular del monasterio de Sijena, que se encuentran "en perfectas condiciones".
Entre las piezas expuestas se pueden contemplar tres cajas sepulcrales, otras tantas pinturas sobre tabla, la predela del retablo de la Piedad, una talla y pintura sobre madera del remate superior de la Piedad y el alabastro del retablo de Santa Ana. En las vitrinas cerradas se exhiben dos alabastros de Joly. En la pared frontal, junto a las puertas del Palacio Prioral, un óleo sobre lienzo. Y en los muebles compactos, tres óleos sobre lienzo, entre otras.
Piezas de más de cinco siglos de antiguedad
En total 44 piezas entre las que destacan sepulcros del siglo XV únicos en el mundo, esculturas de alabastro de Gabriel Joly o tablas policromadas con más de tres siglos de antigüedad son parte de la historia de Aragón que guardaba el Monasterio de Sijena y fueron vendidos a Cataluña y que, ahora, vuelven a su lugar de origen.
El conflicto se remonta a los años 80 y 90 del siglo pasado, cuando las hermanas sanjuanistas de la Orden de Malta, propietarias del cenobio, vendieron 97 obras de arte religioso del Monasterio de Sijena a la Generalitat de Cataluña.
La Generalitat entregó en julio de 2016 una parte de esos objetos y el pasado 11 de diciembre finalizó la devolución de las 44 piezas, en cumplimiento de la providencia del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Huesca.