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El viaje de Paula Bonet y Aitor Saraiba alrededor de Roberto Bolaño

  • Bonet y Saraiba plasman su admiración por el autor en el libro ilustrado Por el olvido
  • Una declaración de amor de dos lectores a la literatura, a la poesía, a Latinoamérica

Por
Fragmento de la portada de 'Por el olvido'
Fragmento de la portada de 'Por el olvido'

El escritor chileno Roberto Bolaño es el "culpable" de la amistad que surgió en 2014 entre Paula Bonet y Aitor Saraiba, dos artistas que ahora plasman ese recorrido y la admiración que sienten por el autor en el libro ilustrado Por el olvido (Lunwerg).

Aunque antes de ese primer encuentro hace cuatro años, Saraiba (Talavera de la Reina, Toledo, 1983) ya había meditado la idea de escribir sobre el autor de Los detectives salvajes, pero se "involucraba tanto en el texto que no podía ilustrarlo", explica, junto a Bonet.

"Paula apareció como un ángel caído del cielo. Como un Lucifer, el ángel que más brilla, y en un momento en el que yo había abandonado un proyecto me guio", apunta el poliédrico artista, que llamó a su compañera para decirle que solamente retomaría el proyecto "si ella le ponía imagen".

El resultado es Por el olvido, una declaración de amor de dos lectores a la literatura, a la poesía, a Latinoamérica, un tomo manuscrito por Bonet en el que se mezcla la palabra, la pintura, el "collage" y la fotografía, algunas imágenes que se han tomado los dos autores durante sus años de amistad e, incluso, las de las postales que han intercambiado.

Retrato de Borges
Retrato de Borges

Retrato de Borges

Un "mapa de viajes" elaborado durante cuatro años "muy 'heavys' a nivel personal", apunta Saraiba: "Paula vivió dos abortos, yo viví una ruptura enorme, cambios de casa, viajes por todos los países, mi amigo Antonio se suicidó o a mi amiga Agnes la asesinaron en México".

Las "presencias nos marcan pero las ausencias nos abrasan", comenta el artista, y en "Por el olvido" hay "mucho de eso", todo ello con Bolaño (Santiago de Chile, 1953 - Barcelona, 2003) como eje central, y los lugares físicos y vitales a los que él les ha ido llevando a lo largo de sus vidas.

"Bolaño me conecta con ese principio, el de estar fuera de casa, cuando te has ido de un pueblo horrible y lo único que llevas son tus libros y cuatro pesetas. Era como un homenaje, como una deuda a alguien que está muerto, que nunca conocí personalmente, pero que nos ha acompañado", dice Saraiba.

Ilustración de 'Por el olvido'
Ilustración de 'Por el olvido'

Ilustración de 'Por el olvido'

Y a Bonet (Vila-Real, Castellón, 1980), el autor de 2666 también le retrotrae a esos inicios: "Bolaño me conecta con aquel yo tan puro, tan sin prejuicios, tan virgen todavía, tan entusiasta y que todavía se sorprendía con facilidad".

"Cuando conocí a Aitor, sentí -continúa la artista valenciana- que volvía a un lugar que para mí era muy importante. A esa juventud perdida de la que tanto habla Bolaño, en la que empiezas a decidir qué quieres leer, y esas lecturas empiezan a construirte y empiezan a darte respuestas".

Elaborado entre visitas a Madrid, Barcelona y Blanes (Girona), "Por el olvido" también se gestó desde el México y el Chile de Bolaño, tan importantes, también, para Bonet y Saraiba a nivel profesional.

"Lo que estamos viviendo es como tocar en una orquesta los dos juntos. Este vals que bailamos Paula y yo, esta no diferencia que hay de mezclar su trabajo con el mío, me ha encantado, porque este libro no es un libro de Paula Bonet ni de Aitor Saraiba, es un libro de Paula y Aitor juntos", concluye el artista.

Portada de 'Por el olvido'
Portada de 'Por el olvido'

Portada de 'Por el olvido'