Antonio Banderas: "He tratado de comerme las cosas oscuras de Picasso, que era mi héroe"
- El actor encarna al Picasso maduro en la serie Genius de National Geographic
- La premiére mundial de la producción estadounidense tiene lugar en Málaga
- "Es muy difícil encontrar a alguien tan abandonado al arte como Picasso", afirma
Un sueño hecho realidad. Tras años detrás del proyecto de 33 días de Carlos Saura sobre cómo se gestó el Guernica, que no acaba de salir adelante, Antonio Banderas ha logrado meterse al fin la piel de su paisano Pablo Picasso, pero en la serie televisiva de National Geographic Genius: Picasso.
Producida por Ron Howard, la segunda temporada de Genius (la primera se dedicó a Einstein) consta de diez capítulos que empezarán a emitirse el 26 de abril y describe la gran aportación al arte moderno de Picasso y también su turbulenta vida personal. Banderas encarna al Picasso maduro, aunque la serie abarca toda su vida, desde su nacimiento en Málaga.
Gracias al empeño del actor malagueño, muchos pasajes de la serie se rodaron entre octubre y noviembre pasados en diversos espacios de la capital malagueña, como la iglesia de Santiago en la que fue bautizado el artista, la plaza de toros de La Malagueta, donde asitió a las primeras corridas de toros, o la misma Casa Natal de Picasso. Incluso la playa malagueña de la Misericordia se convirtió, por licencias cinematográficas, en la Costa Azul francesa en un "regalo" del director a Banderas para hacer volver al Picasso adulto a su Málaga natal.
Y también gracias a su empeño, la premiére mundial de esta producción estadounidense tiene lugar en el Teatro Cervantes de Málaga, a escasos 100 metros de la casa en la que nació el pintor malagueño universal el 25 de octubre de 1881, que ha vuelto así a su tierra.
"El rodaje comenzó en Málaga y era muy bonito que acabara aquí también con su promoción. También era muy bonito para el equipo el poder traer de nuevo a Picasso a su tierra y estrenarla mundialmente aquí, en una ciudad como la nuestra que realmente está apostando por la cultura", ha dicho Banderas.
Con la cabeza y las cejas aún rapadas porque hace apenas una semana que acabó de rodar la serie en Budapest, Banderas confiesa que lo que más le ha costado ha sido descubrir el lado oscuro de un personaje por el que siente fascinación.
No fallar a Don Pablo Picasso
"Lo que más me ha costado es el propio amor que yo tenía por Picasso y por su obra y el descubrir que hay aspectos oscuros de su personalidad", ha admitido. "Ha sido un trabajo intensísimo, revelador, deslumbrante, por momentos agotador, pero volvería a empezar de nuevo. Adoro al personaje, pero eso no quiere decir que lo apoye continuamente. Hay muchos Picassos, tantos como estilos, tantos como amantes tuvo, tantos como esposas tuvo", dice en una entrevista con RTVE.es el actor malagueño, que reconoce que aún tiene al personaje muy metido para poder hacer una valoración con perspectiva de su trabajo.
Hace dos años, en una entrevista con RTVE.es y haciendo alusión al proyecto de 33 días, Banderas reconocía que con el personaje de Picasso se la jugaba y que no quería "fallarle a Don Pablo". Pero, ¿cuál es la sensación ahora? "Don Pablo tenía mandanga, cuidado, Don Pablo era mucho Don Pablo, y lo he descubierto al hacerlo. Al no fallarle quería decir que quiero hacer lo mismo que él: decir la verdad. No le gustaba la belleza, ni el sentimentalismo. He tratado de comerme las zonas oscuras de Picasso, que siendo mi héroe me costaba meterme en la cabeza para hacerlas, he tenido que sacrificar, decir 'no, tengo que hacerlo, ser un profesional, no puedo juzgarlo moralmente, ni para bien ni para mal. Fallarle a Picasso no es interpretarlo mal, es interpretarlo de mentira".
Por contra, el actor malagueño ha disfrutado constatando la honestidad como artista de Pablo Picasso y su capacidad de reinventarse constantemente: "Yo con lo que me quedo al final es con la dimensión artística del personaje. Nadie le puede robar eso. Esa sinceridad extrema, no buscar el aplauso, esa continua innovación, no sentirse nunca contento con nada de lo que estaba haciendo e ir reinventándose continuamente. Creo que es el artista, no solamente el pintor, que más logra reiventarse a lo largo de su carrera".
"Me da un coraje enorme que Franco se muriera tres años después de Picasso"
"Es muy difícil encontrar a alguien tan totalmente abandonado al arte solamente, por encima de cualquier consideración, por encima de cualquier persona y en muchos casos por encima de él mismo. Él hasta el final es artista, con lo bueno y con lo malo que eso conlleva, porque esa sinceridad y honestidad que él arrastra, ese niño continuo que se resiste a morir dentro de él, curioso y que necesita de una cantidad tremenda de estímulos que le vayan llegando para poder seguir, eso emociona. Cuando lo ves tan de cerca te produce una emoción muy extraña", afirma.
El malagueño, que para prepararse el papel ha buceado en libros y libros de la historia de su paisano y tiene amistad con algunos de sus nietos, ha defendido también que Picasso siempre deseó regresar a España y que siempre tuvo a Málaga en su recuerdo, pero se negaba a hacerlo mientras viviera el dictador Francisco Franco.
"A Franco no le aguantaba, y ya soportó a los nazis en Francia. Él lo decía, 'yo quiero que el Guernica se vaya para España, pero cuando se muera este, antes no quiero que se vaya nada para allá'. Y mucha gente leyó eso como que no quería nada con España, y eso no es verdad, estaba todo el día escuchando pasodobles y yendo a los toros", ríe el actor de 57 años.
En este sentido, Banderas lamenta que Picasso no pudiera nunca regresar a su tierra natal: "A mí me da un coraje enorme que Franco se muriera tres años después de Picasso, porque a mí me habría encantado ver a Picasso dándose un paseíto por la Malagueta y recibiendo el aplauso de los malagueños", concluye el actor, que ha podido hacer realidad su sueño y, desde la ficción cinematográfica, el de su paisano universal.