Putin rechaza la vía china y asegura que no reformará la Constitución para perpetuarse en el poder
- Putin: "Nunca he reformado la Constitución, menos aún en mi propio beneficio"
- La Constitución rusa impide más de dos mandatos consecutivos
- EE.UU. debería ser el primer interesado en una "Rusia estable y desarrollada"
El presidente ruso, Vladímir Putin, que se presenta dentro de una semana a la reelección, ha asegurado que no se plantea reformar la Constitución para seguir en el poder en 2024, al contrario que el líder chino, Xi Jinping.
"Nunca he reformado la Constitución, menos aún en mi propio beneficio. Y, a día de hoy, sigo sin tener esos planes", ha dicho Putin al canal estadounidense NBC, en una entrevista publicada por la web del Kremlin.
Debido a que la Constitución rusa impide más de dos mandatos consecutivos, Putin, de 65 años, ya abandonó el Kremlin en 2008, aunque regresó tras un paréntesis de cuatro años como primer ministro.
Algunos candidatos opositores consideran que Putin violó entonces la Constitución al regresar al Kremlin y ahora vuelve a hacerlo al presentarse a su cuarto mandato presidencial, aunque el Tribunal Supremo rechazó todas las demandas.
Gran favorito a la victoria en los comicios del 18 de marzo, Putin ha pedido respetar la decisión de la Asamblea Nacional Popular china, que votará el domingo una reforma constitucional que permitirá a Xi perpetuarse en el poder después de 2023, algo nunca visto desde Mao Zedong.
Al respecto, el líder ruso ha recordado que "en China viven 1.500 millones de personas" y que, "teniendo eso en mente, hay que pensar que a todos nos interesa que China sea un Estado estable y próspero".
Muchos rusos no se imaginan una Rusia sin Putin en el poder
Precisamente, la mayor intriga de las presidenciales rusas no es el resultado, sino qué ocurrirá con el jefe del Kremlin en 2024, ya que para entonces tendrá 71 años, aunque muchos rusos y funcionarios no se imaginan una Rusia sin Putin en el sillón presidencial.
Putin, que ha negado que su edad sea un obstáculo, ya que en el mundo hay "muchos" como él, ha reconocido que ha pensado en su posible sucesor desde que asumiera el poder en el año 2000, pero que, "al fin y al cabo, la decisión final la tomará el pueblo ruso".
Además, ha negado que cuando él abandone el Kremlin vayan a ascender al poder dirigentes que se propongan "destruir" su legado y ha destacado que EE.UU. debería ser el primer interesado en una "Rusia estable y desarrollada".
Los analistas apuestan por que Putin dejará el Kremlin, pero seguirá siendo un líder en la sombra, al estilo del chino Deng Xiaoping, iniciador de las reformas en el gigante asiático tras la muerte de Mao.
Dispuesto a cooperar con la oposición
Con respecto a las presidenciales, ha asegurado: "Si los electores me dan la posibilidad de ejercer un nuevo mandato, entonces daré hasta la última gota".
Y se ha mostrado dispuesto a cooperar con la oposición, incluida la extraparlamentaria, siempre que sea constructiva, aunque ha matizado en relación con el líder opositor, Alexéi Navalni, inhabilitado como candidato por tener antecedentes penales, que el indulto hay que "merecerlo".
Por otra parte, Putin ha vuelto a negar insistentemente las acusaciones de injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses y ha asegurado que "le da absolutamente igual" si ciudadanos rusos son procesados por ese motivo.
En relación al nuevo armamento nuclear, ha recordado que Rusia ya advirtió a la Casa Blanca de que reforzaría su arsenal estratégico cuando EE.UU. se salió en 2002 del tratado de defensa antimisiles.
Ahora, Putin ha asegurado que el Kremlin quiere reanudar las negociaciones de desarme nuclear en el marco del tratado START, pero que Rusia ya no está tan interesada en reducir el número de misiles intercontinentales o cabezas nucleares ahora que dispone de armamento capaz de superar el escudo estadounidense.