Javier Bardem: "Es terrible que haya jóvenes que quieran ser Pablo Escobar"
- El actor produce e interpreta su versión sobre el narcotraficante colombiano
- RTVE.es entrevista a Penélope Cruz y Javier Bardem
- Opinan que tener hijos incide en la brecha salarial entre hombres y mujeres
- Con la participación de RTVE en la producción, se estrena el 9 de marzo
Lo que pasó en Colombia. Es uno de los circunloquios eufemísticos para referirse al histórico período en el que un narcotraficante puso de rodillas a un país. Es imposible calcular el número de personas que ordenó matar Pablo Escobar: Se habla de una cifra cercana a los 10.000 asesinatos a cargo de un ejército de 3.000 sicarios.
Pablo Escobar era también un fantasma en la carrera de Javier Bardem. Desde 1999 fue tentado varias veces para interpretarlo. Pero no veía el enfoque. Hasta que se ha lanzado directamente a producir e interpretar su versión. El punto de entrada fue la visión de una amante de Escobar, la periodista Virginia Vallejo. Y la compañía, Penélope Cruz como Vallejo y Fernando León de Aranoa como director. Loving Pablo, con la participación de RTVE en la producción, se estrena el 9 de marzo.
Es obvio que Bardem ha bordado todo tipo de sociópatas y psicópatas (No es país para viejos, Skyfall, Alacrán enamorado), pero aquí se trata de alguien real que dejó un país marcado. Su acercamiento se parece a la intención de Francis Ford Coppola al rodar la segunda parte de El Padrino: eliminar la fascinación por el genio del crimen.
“Es muy curioso lo que dices de Coppola porque hizo eso y todavía produjo más fascinación”, opina Bardem entre risas. “Pero sí, teníamos claro que había que ‘desglamurizar’ al personaje. Porque otros ‘escobares’ le han dado demasiado glamur. Cuando rodábamos en Colombia mucha gente se quejaba de que los jóvenes querían ser Pablo Escobar y eso es terrible y hay que evitarlo a toda costa”.
La película recorre la trayectoria de Escobar desde que irrumpe en la política hasta su fallecimiento en 1993, tiroteado por un equipo especial creado por el Gobierno colombiano para atraparle. En ese lapso de 10 años, Virginia Vallejo, una periodista culta, inteligente y ambiciosa, se mete en la boca del lobo fascinada por el carisma del ‘patrón’. Pero según Escobar huye hacia el abismo, conocerá el temible reverso de un líder frío, pero carismático; sociópata, pero familiar.
“No existía la película de ese período y además está vista por los ojos de mi personaje: alguien complejo y con muchas capas”, explica Cruz, que disponía no solo del libro de Vallejo (Amando a Pablo, odiando a Escobar), sino de horas y horas de la periodista hablando de su relación. “Ves a esa mujer con poco más de veinte años, antes de conocer a Pablo, y ves hacia donde fue: lo perdió todo y pasó años con su vida amenazada”.
El esfuerzo de dos intérpretes tan metódicos y obsesivos como ellos es asombroso. Tanto en lo obvio (cambio físico de Bardem, acentos colombianos distintos interpretados en inglés) como en lo profundo. Ambos estuvieron nominados en los últimos premios Goya.
Penélope Cruz y Javier Bardem se conocieron rodando (Jamón, Jamón), se reencontraron en el cine (Vicky Cristina Barcelona) y Loving Pablo no es la única cinta que comparten este año: pronto llegará Todos lo saben, la esperada película del doblemente oscarizado Asghar Farhadi (Nader y Simin, El viajente).
Benicio del Toro, que protagonizó en 2014 Escobar: Paraíso perdido, decía que Escobar era el perfecto ejemplo de talento desperdiciado. “Totalmente. Era un tipo brillante que puso esa brillantez en el lado equivocado", dice Bardem. "Actuar te permite asomarte y transitar energías que todos tenemos. Y pasar por Pablo fue diferente, sales como tocado por algo. Lo que más rechazo me producía era el abuso de poder frente a las personas y especialmente frente a las mujeres, ahora que estamos tan sensibilizados con eso, gracias a dios. Pero es mi trabajo: tampoco me gusta matar gente e hice No es país para viejos”, ríe.
Los dos intérpretes viven con esperanza el auge feminista que, precisamente, prendió en la industria cinematográfica. Los dos cobran lo mismo en Loving Pablo. Y los dos coinciden en que uno de los factores de la brecha salarial es tener hijos. “De todo lo que se está hablando, es uno de los temas que más me preocupan. He visto cosas tan fuertes con eso…”, dice la actriz. “Es una de las cosas que tienen que cambiar: más tiempo de baja de maternidad para las mujeres y lo mismo para los hombres”.
“Sí, por supuesto. Es un factor”, dice Bardem. “Y la brecha se da incluso antes de la maternidad: una mujer a partir de los 30 años se le considera una mujer adulta y el hombre es un galán maduro. Es absurdo. Todo esto tiene que cambiar y es bueno que este cambiando. Es maravilloso y es necesario. La industria cinematográfica ha sido la primera en explotar, pero no es más que un espejo de todo tipo de situaciones. Hay abuso de hombre frente a la mujer. Y no podemos olvidarnos también del abuso del hombre frente al hombre”, concluye.