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Día Mundial de la Poesía

Elvira Sastre, la poeta e 'influencer' española que triunfa en Latinoamérica

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La poeta española Elvira Sastre
La poeta española Elvira Sastre

Elvira Sastre tenía 12 años cuando escribió su primer poema. O, al menos, algo que se le parecía. Hoy, el nombre de esta segoviana de 26 años es de los que más pesan en las secciones de poesía actual de las librerías de todo el país, y con mayor fuerza aún en América Latina.

A punto de ver publicado su sexto libro, Aquella orilla nuestra (Alfaguara, 2018), esta ‘millenial’ reconoce que internet y las redes sociales han sido clave para su éxito -con más de 166.000 seguidores en instagram, 290.000 en Facebook y 2.240 en Twitter-. Gacias a estas herramientas se mantiene vivo un género que, contra todo pronóstico, gusta cada vez más entre los más jóvenes.

Con motivo del Día Mundial de la Poesía, RTVE.es habla con la poeta sobre su obra y la renovación de un género que, a día de hoy, tiene más en común con la música y el verso libre que con la métrica de clásicos como Gustavo Adolfo Bécquer, Rosalía de Castro o Antonio Machado [Navega el webdoc Memoria de Futuro, protagonizado por Elvira Sastre].

Elvira Sastre, de hecho, huye de la rima y defiende que su ausencia “no quiere decir que el verso no esté, no tenga una intención o una musicalidad que haya que trabajar”.

La poesía me ama con tristeza

y me concede el don de saber cómo inventarte,

de traerte a mis orillas

y volverte espuma salada en los ojos.

La poesía me acaricia la espalda con los dientes,

deja un rastro de sangre caliente por mis dedos

y apuñala con ternura mis verdades

-Fragmento de “Imagi(a)na”-

“No es un estilo que he inventado yo, ni la poesía que se hace ahora. Pero descubrí una serie de poetas como Luis García Monero o Benjamín Prado que escribían de esa manera; y centrarme en el contenido más que en la forma me llena más como lectora, y como escritora es una forma de expresión con la que me siento más cómoda”, expone la poeta y también traductora, profesiones que combina por igual.

Retrato de Elvira Sastre

Retrato de Elvira Sastre Andrea Abril

Sin embargo, fue Bécquer quien despertó en el instituto su pasión por la poesía, y el propio Prado, cuando lo descubrió en la adolescencia, quien le animó a tomar ella la pluma. A los 12 escribió su primer intento, “si es que se le puede llamar poema”, comenta, movida por el amor no correspondido, el “amor imposible que, cuando eres pequeña, lo idealizas y esos ideales en la cabeza marcan mucho de tus experiencias”.

“Pero, a lo largo de los años, acabé escribiendo sobre otras cosas que te conmueven, sobre otras cosas que te suceden y que pueden ser el amor y el desamor, pero también hay cabida para la muerte, para experiencias que tienes y que están alejadas de todo eso”, apostilla.

Dime, Carmelita,

dime qué piensas cuando el mundo

se hace tan minúsculo que cabe en

la arruga más pequeña y tus ojos se pierden,

se deshacen, y tú sólo reconoces la lluvia

-Fragmento de “Dime, Carmelita”-

Su nuevo libro, previsto para finales de abril, va a ser “totalmente distinto a los anteriores y en un formato diferente”. “También contiene poesía, pero sobre todo son textos en modo reflexivos”, comenta la autora, que destaca que sus palabras estarán acompañadas por las ilustraciones de Emiliano Bastita, alias Emba.

El impulso de las redes sociales

Más allá de sus libros, Sastre comparte muchos de sus poemas con todo el que quiera sumergirse en sus palabras, bien sea a través de su blog o de las redes sociales, que han servido para impulsar su carrera y la de otros jóvenes poetas como Andrea Valbuena, de la que Sastre se considera admiradora, Luciana Rey, “que acaba de sacar un libro que es una pasada”, Raquel Lanseros, Carlos Salem, Irene X o Escandar Algeet.

Con las redes sociales, la poesía ha llegado a gente que ni siquiera sabía que le gustaba

“Con el boom de las redes sociales, se ha democratizado la poesía, sobre todo porque ha llegado a gente que ni siquiera sabía que le gustaba hasta que no ha recibido, de repente y sin buscarlo, una foto de un poema”, comenta esta 'influencer'.

“Internet es la clave en mi carrera, incluso antes de tener una. Cuando era más pequeña, escribía, pero no había nadie así en mi instituto. Sin embargo, en internet había una comunidad de gente que hacía lo mismo que yo, que le gustaba lo que a mí y me apoyaba y ayudaba, me daba seguridad para seguir haciendo lo que estaba haciendo”, confiesa.

Fue así como contactó con el propio Benjamín Prado, reconocido novelista, ensayista y poeta español, que ha sido su guía en este terreno de letras y quien escribió el prólogo del primer libro de la autora, Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo (Lapsus Calami, 2013). "Siempre me ha ayudado. Yo le leí mucho, y luego lo seguí por redes sociales, y gracias a ese intercambio le pedí el prólogo de mi primer libro, que accedió encantado", admite.

Éxito en América Latina

Desde entonces, su carrera no ha hecho más que subir, pasando de ser ella quien solicitaba acudir a los eventos para promocionar sus obras en distintas ciudades, a convertirse en el reclamo de muchas ferias y festivales que la invitan a participar.

La primera vez que fui a la Feria del Libro de Bogotá acabé corriendo a buscar un puesto porque me perseguían para firmar ejemplares

“Para mí, fue muy impactante la primera vez que fui a la Feria del Libro de Bogotá, Colombia. Me invitaron para hacer una lectura, pero tampoco pensé que fuera a ser muy importante. Al final, acabé corriendo a buscar un puesto porque me perseguían para firmar ejemplares. Ahí pensé: aquí está pasando algo”, relata Sastre, que después de haber acudido invitada al Encuentro Internacional de Poesía de México, cuenta con una gran parte de sus seguidores procedentes de Latinoamérica.

Ahora celebra que puede vivir de su trabajo como poeta junto con el de la traducción, “que no da mucho dinero pero me llena en otros sentidos”. “He trabajado en eventos con entrada libre, pero también de pago y la gente agota las entradas pagando porque valoran el trabajo, es muy bonito”, concede, que insiste en que para ella eso también es un “trabajo”: “Particularmente, me cuesta mucho, porque soy muy tímida”.

Un éxito que se enmarca dentro de un “mundo editorial y cultural que todavía sigue siendo, en parte, de hombres”, comenta: “La mayoría de editores son hombres, al igual que los invitados en los festivales y los propios organizadores”. Reconoce que, de un tiempo a esta parte, “hay un interés mayor por lo que tienen que decir las mujeres, en parte como un homenaje a todas aquellas que han sido silenciadas hasta hace no tanto”.

Cree que la situación está cambiando a mejor, pero rechaza la “discriminación positiva”. “Que me llamen por ser mujer y por ser joven me fastidia mucho, porque lo que yo quiero es que me valoren por mi trabajo, sea yo quien sea”, defiende.

Miradnos.

Somos la luz de nuestra propia sombra,

el reflejo de la carne que nos ha acompañado,

la fuerza que impulsa las olas más minúsculas.

Somos el azar de lo oportuno,

la paz que termina con las guerras ajenas,

dos rodillas arañadas que resisten con valentía.

Miradnos.

Decidimos cambiar la dirección del puño

porque nosotras no nos defendemos:

nosotras luchamos

-Fragmento de “Somos mujeres”-

Sastre anima a sus seguidores a que no dejen de leer. "A mí, cuando alguien me dice que ha descubierto la poesía porque ha leído un poema mío que le ha gustado, le digo que siga descubriendo a más gente, porque los que escribimos ahora tenemos unos maestros y es importante que la gente lea a los que nosotros hemos leído", concluye.

De la canción, al poema

El blog de Elvira Sastre se llama ‘Relocos y Recuerdos’, en honor a una canción con el mismo título del cantautor y músico español Luis Ramiro. Él es uno de tantos artistas que, cómodos en el ámbito de la música, han decidido emplear sus palabras para ‘componer’ también poemas y plasmarlos en libros, iniciando así una carrera como poetas con la ventaja de la popularidad que ya tienen como músicos.

Otro caso muy claro es el de Marwan, un cantautor y poeta de origen libanés que acaba de publicar su libro Los amores imparables (Planeta de Libros, 2018).

Marwan y Luis Ramiro, compañeros en el camino de la música y amigos, forman parte de un círculo muy pequeño de cantantes y poetas al que pertenecen también Diego Ojeda, o los raperos Nach y Rayden.

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