El Dáesh golpea de nuevo en Francia: "Los malvados no descansan"
- El grupo terrorista mantiene su amenaza pese a perder territorio en Siria e Irak
- Un nuevo ataque en el sur de Francia deja cuatro víctimas mortales
- Los expertos analizan cómo afrontar y combatir el problema desde su origen
Francia ha vuelto a sufrir esta semana el zarpazo del terrorismo yihadista con el ataque a un supermercado de la pequeña localiad de Trèbes, que ha dejado cuatro víctimas mortales y cuya autoría ha asumido el Dáesh a través de sus órganos de propaganda.
El responsable del ataque, Redouane Ladkim (marroquí residente en la ciudad de Carcasona), dijo ser "soldado" de la organización terrorista y estar "dispuesto a morir por Siria". Es una muestra más de que a pesar de haber caído el califato territorial del grupo criminal en Siria e Irak, la amenaza sigue ahí.
Conclusiones que fueron analizadas en el I Congreso Internacional sobre Ciudad y Terrorismo Global, celebrado este mes en Madrid, y que ha puesto sobre la mesa el problema del terrorismo internacional desde lo general a lo particular, de la geoestrategia a las calles.
Pocos recursos y atentados de alto impacto
Ladkim robó un coche en Carcasona tras matar a su ocupante, tiroteó a un grupo de gendarmes y se atrincheró en el Super U de Trèbes con varios rehenes. Reclamó "la liberación de sus hermanos" antes de disparar mortalmente a un cliente y un empleado de la tienda, y exigió la libración de Salah Abdeslam, detenido por los atentados de París del 2015, según el fiscal general francés, François Molins.
La cuarta víctima es un gendarme que resultó herido tras intercambiarse por una rehén, y Ladkim murió por los disparos de los agentes en el supermercado, en el que la policía ha encontrado tres artefactos explosivos caseros de mediana potencia.
El terrorismo internacional es "un problema sin duda grave, pero no existencial", ha explicado Jesús Núñez, coordinador del Instituto de Estudios Sobre Conflictos y Acción Humanitaria, que apuesta por indagar en las causas profundas del problema.
Núñez defiende que "tenemos que escapar de los extremismos" que llevan a considerar el terrorismo una amenaza existencial y en otros casos como una amenaza fantasma. "Si no vamos a las causas profundas detrás de Osama viene Ayman al-Zawahiri, y detrás de Abu Bakr al-Baghdadi vendrá el siguiente porque las causas estructurales que llevan a la radicalización de individuos para apuntarse a esos grupos seguirán estando ahí", ha asegurado.
La contranarrativa frente al terror
La propaganda terrorista llega a través de redes sociales, medios de comunicación y a través de la música. Los cánticos 'nasheed' han servido, especialmente a los terroristas de Dáesh, para tratar de dotar de épica sus crímenes, cuyos planos, grabados en alta definición, guardan similitudes con producciones de Hollywood. Al Qaeda trabaja ahora para recuperar protagonismo.
La Policía francesa que investiga el ataque en Trèbes ha encontrado en el registro de la casa de Ladkim propaganda e información relacionada con el Dáesh, además de direcciones electrónicas de páginas radicales islamistas.
Una de las ideas para hacer frente al discurso terrorista es dar voz a las víctimas para añadir el componente emocional frente al discurso terrorista, como propone María Jiménez Ramos, directora de comunicación de COVITE. Hay que "potenciar narrativas alternativas que buscan proponer una serie de valores, (...) para muchos investigadores es muy efectiva", afirma.
Jiménez Ramos apuesta por combatir los bulos y dar protagonismo a las víctimas, pues sus testimonios e historias pueden jugar un papel trascendental para prevenir y tratar el radicalismo.
Asimismo, contra el terror, existen iniciativas como la que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Málaga a partir del Plan Estratégico Nacional de Lucha contra la Radicalización Violenta que lanzó el Gobierno hace tres años.
En España, los atentados de Barcelona y Cambrils evidenciaron la necesidad de implantar sistemas locales de alerta ante radicalismo que permitan evitar cualquier tipo de violencia, pero lo cierto es que a día de hoy, según la Federación Española de Municipios y Provincias, de los 8000 ayuntamientos que hay en el país, solo una veintena aprovecha esas herramientas que creó el CITCO, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado.
"Los malvados no descansan"
El terrorismo internacional provocó 26.000 muertos en 2016, y tres de de cada cuatro víctimas están en Irak, Afganistán (el último ataque este mismo domingo, contra una mezquita Chií en el oeste del país), Nigeria, Pakistán y Siria.
Un terrorismo que mata, especialmente a musulmanes, y cuya semilla de odio, logra, sin embargo, el doble objetivo: matar y extender la islamofobia.
Luis Francisco Astorga,capitán de Navío y director del Departamento de Política de Seguridad y Defensa en la ESFAS, describe la lucha contra el terrorismo como un conflicto asimétrico y planetario, “es una guerra global. Sun Tzu decía que la guerra es como el agua, se adapta a la forma de la vasija, y Clausewitz decía que es una confrontación sangrienta de voluntades, pero, ¿cuál es el objetivo de los terroristas? Es la pasión, es la gente. Sus acciones están encaminadas a minar nuestra voluntad, y alguna vez lo han conseguido".
En su último mensaje, producido hace unos días, el cirujano y terrorista Ayman Mohammed Rabie al-Zawahir, líder de Al Qaeda, amenaza a Francia, a Estados Unidos y específicamente a España, a lo que denomina "las tierras de al-Andalus".
En Irak los 'Banderas Blancas' tratan de hacerse con el vacío de poder que dejan los terroristas del pseudo-califato, como explica el coronel Pedro Baños. "Estos grupos surgen porque no han desaparecido las causas raíz que dieron origen al surgimiento y expansión del Estado Islámico, tanto en Siria como en Irak", señala Baños.
"Los malvados no descansan, seamos tan pertinaces como ellos", instaba uno de los conferenciantes en el Congreso sobre Terrorismo Global.