El presidente de Nigeria tilda de desastre nacional el nuevo secuestro de niñas por parte de Boko Haram
- Las informaciones indican que se trataría de entre 48 y 105 menores
- Las estudiantes pertenecían a un instituto femenino en el noroeste del país
- El máximo mandatario nigeriano ha prometido su rescate
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, tildó hoy de "desastre nacional" el secuestro de varias decenas de estudiantes en un ataque de Boko Haram a un instituto femenino en el noroeste del país el pasado lunes, y ha prometido su rescate.
"Es un desastre nacional", ha comentado Buhari en un comunicado hecho público hoy por su portavoz, Garba Shehu, en el que lamenta que esto haya podido ocurrir y comparte el dolor de las familias.
El grupo yihadista Boko Haram atacó el lunes un instituto femenino en el pueblo de Dapchi, provocando la huida de cientos de estudiantes y profesores. Por ahora, el número de chicas desaparecidas y su localización sigue sin aclararse y las informaciones que hay indican que se trataría de entre 48 y 105 menores.
El comandante de la policía Abdulmaliki Sunmonu ha rechazado hacer comentarios sobre la situación, mientras que el gobernador de Yobe, el estado donde se encuentra Dapchi, ha asegurado que no han rescatado aún a ninguna de las desaparecidas.
Tropas y vigilancia aérea
El presidente ha informado de que va a mandar más tropas al área y a enviar vigilancia aérea para conseguir que las muchachas vuelvan a casa seguras y los atacantes "sean arrestados y se haga justicia".
Por su parte, la directora regional de Unicef, Marie-Pierre Poirier, ha condenado en un comunicado el ataque y ha mostrado su "profunda preocupación" por estos actos de violencia y la desaparición de las chicas.
Desde que se produjo el ataque, hay posiciones enfrentadas y cambiantes entre la Policía y el Gobierno sobre si las estudiantes han sido o no secuestradas por Boko Haram y tampoco hay datos fiables sobre el número de niñas que siguen desaparecidas.
Cuarto aniversario del secuestro de 200 niñas
Este hecho se produce a sólo dos meses de que se cumplan cuatro años del secuestro de más de 200 estudiantes en otro colegio en Chibok, en el estado vecino de Borno. Más de cien de esas niñas secuestradas en abril de 2014 han sido liberadas, pero 112 permanecen aún en cautiverio.
Nigeria ha visto incrementado el número de ataques suicidas en los últimos meses, pese a que los terroristas han perdido presencia en algunos de sus territorios tras operaciones exitosas llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad. En represalia, los yihadistas han adaptado sus ataques a sitios considerados como puntos débiles, como lugares de oración, escuelas y campamentos de refugiados.
Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Más de 20.000 personas han muerto desde el comienzo de la insurgencia yihadista en la zona en 2009. Además, alrededor de 1,6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y 4,7 millones necesitan asistencia alimentaria urgentemente, según cifras de la ONU.