El consumo privado mantuvo el crecimiento del 3,1% en 2017 y compensó el freno del sector exterior a final de año
- El PIB español se incrementó un 0,7% entre octubre y diciembre, según el INE
- Al cierre del año, el empleo creció un 2,9% respecto al que había un año antes
- El conjunto del PIB sumó 1,16 billones de euros
- El sector servicios generó dos tercios de esa riqueza, mantenida por el consumo de los hogares
La fortaleza del consumo de los hogares y la inversión hizo que la economía española cerrara 2017 con un crecimiento del 3,1%, y eso a pesar del frenazo del sector exterior -especialmente de las importaciones- que se registró en el último trimestre del año.
Aunque el avance anual del PIB superó el 3% por tercer año consecutivo, el dato de 2017 refleja cierta desaceleración frente al 3,3% de 2016 y el 3,4% de 2015.
Según los datos detallados de la contabilidad nacional publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el producto interior bruto creció un 0,7% en el cuarto trimestre, lo mismo que avanzó en el trimestre anterior, pero inferior a los incrementos del primer y segundo trimestres del año (0,8% y 0,9%, respectivamente).
Los indicadores de cierre del año coinciden con las estimaciones publicadas el pasado 30 de enero.
Mucho más gasto público e inversión en bienes de equipo
Dentro del crecimiento del cuarto trimestre, la demanda interna aportó 3,2 puntos, dos décimas más que en el tercer trimestre. Esas dos décimas de más sirvieron para compensar la caída de la demanda externa, que pasó de aportar 0,1 puntos en el tercer trimestre a restar 0,1 puntos entre octubre y diciembre.
Si se analizan los componentes de la demanda nacional, el gasto de los hogares creció un 2,5% interanual, una décima más que la registrada en el tercer trimestre, mientras que el gasto de las Administraciones Públicas subió un 2,4%, un punto por encima del dato del trimestre precedente.
La inversión registró un crecimiento del 5,6% interanual, tasa similar a la del trimestre anterior. Dentro de ese apartado, la de construcción ralentizó en tres décimas su crecimiento -al pasar del 5,1% al 4,8%-, "como consecuencia del comportamiento agregado de la inversión en vivienda y de la inversión en ingeniería civil y otras construcciones". Mientras, la inversión en bienes de equipo se disparó un 7,9% interanual en el cuarto trimestre, frente al 6,8% del trimestre anterior.
Frenazo de las exportaciones e importaciones
En cuanto a la demanda externa, las exportaciones crecieron un 4,4% en el cuarto trimestre en comparación a un año antes, pero ese ritmo es mucho menor al interanual que tenían en el tercer trimestre (5,6%), debido a la ralentización en todos sus componentes, sobre todo, en la exportación de servicios no turísticos y en el gasto de los no residentes.
Lo mismo ocurrió con las importaciones, que crecieron un 5,2% interanual, por debajo del incremento del 5,9% registrado en el trimestre previo. Esa ralentización está causada, sobre todo, por la reducción de la compra de servicios no turísticos y el fuerte frenazo en el gasto en el exterior de los residentes en España.
Se mantiene el ritmo en servicios y se acelera en industria y construcción
Desde la óptica de la oferta, los indicadore del INE muestran la reducción del crecimiento del valor añadido aportado por los sectores primarios (agricultura, ganadería y pesca, con un avance interanual del 2%, la mitad del 4,2% del tercer trimestre), el mantenimiento del ritmo en los servicios (2,5%) y la aceleración del avance en industria y construcción (con incrementos del 4,6% y 5,4%, respectivamente, más de medio punto superiores a los del trimestre precedente).
Dentro del sector servicios, se ralentizó el crecimiento del valor añadido generado por comercio, transporte y hostelería, información y comunicaciones, finanzas y de seguros, y actividades profesionales.
Los servicios inmobiliarios mantuvieron su avance, mientras que aumentó el ritmo en la administración pública, sanidad y educación, así como en actividades artísticas y de ocio.
El empleo creció un 2,9%
En cuanto al empleo, el cierre del año había aumentado un 2,9% en comparación a un año antes, lo que equivale aproximadamente a un incremento de 506.000 puestos de trabajo a tiempo completo.
Este comportamiento, junto a la variación registrada en la jornada media, derivó en un crecimiento de las horas efectivamente trabajadas del 1,9% respecto a las de un año antes.
Según el INE, la generación interanual de empleo se ralentizó respecto al trimestre previo en industria y agricultura (3,2% frente al 3,3% en industria y 2% frente a 3,4% en sectores primarios).
Por el contrario, la construcción aumentó su crecimiento interanual desde el 4,7% al 6,6%. Finalmente, los servicios mantuvieron su crecimiento internanual en el 2,6%.
Los beneficios empresariales crecieron más rápido que los salarios
Sobre la distribución de las rentas, el INE señala que la remuneración de los asalariados se incrementó un 3,5% interanual en el cuarto trimestre (una décima más que en el tercer trimestre).
Sin embargo, ese incremento no se debió a una subida de la remuneración media por empleado (que avanzó un 0,2% interanual al cierre del año, por debajo del 0,3% que registraba en el tercer trimestre), sino que es consecuencia del incremento del número de asalariados (un 3,3% más que un año antes).
De esta manera, el coste laboral por unidad de producto (CLU) no registró ninguna variación.
Por último, los beneficios empresariales aceleraron su crecimiento interanual en el último trimestre, al pasar del 4,8% del tercer trimestre al 5,2% en el cierre del año.
Un PIB de 1,16 billones, basado en servicios y dependiente del consumo de hogares
Con los resultados de los cuatro trimestres del año, el PIB de España a precios corrientes alcanzó 1.163.662 millones de euros (1,16 billones de euros) al cierre de 2017, lo que supone un 4% más en términos nominales y un 3,1% más en términos de volumen que en el año 2016.
Casi el 57% del PIB corresponde a la aportación del consumo de los hogares (659.274 millones de euros), mientras que la inversión aporta el 20,5% (239.176 millones) y el gasto público, un 18,5% (214.835 millones). El sector exterior contribuyó a la economía española con 31.032 millones, el 2,6% del total.
En cuanto a la oferta de valor añadido, la mayor aportación llegó del sector servicios, que produjo los dos tercios de la riqueza de España (el 66,44% del PIB, con 773.182 millones de euros). Muy por detrás quedaron la industria (el 16,4%, con 190.812 millones), la construcción (5,2%, con 60.704 millones) y sector primario (2,6%, con 30.165 millones).