'Vamos, nena, que te comen la merienda', las chicas de hoy en día
- So Blonde y Marta Masana hablan sobre tres generaciones de mujeres
- La protagonista es una mujer divorciada que tiene a su cargo a su madre y a su hija
El humor es una de las formas más eficaces para reflejar la sociedad de cada momento. Un buen ejemplo es el divertido cómic Vamos, nena, que te comen la merienda (Planeta Cómic), de la escritora y guionista So Blonde (El Jueves) y la dibujante Marta Masana (Mocca Café), en la que reflejan, con mucha ironía, la vida de una mujer divorciada de 39 años.
“El comic –asegura So Blonde- nos habla del día a día de una mujer divorciada, madre de una adolescente, profesional estresada y mal pagada que ha de ejercer de sustento de su pequeña familia en la que se incluye su progenitora (Asunción), su hija (Luna) y la perrita. Esta es una historia de mujeres de verdad, alejadas de cualquier ideal, sienten con toda la crudeza y la ordinariez de lo cotidiano”.
“Una de las cosas más curiosas de observar –continúa la guionista- es cómo se entretejen esos lazos a través de varias generaciones, con las dificultades y diferencias que eso conlleva. Además se sitúa en el contexto actual, un momento de grandes dificultades económicas y sociales, que agravan las tensiones y los problemas ya existentes, y en donde se va a hacer patente la necesidad de un reencuentro familiar y la potenciación de los recursos personales como modo de supervivencia”.
En cuanto al simpático título del cómic. “Hace referencia –asegura So Blonde- a la situación de la protagonista (Maika), que está cerca de cumplir los cuarenta años y debe replantearse qué ha sido de su vida y, sobre todo, qué va a ser a partir de ahora. Ella, como muchas otras mujeres, debe enfrentarse al hecho de que las circunstancias la han convertido en una secundaria de su propia vida. Todo el mundo recurre a ella que acaba desbordada, sin tiempo para ocuparse de sus propias necesidades”.
“Permanece –continúa- a la espera de que algo ocurra, cuando es ella misma la que tiene que reivindicar su lugar en el mundo, pedir ayuda de manera asertiva y no precisar de permisos ajenos para empezar a tomar cartas en el asunto; debe soltar el papel de eterna sufridora y aprender, con un toque de humor, a comerse su propia merienda.
Mujeres de verdad
A pesar de la comedia salvaje, tanto la protagonista como las situaciones a las que se enfrenta se basan en hechos reales. “Maika es una mujer activa y capaz, en cuanto a sus quehaceres diarios, y sin embargo siente que está encerrada en una existencia gris, cargada de obligaciones y receptora de los embates que la vida quiera mandarle. Parece ser una persona que ha perdido o ha olvidado sus sueños e ilusiones a lo largo del camino y cuyas pretensiones no van más allá de conseguir que todo funcione, su familia esté bien, y quizás encontrar un rato de tranquilidad en el que relajarse a solas”.
“Por todas estas razones –continúa So Blonde-, Maika acude a la consulta de una psicóloga, -recurso que sirve de recapitulación y cohesión narrativa-, en búsqueda de respuestas y también de un lugar en donde desahogarse y conectar con sus sentimientos. En el diván, al mismo tiempo que la propia Maika, descubriremos los cambios que se van operando en su interior y sus consecuencias externas. Por otra parte, varios sucesos repentinos la obligarán a a salir de su zona de confort, a enfrentarse a sus miedos y a descubrir oportunidades y apoyos donde quizás antes no esperaba hallarlos”.
¿Un cómic feminista?
So Blonde asegura que: “Desde luego es un comic feminista, entendido esto como soporte destinado a visibilizar a las mujeres, a que sus voces sean escuchadas, sus puntos de vista tenidos en cuenta. Tampoco podemos ignorar que todavía a día de hoy se vive una gran violencia hacia las mujeres solo por el hecho de serlo. Esto ocurre en los países que consideramos desarrollados y no digamos en otros”.
“Las mujeres –continúa la guionista- debemos aprender a reconciliarnos con nosotras mismas, a querernos y a valorarnos sin imponernos objetivos imposibles que nos debilitan y nos frustran, a poner límites respecto a situaciones que nos victimizan y enferman y, también, por supuesto, a expresarnos con más claridad. Quizás por esa razón sería bueno que las historias no sirvieran solo de vehículo de comunicación entre mujeres, sino también, como una forma de tender puentes entre ambos sexos a través de la comprensión, la empatía y el sentido del humor que lo hace todo más sencillo y amable”.
En cuanto a la situación de la mujer en la sociedad actual, So Blonde nos comenta que: “Creo que vivimos tiempos convulsos en lo que lo antiguo y lo nuevo se mezclan sin saber muy bien de qué manera acoplarse. Las mujeres han ganado mucho terreno y eso queda patente en muchos campos, pero también queda trabajo por hacer. Se siguen arrastrando heridas del pasado, reminiscencias, a veces inconscientes, observables sobre todo a través de las consecuencias que generan”.
“Cada mujer debe aprender a serlo con las herramientas de las que disponga. Asunción perteneció a una época muy dura, llena de privaciones y en la que era muy difícil expresar la debilidad o los propios deseos. Maika, por el contrario, vivió un periodo de grandísimos cambios, a caballo entre la apertura a una gran libertad y una tiranía paterna y social, muchas veces soterrada, que se manifestaba a través de un eterno sentido del deber y de la culpabilidad”.
“Luna –añade So Blonde-, es la tercera generación, es una millennial. Vive su sexualidad de forma natural y abierta, explora el mundo con una mezcla de rebeldía adolescente y un sentido de la incipiente identidad propia que ya se ve bastante marcado en ella. No obstante también va a encontrarse con otra serie de problemas y peligros. Se siente más arropada que sus predecesoras y eso la permite aspirar a cotas superiores”.
“Un toque que me encanta –concluye la guionista- es el papel de las mejores amigas como círculos de apoyo en la vida, pero también como un espejo en el que vernos reflejados por nuestros aciertos y nuestras debilidades, porque tal vez sea una de las relaciones más sinceras que uno puede llegar a poseer, aunque no por ello carezcan de tensiones o de lados oscuros.
Hay que aprovechar la vida
El cómic también nos invita a aprovechar la vida todo lo que podamos. “Por supuesto –asegura So Blonde-. La vida es algo que se escapa con demasiada facilidad como para desperdiciarla. Otra cosa es el concepto que cada uno tenga de “vivirla a tope”. Para algunos el hedonismo y la búsqueda del placer inmediato es lo máximo. Otros se embarcan en la realización personal, en ocupar la vida en actividades que les llenen o les hagan sentir más validos en determinados campos”.
“Por otra parte –añade la guionista-, concibo la risa y el sentido del humor como una terapia vital, muchas veces puede parecer que la parodia banaliza las situaciones, es posible, como también lo es que las hace más digeribles y llevaderas. Nos permite desdramatizar, ver las cosas desde otra perspectiva y actuar mejor. Eso es a lo que invita “Vamos, nena…. No hay fórmulas únicas, cada uno debe encontrar la suya y hacer lo que pueda, que no es poco”.
Sobre sus proyectos, So Blonde nos comenta que: “Llevo un ritmo de publicación bastante fuerte últimamente. El año pasado salió la novela de humor Edifico Hadrón con Ediciones B y este me meto en fantasía urbana con La Tríada de la mano de Dolmen Editorial. Además tengo participación en varias antologías. En cuanto a viñetas hay semanas que escribo para hasta cuatro dibujantes distintos en El Jueves y en verano publicaré en Estados Unidos un one shoot de acción hard boiled junto a Toni Giménez y Juanma Aguilera gracias a Juan Torres y su sello Amigo Cómics”.