La ONU reclama que se respete la tregua en Guta mientras las fuerzas sirias siguen avanzando
- Al menos 45 personas han muerto este miércoles en el encalve rebelde
- Las fuerzas gubernamentales controlan ya la mitad tras tomar dos localidades más
- El Consejo de Seguridad se ha reunido a puerta cerrada sin lograr avances
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha vuelto a reclamar este miércoles que se respete la tregua acordada en Guta Oriental, vulnerada sistemáticamente desde su aprobación hace diez días, mientras las fuerzas sirias leales a bachar al Asad seguían avanzando en el principal feudo rebelde de la región de Damasco, donde se han registrado al menos 45 muertos por los bombardeos.
Ante la evidencia de que el alto el fuego no se está aplicando, los miembros del Consejo de Seguridad han mantenido una reunión a puerta cerrada en la sede de la ONU en Nueva York a petición de Reino Unido y Francia, varios días antes de la sesión prevista para analizar la implementación de la tregua, que está programada para el próximo lunes; el objetivo era presionar a Rusia, el principal aliado del Gobierno sirio, para que detenga los bombardeos.
“Es urgente continuar con la presión sobre quienes tienen influencia en el régimen sirio“
"Es urgente continuar con la presión sobre quienes tienen influencia en el régimen sirio", explicitaba antes del encuentro el embajador francés en la ONU, François Delattre.
Ningún avance diplomático
En la reunión, todos los países miembros han pedido de forma "unánime" que el convoy humanitario que tiene previsto entrar en la zona este jueves "llegue bien a Guta" y que la ayuda pueda suministrarse "todos los días", según un diplomático citado por AFP bajo la cobertura del anonimato.
Asimismo, durante el encuentro, un responsable humanitario de la ONU ha contado el caso de un niño de ocho años que se ha alimentado de agua y azúcar un día y de un bol de arroz al siguiente, sin saber qué podría comer en el futuro. "Hombres, mujeres y niños siguen muriendo mientras hablamos", han señalado los funcionarios de Naciones Unidas, siempre según la agencia francesa.
El embajador de Holanda, Karel van Oosterom, que ostenta la presidencia del Consejo, ha explicado a la salida que todos los países miembros han "expresado su preocupación por la situación humanitaria" y se han "reafirmado en su llamamiento a la aplicación" del alto el fuego, las únicas frases que se han consensuado para que se dirigiera a la prensa.
Los combates continúan
Pese a los esfuerzos diplomáticos, los combates continúan: este miércoles han muerto al menos 45 personas en Guta Oriental, la mayoría por bombardeos de la aviación siria y rusa, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización no gubernamental con sede en Londres que monitoriza el conflicto y que estima que la ofensiva ha costado ya 850 vidas.
“Las fuerzas gubernamentales controlan más del 50 % del enclave rebelde“
"Las fuerzas gubernamentales controlan más del 50 % del enclave rebelde", ha informado el director de este organismo, Rami Abdel Rahmane, que ha detallado que los leales a Bachar al Asad han avanzado en su control de la zona al tomar las poblaciones de Beit Sawa y de Al Achaari.
Su fuerza de fuego se centra ahora en la ciudad de Mesraba, donde se han escuchado el vuelo de los cazas y fuertes explosiones, en lo que parece la avanzadilla para un ataque terrestre contra una plaza que podría decantar la suerte de la batalla.
Una batalla clave
En cualquier caso, los rebeldes se dicen dispuestos a seguir luchando, según recoge la agencia Reuters: "Las facciones de Guta, sus combatientes y su gente están aferrados a su tierra y la defenderán", aseguraba Hamza Birqdar, del grupo Jaish al Islam, en un mensaje de texto.
Naciones Unidas estima que unas 400.000 personas permanecen atrapadas en Guta Oriental sin acceso a medicinas ni alimentos adecuados desde antes incluso de la ofensiva gubernamental, puesto que el enclave está bajo asedio desde 2013.
Si las fuerzas gubernamentales logran derrotar a los rebeldes, será la mayor victoria de Bachar al Asad desde finales de 2016, cuando consiguieron rendir Alepo, la segunda ciudad del país.