Ana Julia Quezada se llevó a Gabriel con "engaños" y cavó "previamente" la fosa donde lo enterró
- Así consta en el auto de ingreso en prisión del juez instructor del caso
- El magistrado le atribuyó un "macabro plan criminal" para acabar con el niño
Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del niño Gabriel Cruz, cavó antes de matarlo la fosa donde lo enterró en la finca de Rodalquilar, en Níjar, a donde consiguió llevarle "con engaños", según consta en el auto de ingreso en prisión al que ha tenido acceso Europa Press.
"Resulta presuntamente incuestionable la participación de la detenida Ana Julia Quezada en la muerte del menor y se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen", recoge la motivación del auto que señala que este extremo es lo que ha motivado que el Ministerio Público califique los hechos como asesinato con alevosía.
De hecho, el juez que instruye el caso, Rafael Soriano, atribuye a Quezada un "macabro plan criminal" que comienza cuando "previamente" a la desaparición del niño hace "con una pala" un hoyo en la finca de Rodalquilar.
El día de que se le pierde la pista a Gabriel, el niño salió de casa de su abuela hacia las 15.30 horas para dirigirse a casa de unos primos a jugar. Sin embargo, el menor jamás llegó.
Se llevó a Gabriel "mediante engaño"
Como parte de de ese "macabro plan criminal", el juez considera que la asesina confesa "aprovechó un momento temporal en que sabía que iba a estar a solas con el niño", pues la casa de la abuela de Gabriel distaba unos 100 metros de la de sus primos. Según el magistrado, se llevó al niño a la finca de Rodalquilar "mediante engaño o promesa de devolverlo prontamente a jugar".
El juez subraya que Quezada se intentó dotar de una coartada haciendo labores de pintura en la finca de Rodalquilar el día del crimen.
Además, considera que "mantuvo el engaño a lo largo de los días, aumentándolo hasta el punto de colocar ella misma una camiseta del menor en el monte", lo que achaca a su deseo de "despistar a los agentes de la autoridad que practicaban la búsqueda" hasta encontrar el "momento" de poder "hacer desaparecer el cuerpo".
"Abrumadoras pruebas contra ella"
El magistrado Rafael Soriano destaca, asimismo, la existencia de "abrumadoras pruebas contra ella" y se refiere no solo "a que ella misma ha reconocido el luctuoso suceso" sino también a las intervenciones acordadas judicialmente y a las pruebas recopiladas por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, según han informado a Europa Press fuentes del caso.
"Las pruebas revelan, presuntamente, una falta de sentimientos y humanidad que ella misma ha calificado, que, de ser ciertas, serían de pura crueldad", remarca ya que, en algún momento, expresó su "voluntad" de dejar el cadáver en "un invernadero".
Por todo ello, el magistrado, que mantiene las actuaciones bajo secreto, considera necesaria la medida de prisión por la gravedad del delito, la posibilidad de eliminación de pruebas y el riesgo de fuga.
Primera noche en prisión
Por otro lado, Quezada ha pasado su primera noche en prisión en un ambiente de "normalidad", de forma que durante la mañana de este viernes abandonará el módulo de ingreso para pasar al de mujeres del centro penitenciario de El Acebuche.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes jurídicas cercanas a la investigada, quienes han especificado que, como corresponde a este tipo de casos, se han activado los protocolos de vigilancia para evitar un eventual suicidio de la reclusa, para la que no está previsto un cambio de centro penitenciario.
Fuentes penitenciarias han señalado además que durante las primeras horas la sospechosa ha tenido la oportunidad de comunicar su situación a algún familiar, al tiempo que se le ha abierto un expediente personal para recoger su situación procesal y penitenciaria, como marca el protocolo.
Desde su llegada, la asesina confesa ha sido también sometida a un reconocimiento médico y, durante las próximas jornadas, se entrevistará con otros profesionales del centro de cara a establecer sus ocupaciones.