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El cine redescubre la modernidad de los retratos de Cézanne

  • Se estrena en la gran pantalla el documental Cézanne, retratos de una vida
  • La cinta aborda la trayectoria del valorado como padre de la pintura moderna
  • El artista trasladó a sus retratos las técnicas de sus célebres bodegones

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Cézanne no gozó de excesivo éxito en vida, pero dejó una profunda huella en las generaciones posteriores
Cézanne no gozó de excesivo éxito en vida, pero dejó una profunda huella en las generaciones posteriores

El pintor francés Paul Cézanne (1839-1906) no gozó de excesivo éxito en vida, pero paradójicamente dejó una profunda huella en las generaciones posteriores. Genios como Picasso le valoraron como fuente imprescindible de inspiración y ha pasado a la historia como padre de la pintura moderna y precursor del cubismo o el fauvismo.

La maestría de Cézanne radica en que supo crear algo nuevo con el uso de los planos de color y la geometría. Un estilo único que plasmó en sus complejos retratos a los que trasladó la técnica de sus paisajes y sus célebres naturalezas muertas.

En esta cara menos conocida de la trayectoria del pintor francés se adentra el documental Cézanne, retratos de una vida, del ciclo Exhibition on screen. Una serie en la que se dan la mano cine y arte con afán didáctico mediante entrevistas a especialistas mundiales. El filme, dirigido por Phil Grabsky, se estrena en las pantallas españolas este lunes 12 de marzo [Consulta el listado de cines].

La cinta recurre a fragmentos de la correspondencia que el pintor intercambió con amigos y familiares, con el objetivo de recorrer su camino artístico a través de su voz.

Así, observamos la abulia que le envolvía en su pueblo natal de Aix, en la Provenza, donde a cambio fraguaría una duradera amistad con el escritor naturalista Émile Zola, que incluso le ayudaría económicamente en los peores momentos.

“El arte es una extensión de la naturaleza”

Un joven Cézanne decide dar el salto a París donde bulle el círculo de los impresionistas encabezado por un Manet al que admira y le influye en sus primeras pinturas de pincelada elíptica.

Pero Paul Cézanne tampoco encaja en este ambiente. Mantiene una pose de “provinciano, gruñón, cerrado y mal vestido” con un carácter rocoso que le distingue de los demás y que ahonda en un aislamiento social que siempre cultivó.

El pintor se alejaba de todo y de todos para crear. Mantuvo una relación de amor odio con su Provenza natal- y con sus vecinos- , en la que vivía por temporadas y compaginaba con largas estancias en París, donde dependía de la manutención de su adinerado padre con el que mantenía una tensa relación.

“Le pintan como un hombre agresivo pero también tenía otra cara y sabía ser alegre (…) Cuando trabajaba era un poco monje y se aislaba. Daba una pincelada y se ponía nervioso porque decía que cada pincelada podía cambiar un cuadro”, asegura en el documental su bisnieto Philippe Cezanne.

El pintor retrató a su padre, un acaudalado banquero, con el que mantenía una tensa relación

Pronto el pintor va más allá de los impresionistas con sus creaciones y el filme se adentra en su capacidad como excelente retratista, e incluso permite al espectador asomarse a su taller en el que él mismo se autorretrató 26 veces.

El artista captó con sus pinceles a amigos como Zola, a su jardinero, a su hijo y a su esposa Hortense que ejerció como modelo y con la que mantuvo una tormentosa relación a distancia. Hortense es reflejada en una serie basada en la geometría en la que aparece con expresión hierática.

“Todo en la naturaleza se modela según la esfera, el cono, el cilindro. Hay que aprender a pintar sobre la base de estas figuras simples; después se podrá hacer todo lo que se quiera”, aseguraba el pintor en 1904.

Los especialistas sitúan la habilidad del pintor a la altura de la de Rembrandt en unas pinturas “difíciles” en las que las figuras aparecen agrandadas, casi monumentales, pero que mantienen la dignidad en la representación porque “reflejan la humanidad”.

“Va forjando su estilo, elimina todo lo superfluo y solo conserva la estructura de las cosas, algo que luego investigaría Picasso (…) Pone en cuestión la forma de representar la figura humana de una manera particular”, señala en el filme Laurence de Cars, director del Musée de l’ Orangerie y del Musée d’Orsay de París, sobre una abstracción propia del siglo XX basada en la modulación de los espacios y movimientos a través del color, y de las sensaciones que transmiten sus pinceladas repetitivas al ojo humano.

Los expertos señalan que costaba conectar con su visión y el propio pintor no se consideraba a sí mismo como un verdadero retratista. De hecho, se han levantado muy pocas exposiciones que aborden sus retratos.

El detallista Cézanne persiguió la celebridad toda su vida y el documental aborda cómo un artista ya crepuscular llega a conclusiones firmes sobre cómo “el arte es una extensión de la naturaleza” que debe ser representada “en toda su complejidad”. Sin duda, una visión anticipada del arte contemporáneo.

Objetos que atesoraba el pintor en su estudio de La Provenza francesa.