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El capitán del Open Arms afirma que cumplió con las normas y códigos internacionales

  • Marc Reig asegura que siguió los códigos "para salvarguardar vidas humanas en el mar"
  • El barco de la ONG sigue retenido en Italia tras acusarles de promover la inmigración ilegal

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Italia inmoviliza el barco de la ONG española Open Arms y acusa a la organización de promover la inmigración ilegal
El buque de la ONG permanece inmovilizado por orden judicial en el puerto siciliano de Pozzallo.

Marc Reig, capitán del barco de Open Arms acusado en Italia de favorecer la inmigración ilegal, ha dicho este martes que ha actuado siempre de acuerdo con las normas y los códigos internacionales vigentes "creados para garantizar y salvaguardar las vidas humanas en el mar y los derechos de los náufragos rescatados".

En un comunicado difundido por la ONG catalana Proactiva Open Arms, Reig, que permanece en el puerto de Pozallo (Sicilia), donde su barco está retenido por orden la Fiscalía italiana, manifiesta que en todo momento siguió las instrucciones del Maritime Rescue Coordination Center (MRCC).

La investigación se ha abierto después de que el pasado fin de semana la ONG catalana denunció que una patrulla libia se aproximó al barco y amenazó con abrir fuego si no le entregaban a los inmigrantes que acababa de rescatar en alta mar.

El incidente se produjo fuera de aguas territoriales libias, a unas 73 millas (unos 117 kilómetros) de la costa de ese país, según el presidente de la organización humanitaria, Óscar Camps.

Sin embargo, la Fiscalía italiana considera que la ONG no respetó que se trataba de una zona SAR (búsqueda y rescate, en inglés) que pertenecía a Libia y no siguieron las indicaciones llegadas desde las Capitanías de España e Italia, que les indicaron desembarcar en Malta, con el único objetivo de llevar a los 216 inmigrantes a un puerto italiano.

Intimidación de una patrullera libia

Según Reig, las operaciones de salvamento comenzaron tras recibir un mensaje INMARSAT, una llamada general a todas las embarcaciones y una sucesiva llamada por parte del MRCC Roma (ITMRCC), que asumía la coordinación del evento.

"Sucesivamente recibimos un segundo comunicado que nos informaba de que la gestión del rescate pasaría a manos de la guardia costera Libia. En ese momento ninguna embarcación libia estaba a la vista. Hallamos una barca de goma en una situación de extrema peligrosidad: se estaba llenando de agua y algunas personas habían caído al mar", ha relatado el capitán de Open Arms.

"Intervenimos para socorrer a los náufragos. Tras comunicar con el ITMRCC, procedimos a embarcarles en el Open Arms", ha reafirmado Reig, que ha añadido: "Con los náufragos a bordo, tuvimos que gestionar una segunda operación de rescate siempre en coordinación de ITMRCC. Durante la operación nos alcanzó una patrullera libia y nos intimidó bajo amenaza de muerte ordenándonos que les entregáramos a las mujeres y los niños que estaban a bordo de las lanchas de rescate".

Reig ha explicado también que "estas personas se encontraban en territorio europeo y, por lo tanto, entregarlas habría supuesto una devolución en caliente colectiva a un Estado no firmante de la convención de Ginebra".

"Teníamos personas vulnerables a bordo"

"Teníamos a bordo personas vulnerables y solicitamos una evacuación médica al puerto más cercano, en este caso Malta, que nos autorizó a transferir a una niña de 3 meses en peligro y a su madre", ha recordado el capitán.

"Sin haber recibido ninguna otra instrucción de Malta,  estuvimos cerca de tres horas a la espera de más instrucciones, prácticamente fuera de las aguas territoriales maltesas hasta que ITMRCC nos indicó que podíamos dirigirnos a Pozzallo indicado como POS, puerto seguro", ha agregado Reig.

Según el capitán del barco, desde que llegaron al puerto de Pozzallo han cooperado con las autoridades italianas.

"Respondimos voluntariamente a todas sus preguntas el sábado y les facilitamos todas las imágenes, documentación y registros de comunicaciones del barco", concluye el capitán, que ha asegurado que tiene "plena confianza en la justicia italiana".