'Vinómics', el maridaje de dos pasiones: el vino y el cómic
- Autores como Monteys, Fontdevila, Sagar o Gallardo nos invitan a degustar viñetas inspiradas en el vino
- “La idea es acercar el vino a la gente de la calle”, asegura Raúl Deamo
Creador narrativo y visual y la mitad del equipo Deamo Bros (junto a su hermano Daniel) Raúl Deamo confiesa tener dos grandes pasiones, el cómic y el vino. Así que, en 2016, decidió maridarlas en una web (Vinómics) en el que grandes autores de cómic realizaron historias sobre el tema. Ahora la segunda temporada de este proyecto ha saltado al papel en el cómic Vinómics: Relatos gráficos con sabor a buen vino (Norma editorial).
“El vino y el cómic –asegura Raúl- son dos mundos diferentes y desconectados el uno del otro pero son dos de mis grandes pasiones. Hace unos años se me metió en la cabeza que podía buscar una forma de conectar esas dos pasiones, esos dos mundos. Pero no tenía muy claro si era ésta una buena idea. Más tarde descubrí un magnífico cómic, Los Ignorantes, del francés Étienne Davodeau. Este cómic me hizo ver que se podían crear historias muy interesantes y entretenidas sobre los viñedos, el vino y sus elaboradores. A partir de ese momento ya no había marcha atrás”.
“Cómic y vino -continúa Raúl- tienen algunas cosas en común. Detrás de una novela gráfica o una botella de vino hay un autor o autores de talento que se dejan la piel en crear un buen producto y darlo a conocer. Esto es más evidente cuando conoces una pequeña bodega formada por muy pocas personas. Estos elaboradores de vino, enamorados de su trabajo, cuidan personalmente todos los detalles del proceso para crear un producto con personalidad propia que produzca en el consumidor ciertas sensaciones, emociones. A mí esto me recuerda mucho al mundo del cómic. Además para elaborar un vino se tarda como mínimo un año, es muy similar al tiempo que se tarda en realizar un cómic. Por último a la botella de vino, al igual que al cómic, hay que bautizarle con un nombre y crear una etiqueta, la cubierta en el cómic, que transmita su contenido”.
“Al final –concluye Raúl- decidí enfocar la iniciativa en forma de un cómic colectivo en que diferentes autores de talento desarrollasen de forma libre una historia corta. Hacer el proyecto plural me parecía más interesante e inesperado. Tenía claro que tenía que ser on-line con el fin de llegar al máximo número de personas para luego tener una segunda vida en papel, tal y como ha acabado ocurriendo de la mano de Norma Comics. De todas formas para conseguir todo esto se necesitaba a una institución del sector de vino que acogiese esta propuesta y la financiase. Aquí entra la DO Catalunya, que se entusiasmó desde un principio y apostó rápidamente por estos Vinómics que acogió e hizo suyos. Ahora puede parecer una decisión fácil pero en aquel momento creo fue una decisión valiente por su parte, apostaban por algo nuevo en el sector vinícola y, por tanto, con ciertos riesgos”.
Grandes autores
Destacar los grandes autores que participan en el cómic: Alberts Monteys, Deamo Bros, Manel Fontdevila, Oriol Malet, Sagar, Maribel Carod, David Morancho, Miguel Gallardo, Jaime Martín, Bea Tormo, Raule, Roger Ibáñez, Àlex Roca, Andrés Palomino, Ana Belén Rivero, Martín Tognola y Jorge Carrión.
“Destacaría su calidad –asegura Raúl-, son todos autores a los que admiro y muchos son autores destacados del panorama actual. Intenté que hubiese autores de estilos tan diferentes como complementarios para conseguir un mosaico narrativo interesante. La idea era también que fueran autores que viviesen en Cataluña para poder quedar con ellos en personas y que la DO Catalunya les pudiese enseñar un día campos de cultivo y bodegas de nuestro territorio para que tuviesen un punto de partida de cara a inspirarse. Después de esa visita cultural hubo una calçotada maridada, como no, con buenos vinos del territorio”.
“Todos los autores –añade- tuvieron libertad creativa de cara a enfocar sus historias. La DO Catalunya también entendió que este punto era clave. Había que evitar lo que ocurre en otros proyectos de encargo donde el autor no puede brillar porque le han limitado la libertad creativa o le hacen crear un publirreportaje. Cada autor ha explorado el tema vinícola de formas muy diferentes y personales, eso ha generado una gran riqueza narrativa y ha sido el germen del éxito final de este proyecto”.
Y es que, el resultado gráfico es muy variado: “Las historias que forman Vinómics –comenta Raúl- son de géneros y estilos muy diferentes ya que cada una responde al estilo de cada autor o tándem de autores. Los Vinómics son un abanico muy amplio de géneros: autobiografía, fantástico, humor friki, drama, parodia, ensayo, ciencia-ficción... Para mí esto es una muestra del gran potencial narrativo de la historieta, en este caso con un punto en común, el vino como inspiración”.
“Lo que se decidió con tal de unificar estilos tan diferentes fue marcar una extensión de 6 páginas y utilizar una paleta de colores común. Una paleta formada por el color del vino tinto y el vino blanco. Esta paleta de colores ha ayudado a que Vinómics tenga también personalidad a nivel visual” –concluye-.
Acercar el vino a la gente común
El vino siempre fue la bebida del pueblo, pero estos últimos años parecía haberse vuelto un poco snob. “El mundo del vino –asegura Raúl- ha sido elitista, o ha dado esa imagen, durante las últimas décadas. Ahora creo que está haciendo el trayecto contrario, acercándose al público joven, buscando una imagen más simpática, informal, incluso divertida. En cambio otras bebidas como la cerveza o el gintonic ahora buscan dar una imagen de bebida sofisticada. De alguna forma parece que hay un cambio de papeles en estas bebidas últimamente”.
“La idea era esa, acercar el vino a la gente de la calle, bajarlo de ese altar snob en el que muchos colocan a esta bebida. Hacer que vuelva a ser una bebida cotidiana, de proximidad y social como lo fue para nuestros padres o abuelos. En plena era de redes sociales es bueno recordar que el vino es una bebida que se disfruta en familia, con amigos o con la pareja. Una botella de vino está pensada para ser compartida y para acompañar comidas y sobremesas”.
Este cómic ha sido un éxito, colocándose enseguida entre los más vendidos: “El resultado ha superado las expectativas –asegura Raúl-. La acogida por parte de público y medios de comunicación ha sido muy buena. El sector del vino y su prensa especializada son los que más atención han puesto en el proyecto pero también la prensa generalizada. De hecho el vinómic de Albert Monteys se publicó en paralelo en el dominical de un diario nacional. Todo esto se debe a que Vinómics ha representado una forma innovadora de proyectar el mundo vinícola a la sociedad, de hacerlo más cotidiano y simpático. Por otro lado los autores, muchos de los cuales no conocían demasiado el mundo del vino, ahora se han acercado a este mundo y algunos lo han incorporado a sus intereses culturales y hedonistas”.
Las sensaciones de un buen vino
Raúl nos recuerda que: “El vino es una bebida con 5.000 años de historia, de ahí que arrastre un importante legado mitológico, ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Por eso la tradición oral, los textos antiguos y las religiones contienen tantas referencias al cultivo de la vid y a esta bebida que al principio tenía un carácter mágico. El vino forma parte del ADN de nuestra cultura mediterránea y de la mayoría de países occidentales. Sólo hace falta recordar qué bebida se sirve en misa o la cantidad de refranes que tenemos sobre vino”.
“Pero –continúa Raúl- la idea no era hacer historietas pedagógicas. Hacer eso habría sido encorsetar a los autores y crear un proyecto menos interesante. La idea era que cada autor enfocase su historieta con total libertad. El vino podía ser el centro de la historia o una simple excusa narrativa. Lo que queríamos, y creo que hemos conseguido, es que fuesen buenas historias, independientemente del tratamiento y peso del vino en la historia. Algunos autores como Manel Fontdevila, Miguel Gallardo o Bea Tormo han apostado por un tratamiento autobiográfico. Estos autores sí que han aportado pinceladas pedagógicas que describen en primera persona como ellos han entendido el mundo vinícola y sus particularidades. Lo que sí hubo en todo los casos es un asesoramiento por parte de la DO Catalunya para que en los cómics no hubiese errores o explicaciones inexactas de la parte vinícola”.
Y es que querían conseguir un cómic que transmitiera las sensaciones de un buen vino: “A mí el vino, como el cómic, me despierta sensaciones, emociones, me divierte, me formula preguntas... Me gusta el debate posterior con el resto de personas que han leído el cómic o probado el vino. En los dos casos, yo que soy muy curioso, me pregunto por las personas que hay detrás de estos dos productos culturales. Porque el vino también se puede considerar un producto cultural. Más allá de los típicos vinos que encontramos en un supermercado hay vinos de autor o de garaje, de elaboraciones poco habituales, de microbodegas, de elaboración ecológica o biodinámica, de alta montaña... por no hablar de todas las regiones y Denominaciones de Origen que tenemos en nuestro territorio”.
“Sería –añade- como hablar en el mundo del cómic de autores, editoriales, estilos gráficos, manga, cómic independiente, de superhéroes... Son dos mundos extensos, muy ricos y con grandes productos y autores. Que se lo digan a los franceses que son muy conscientes y enamorados de sus vinos y cómics, forman parte importante de su cultura, lo tienen muy claro. Tenemos mucho que aprender de ellos”.
La "BacusPedia"
Como comentábamos, el cómic está siendo un éxito. Por eso preguntamos a Raúl sobre su continuidad en papel u online. “Pues funcionó muy bien a nivel on-line y ahora la edición impresa también parece que está funcionando bastante bien pero no tengo por el momento demasiada información al respecto. Creo que este proyecto es poco habitual en el mercado y sólo por eso puede ser interesante a lector, incluso a un lector que no lee habitualmente cómic. Si a eso sumamos la calidad de los autores, una cuidada edición por parte de Norma Cómics y la hermosa cubierta realizada por Raquel Ródenas creo que tenemos unos cuantos puntos fuertes”.
“De momento –añade- no hemos hablado sobre una continuidad de Vinómics. Lo que sí acabamos de lanzar, también de la mano con DO Catalunya, es la BacusPedia. Se trata de una serie de cápsulas de animación que explican de forma fácil y divertida la muchas veces misteriosa y críptica terminología vinícola. El dibujo y la animación son de Alex Roca (también autor de Vinómic) y los guiones de un servidor“
Dibujantes en las etiquetas de los vinos
Preguntamos a Raúl que nos recomiende cómics relacionados con el vino: “Como ya comenté antes hay uno buenísimo, imprescindible, es Los Ignorantes de Étienne Davodeau. Este cómic lo recomiendo mucho. Luego existe también un famoso manga sobre el mundo del vino que se llama Las Gotas de Dios. Yo aún no lo he leído porque desgraciadamente no está editado en castellano. Este manga es un éxito de ventas en Asia y todos las botellas de vino que aparecen es sus páginas se agotan en poco tiempo. Las bodegas están deseando que alguno de sus vinos aparezca en este manga. Se trata de un fenómeno muy poco habitual. Y no te puedo recomendar más cómics sobre el tema porque no conozco más”.
“Lo que sí puedo recomendar –añade Raúl- es que la gente se fije en las etiquetas de las botellas de vino ya que de vez en cuando reconocidos historietistas son sus autores. Por ejemplo, hay un vino muy popular y que está en la mayoría de restaurantes cuya etiqueta está realizada por Miguelanxo Prado, seguro que la habréis visto más de una vez. Una pista, aparece un perro de un color poco habitual. Pero hay muchos otros dibujantes que han ilustrado etiquetas de vino, autores como Mike Mignola, Bernet, Liniers, Mariscal, Guitián, Oriol Malet (autor también de Vinómics), Pilarín Bayés, dibujantes de Charlie Hebdo...”
“En Barcelona –concluye- hay también una muy importante tienda y distribuidora de vinos que cada año publica su extenso de catálogo de vinos. En cada edición encargan su cubierta a un importante ilustrador o autor de cómics, dibujantes como Milo Manara o Francisco Ibáñez son algunos de ellos. Cada vez que encuentro alguna de estas fantásticas uniones de vino y cómic la publico en Twitter bajo el hasthtag #winelovescomic ¡Salud y vino amigos!".