Japón recuerda a las miles de victimas del terremoto y tsunami en el séptimo aniversario de la tragedia
- Se ha guardado un minuto de silencio en memoria de las más de 18.000 víctimas
- La catástrofe natural provocó uno de los peores accidentes nucleares de la Historia
Japón ha conmemorado con diversas ceremonias y un minuto de silencio el séptimo aniversario del terremoto y posterior tsunami que arrasó la costa nororiental del país y que causó la muerte de 15.894 personas, así como la desparición de otras 2.557. Además, provocó en Fukushima unos de los peores accidentes atómicos de la Historia, solo superado por el de Chernóbil (Ucrania) en 1986, y cuyas secuelas mantienen aún desplazadas a más de 73.000 personas. El coste total para las arcas públicas se estima en 20 billones de yenes (unos 152.205 millones de euros), según la agencia Efe.
En diversos puntos de Japón, y especialmente en las zonas más afectadas por el tsunami, se ha homenajeado a los más de 18.000 muertos y desaparecidos que dejó la catástrofe y se ha guardado un minuto de silencio a las 14.46 hora local (06.46 hora peninsular española), la misma en la que golpeó el terremoto de magnitud 9 que desencadenó la tragedia.
El fortísimo terremoto que se registró con epicentro en el mar frente a la costa nororiental nipona generó minutos después un tsunami que arrasó poblaciones enteras y golpeó la central nuclear de Fukushima Daiichi. El agua dejó a la planta sin sistemas de refrigeración, lo que acabó provocando la fusión parcial de los tres reactores que en ese momento se encontraban operativos.
Al igual que en años precedentes, en Tokio se ha organizado una solemne ceremonia en el Teatro Nacional en la que ha participado el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y que de nuevo ha sido presidida por el príncipe Akishino y la princesa Kiko. Ambos han sustituido por segundo año al emperador Akihito -relevado de actos oficiales tras anunciar su deseo de abdicar- y la emperatriz Michiko.
En ella ha participado el primer ministro nipón, Shinzo Abe. "Quiero transmitir mi compromiso de que el Gobierno se esforzará de manera coordinada para constituir una nación fuerte y resistente a los desastres", ha afirmado Abe, quien ha aseverado que, tras siete años, puede certificar que "la reconstrucción de la región afectada está mostrando un progreso consistente".
Más de 73.000 personas siguen desplazadas
Sin embargo, siete años después, un total de 73.349 personas siguen alojadas en casas temporales, residencias de familiares y centros hospitalarios repartidos por el territorio nipón, según las últimas cifras publicadas por la agencia japonesa para la reconstrucción de la región nordeste del país. La mayoría de ellas fueron evacuadas de las zonas más cercanas a la malograda central nuclear, algunas de las cuales aún se consideran inhabitables dados los altos niveles de radiación.
Varias zonas han sido reabiertas progresivamente tras completar tareas de limpieza y descontaminación radiactiva, pero muy pocos han querido regresar a sus antiguos hogares por el miedo a que persista la radiactividad y por haber rehecho su vida en otros lugares.
De hecho, Greenpeace ha advertido de que los niveles de radiación en algunas áreas de Fukushima son "similares" a los de una instalación nuclear en activo y, en uno de los casos, "hasta 100 veces por encima del límite internacional para la exposición pública". La ONG ha asegurado que, según estos datos, la zona continuará suponiendo un alto riesgo para el regreso de las personas evacuadas al menos hasta 2050 e incluso en el próximo siglo, según recoge Europa Press.
Frente a los que se muestran reticentes a regresar a sus hogares se encuentran aquellos que se vieron obligados a retornar después de que el Gobierno pusiera fin el año pasado a los programas de ayudas a la vivienda para evacuados, una decisión denunciada por algunos de ellos ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En una encuesta publicada por la cadena pública NHK, y recogida por Efe, uno de cada dos evacuados afirmó "no notar" las medidas destinadas reconstruir las áreas afectadas, y más de la mitad asegura tener problemas económicos. Un 53,4% de los evacuados considera además que el desastre sigue afectándoles mental y físicamente siete años después y que han aumentado los casos de insomnio, depresión y alcoholismo.