Amnistía Internacional cumple 40 años en España y advierte del retroceso en derechos humanos
- Esteban Beltrán, director de la sección española de AI, habla de "década peligrosa"
- Critica la política de vivienda, la Ley Mordaza y los "obstáculos" a las víctimas del franquismo
Amnistía Internacional (AI) celebra sus 40 años en España y denuncia que el respeto a los Derechos Humanos, en el país y en el resto del mundo, ha retrocedido durante la última década.
Concretamente, señala retrocesos preocupantes en cuanto a derecho de asilo, vivienda, sanidad, comercio de armas, libertad de expresión, reparación de las víctimas del franquismo y justicia universal. En cambio, se ha avanzado, aunque de manera insuficiente, en garantizar los derechos de las mujeres, y no se avanza en el esclarecimiento y reparación de los crímenes de terrorismo y torturas cometidos en el País Vasco.
La organización conmemora su aniversario con el documental Grietas, producido por Mediapro en el que, a través de historias concretas, se repasan algunos de las deficiencias que denuncia la ONG.
"Década peligrosa para los Derechos Humanos"
"El mundo y España están mejor que hace 40 años, pero el mundo y España están peor desde hace 10 años", ha declarado en rueda de prensa Esteban Beltrán, director de la sección española de la ONG, quien ha calificado este periodo como una "década peligrosa para los Derechos Humanos".
“El mundo y España están mejor que hace 40 años, pero el mundo y España están peor desde hace 10 años“
El director de AI-España ha recordado, por ejemplo, que hasta hace unos años era posible pedir asilo en las embajadas en todo el mundo de países europeos. "El sistema de asilo se ha convertido en una especie en peligro de extinción - ha lamentado - coincidiendo con una crisis en la que miles de personas huyen de conflictos armados". Al mismo tiempo, se ha multiplicado el comercio de armas, que se usan en guerras de todo el mundo.
Por otra parte, la crisis económica ha provocado, en palabras de Beltrán, un "apocalipsis de la austeridad" que ha reducido el gasto público español en protección social y en vivienda al tiempo que se multiplicaban los desahucios.
Ley Mordaza y "obstáculos" a las víctimas del franquismo
Beltrán ha asegurado que la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana (conocida como Ley Mordaza) y la reforma del Código Penal "han reducido los derechos de reunión e información y la libertad de expresión" y ha acusado a "todos los poderes del Estado" de ponerse de acuerdo para "obstaculizar" la reparación de las víctimas del franquismo y limitar el alcance de la justicia universal. "No hay muchos países en los que esto ocurra", ha añadido.
AI responsabiliza entre otros al Gobierno español de este retroceso en materia de derechos humanos y libertades públicas. "Formalmente, apoya el sistema de Derechos Humanos de la ONU, pero incumple las recomendaciones para aplicarlo dentro. No hay coherencia", ha declarado Beltrán. Desde el 1 de enero, España forma parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el periodo 2018-2020.
Para la ONG, la defensa de los derechos consagrados en la Declaración Universal recae en la gente. "Son el contrapeso a la hostilidad y falta de compromiso de los gobiernos - considera Esteban Beltrán - La combinación de movilizaciones masivas y cambios legislativos pueden sacarnos de esta época".
De los ataques de la extrema derecha a Twitter
AI nació en España en 1978. Contaba entonces tan solo 49 socios y se sufragó con la venta de carteles del cuadro de Juan Genovés El abrazo, cedidos por el artista. Hoy son más de 84.000 socios (la mayoría, mujeres), 2.400 activistas y más de un millón de colaboradores, según datos de la organización.
A lo largo de su historia, la sección española de la ONG mundial ha vivido momentos difíciles y se ha involucrado en campañas de distinto signo. En 1979, un artefacto incendiario arrojado contra su sede en Madrid y atribuido a la extrema derecha causó graves daños. El 23-F, los listados de socios fueron puestos a salvo en la embajad francesa. Los años 80 y 90 fueron los del apoyo a los objetores de conciencia, mientras que en el inicio del nuevo siglo sus campañas se centraron en los derechos de la mujer.
En 1998, AI participó en el procedimiento que permitió detener al exdictador chileno Augusto Pinochet en Londres, un hito para el principio de la justicia universal.
En todos estos años, la ONG ha defendido a personas concretas, desde condenados a muerte (como el español Pablo Ibar, condenado en EE.UU.) a personas encausadas por manifestaciones en redes sociales, como la tuitera Cassandra Vera, procesada por la Audiencia Nacional y más tarde absuelta por el Tribunal Supremo.