'Ready Player One': Spielberg nos lleva en DeLorean por el universo pop
- El director adapta la exitosa novela de Ernest Cline sobre un mundo virtual
- La nostalgia ochentera, protagonista de una cinta espectacular
- Se estrena el 29 de marzo
¿Una película del rey de los 80 sobre la nostalgia ochentera? Quién podría resistirse a eso. El proyecto de llevar al cine la novela Ready Player One por Spielberg ha sido uno de los que más tuits y reacciones ha tenido en los últimos años en el mundo geek. Y, como en el mundo real, el resultado tendrá sus haters pero la espera ha merecido la pena.
La obra de Ernest Cline no inventó la rueda cuando se publicó en 2011, pero se convirtió en un éxito instantáneo por su inteligente mezcla de aventura y nostalgia. Era una novela dirigida a quienes crecieron en los 80, con innumerables referencias a recreativas de la época como Black Tiger y Tempest, videojuegos de las primeras consolas y películas que marcaron a una generación como Cazafantasmas y Blade Runner.
Gran parte de eso se ha perdido en una adaptación que mira más al público adolescente que a los cuarentones que solo van al cine esporádicamente. Definitivamente, no deben ser muchos los quinceañeros que hayan visto Juegos de guerra, una de las películas clave en la novela y que ha desaparecido en el paso a la pantalla.
Ready Player One narra una búsqueda global en OASIS, un mundo virtual. Su fundador, James Halliday (Mark Rylance), deja a su muerte un vídeo con pistas para hallar un Huevo de Pascua. Quien encuentre el huevo se hará con el control de OASIS y heredará la mayor fortuna del mundo. Para triunfar habrá que rebuscar en el pasado de Hallyday, un solitario visionario que creció entre cartuchos de Atari y discos de rock progresivo.
Uno de los cientos de cazadores que salen a por el tesoro es Wade (Tye Sheridan), el protagonista de la película. Como la mayoría de sus contemporáneos, vive en un parque de caravanas a las afueras de una ciudad deprimente y su única vía de escape del mundo real es la realidad virtual perfecta de OASIS. Wade será quien encuentre la primera de las tres llaves que conducen al Huevo de Pascua. En su camino contará con la ayuda de otros jugadores como Art3mis (Olivia Cooke) y Hache.
En el otro bando está la poderosa corporación IOI, con el mismo propósito pero con intenciones siniestras y cientos de cazadores profesionales, llamados los Sixers. El líder de IOI es Nolan Sorrento, intepretado por Ben Mendelsohn (Rogue One), un villano algo estereotipado pero que proporciona algunos momentos divertidos.
El mayor de los juguetes en manos del niño grande Spielberg
El principal mérito del director es adaptar de una manera visual esas cientos de referencias que aparecen en la novela y comprimirlas en una película de dos horas y veinte minutos. Prescinde de los elementos que eran más difíciles de llevar a la pantalla y ofrece un espectáculo apabullante. Tres escenas son un buen ejemplo de esa maestría de Spielberg: las carreras de coches en busca de la primera llave, la desternillante recreación de El Resplandor de su amigo Kubrick y la batalla final.
En el mundo de OASIS, cada jugador se transforma en quien quiere ser, y eso da pie a que desfilen personajes de todas las formas de entretenimiento de las últimas décadas. Desde Freddy Krueger hasta el Jefe Maestro de los videojuegos Halo o el muñeco diabólico Chucky. La sensación es la de estar ante una colección de figuras de acción que cobran vida. Por si fuera poco, Spielberg se homenajea a sí mismo con cameos del T-Rex de Jurassic Park, el DeLorean de Regreso al futuro y hasta ¡un arma Zemeckis! que hace retroceder el tiempo 60 segundos.
El propio Ernest Cline ha ayudado a "adelgazar" las 400 páginas de su novela en un guion coescrito con Zack Penn (autor de X-Men Apocalipsis y del documental Atari). Se han cambiado muchas de las pruebas para hacerlas más espectaculares, pero los personajes principales de la trama se mantienen. Al ser una película Warner, las referencias a los personajes de la casa son constantes: El gigante de hierro, Batman y el Joker están ahí. Seguramente, hacen falta varios visionados para anotar todos los personajes de ficción que aparecen, todas las canciones que suenan y las citas que se mencionan.
Ready Player One supone el regreso del Spielberg más lúdico y la demostración de que es el único director que puede alternar proyectos más "serios" como Los archivos del Pentágono y otros más palomiteros como este sin perder prestigio. No es una película redonda y se hace un poco larga, pero Spielberg ha superado todos los obstáculos hasta derrotar al final boss del cine: las películas sobre videojuegos.