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El Nobel Bob Dylan imparte un concierto magistral en Salamanca

  • Es el primero de su gira en España, que le llevará a Madrid y Barcelona
  • Dylan triunfa ante un público entregado desde antes del inicio del concierto

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Bob Dylan en una actuación en Francia en 2012.
Bob Dylan en una actuación en Francia en 2012.

Bob Dylan, Premio Nobel de Literatura de 2016, ha impartido este sábado en Salamanca, donde su Universidad celebra este año su VIII Centenario, una clase magistral, un concierto para melómanos y para fieles al legendario músico, poeta y cantante, el primero de su gira en España y que continuará en Madrid y Barcelona.

Dylan ha estado intimista y vibrante, lúcido y entregado, ha recordado viejos éxitos y ha ofrecido nuevos temas; Dylan ha brillado con su propia luz, con la que le valió el Nobel y con la que ha querido celebrar el VIII Centenario de la Universidad de Salamanca.

Un pabellón, el Multiusos Sánchez Paraíso, entregado desde antes de comenzar el concierto, unos espectadores que agotaron las entradas a los pocos minutos de salir a la venta, fieles seguidores, eternos enamorados de un Dylan que lleva grabando discos desde 1962, cuando publicó su álbum Bob Dylan.

Ante este entorno, el prolífico artista lo tenía fácil para no defraudar, sobre todo porque su parroquia -seguirlo es más una cuestión de fe, que un acto de fanatismo- conoce las reglas de juego que impone para sus conciertos, en los que no hay una canción parecida a la de sus discos, en los que cada nota que sale de los instrumentos que lo acompañan es una obra maestra, sin saludos de inicio ni de despedida, con un control exhaustivo para evitar fotografías.

Dylan apenas se levantó de su silla y dejó atrás su piano

Ha sido puntual, a las 22:00 horas en punto comenzó su concierto, como si fuera en uno de los bares ilustres del Nueva York de los años 60 del pasado siglo, con constantes cambios de ambientación. A las 22:00 horas se iluminaron las escasas luces del escenario, y comenzó con su Things Have Changed, una canción que empezó a ambientar a un pabellón entregado, con un público de edad ya madura.

Vestido con su chaqueta blanca y un pantalón negro, Dylan apenas se levantó de su silla y dejó atrás su piano. Solo en dos ocasiones, cuando cantó Highway 61 Revisited y ya al final de su actuación, al interpretar Why Try to changee me now; porque salvo esos dos momentos, y cuando a las 23:45 acabó el concierto, estuvo en todo momento sentado, sin hablar, sin responder a su público. Solo ha tocado el piano y ha cantado.

Y lo ha hecho de la mejor manera posible, con alguno de sus temas clásicos, como en su penúltimo, el histórico Blowin' in the wind, una canción que la llevó al terreno del blues, que ha sonado de la mejor manera posible.

Rodeado de un silencio monacal, de una estancia en Salamanca repleta de incógnitas, Dylan ha subido al escenario del Multiusos Sánchez Paraíso acompañado por su banda, la misma que estará con él en los conciertos de Madrid (los días 26 y 28 en el Auditorio Nacional) y de Barcelona (los días 30 y 31 en el Liceo).

Charlie Sexton y Stu Kimball, guitarristas; el bajista Tony Garnier, el batería George Receli y el multi-instrumentista Donnie Herron, vestidos totalmente de negro, como en los locales neoyorquinos del siglo pasado.

Casi 3.000 conciertos con su gira The Never Ending Tour

El sabado por la noche ha ofrecido trabajos de su último lanzamiento, Trouble No More, el volumen número 13 de su aclamada The Bootleg Series que recupera rarezas y canciones inéditas de su misteriosa 'etapa cristiana' iniciada a finales de los 70.

Desde 1988 tiene en cartel una gira como The Never Ending Tour, con cerca de 3.000 conciertos, y siempre ha subido a los escenarios de forma rompedora, diferente, sin complejos, alejado de convencionalismos, sin que se sepa realmente lo que va a interpretar.

Así es este legendario músico, autor o cantante, cuyo verdadero nombre es Robert Allen Zimmerman, considerado como una de las leyendas vivas de la música del siglo XX, con canciones como Blowin' in the Wind.

En total han sido 21 temas, que comenzó con Things have changed y terminó con el Ballad of a thin man, los mismos que ofreció el pasado jueves en Lisboa (Portugal).

Dylan no ha defraudado a sus fieles, ha ofrecido un concierto con letras que son auténtica poesía, en la ciudad que celebra este año el VIII Centenario de su Universidad, como si se tratara de una clase magistral impartida en una de las aulas históricas de esta institución, como ya lo hicieron Fray Luis de León o Miguel de Unamuno.