Greenpeace pide que se reduzca un 50% el consumo de carne y lácteos antes de 2050
- Argumenta que afecta a la contaminación, el cambio climático, la salud...
- La ganadería emite los mismos gases de efecto invernadero que el transporte
- La superficie usada para alimentar al ganado ocupa ya un 26% del planeta
Greenpeace propone que la producción y el consumo mundial de carne y lácteos se reduzca a la mitad para 2050 porque afecta a la contaminación, el gasto de agua, el cambio climático, la deforestación, la biodiversidad y la salud de las personas.
Así lo recoge Greenpeace en su informe Menos es más. Reducir la producción y consumo de carne y lácteos para una vida y planeta más saludable, que trata por primera vez “de forma sistémica” estos sectores teniendo en cuenta que la ganadería emite los mismos gases de efecto invernadero que el transporte en todo el mundo.
La organización señala que si no se controla la producción y el consumo de carne y lácteos “se producirán efectos drásticos y peligrosos” para el cambio climático, se incumplirá el Acuerdo de París y se llegará a un escenario en que el sector agrícola producirá el 52% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en las próximas décadas, de las que el 70% provendrá de la producción de carne y los lácteos.
Greenpeace indica que la Tierra ha perdido la mitad de su vida silvestre desde 1970, pero ha triplicado el número de animales para la producción de alimentos y la superficie total utilizada para alimentar al ganado ocupa ya un 26% de la superficie terrestre del planeta.
El informe también refleja que el aumento de la producción y consumo de carne están detrás de “una crisis de salud latente” a escala mundial, puesto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha relacionado el elevado consumo de carne roja con el cáncer, las enfermedades cardíacas, la obesidad y la diabetes.
Resistencia a los antibióticos
“Millones de vidas podrían salvarse cada año si las personas tuvieran acceso a una dieta rica en alimentos de origen vegetal. La ganadería industrial también está asociada con la resistencia a los antibióticos, algo que la OMS ha identificado como una ‘emergencia sanitaria mundial’, y es una fuente importante de patógenos transmitidos por los alimentos”, añade.
La directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Bunny McDiarmid, indica que “hay algo podrido en nuestro sistema alimentario” porque “los gobiernos continúan apoyando la producción industrial de carne y lácteos, lo que lleva a un consumo cada vez mayor de carne y pone en peligro nuestra salud, la de nuestros menores y la del planeta”.
“Sin embargo, deberían apoyar al creciente número de agricultores y agricultoras que se están cambiando hacia la producción ecológica de alimentos saludables, y ayudar a las personas a consumir más alimentos de origen vegetal”, apunta.
Alimentación contra el cambio climático
McDiarmid recalca que la alimentación es “una de las herramientas más poderosas” en la lucha contra el cambio climático y la destrucción del medio ambiente. “Es nuestra decisión a la hora de comer, como personas y como sociedad global”, apostilló.
Greenpeace ha hecho un llamamiento a los gobiernos para que pongan fin a las políticas que apoyan la producción industrial de carne y lácteos y, en su lugar, apoyen al sector agrícola para que adopte métodos ecológicos para cultivar y criar “una cantidad de ganado que el planeta pueda mantener”.
También les insta a incrementar la disponibilidad de alimentos saludables de origen vegetal y ecológicos, y llama a las personas a que reduzcan el consumo de carne y lácteos para lograr “un planeta más sano”.