El papa Francisco pide a los cristianos durante la Vigilia Pascual que no enmudezcan ante las injusticias
- El pontífice pide a los creyentes que se esfuercen por generar caminos de dignidad
- La tumba vacía quiere desafiar, movilizar, cuestionar y animar a creer
- El papa bautiza a ocho adultos de Albania, Italia, Nigeria, Perú y Estados Unidos
El papa Francisco ha pedido a los cristianos que no enmudezcan ante las injusticias que sufren las personas y se esfuercen por generar caminos de dignidad, durante la homilía que ha pronunciado durante el rito de la Vigilia Pascual de este Sábado Santo.
La ceremonia ha iniciado con una basílica de San Pedro del Vaticano en penumbra y en silencio para simbolizar el dolor "ante la muerte del Señor", sobre el que ha girado la homilía, un silencio en el que todo el mundo puede "reconocerse y cala hondo en las hendiduras del corazón del discípulo que ante la cruz se queda sin palabras".
"El discípulo que se queda sin palabras al tomar conciencia de sus reacciones durante las horas cruciales en la vida del Señor: frente a la injusticia que condenó al Maestro, los discípulos hicieron silencio; frente a las calumnias y al falso testimonio que sufrió el Maestro, los discípulos callaron", ha lamentado Francisco.
Este discípulo se quedó paralizado, ha proseguido, sin saber reaccionar ante tantas situaciones dolorosas que lo agobiaban y rodeaban. "Es el discípulo de hoy, enmudecido ante una realidad que se le impone haciéndole sentir, y lo que es peor, creer que nada puede hacerse para revertir tantas injusticias que viven en su carne nuestros hermanos".
Esta actitud silencia "la esperanza" y "normaliza" las injusticias
Francisco ha criticado que esta actitud silencia "la esperanza" y acostumbra a la persona a pensar que "siempre se hizo así", por lo que acaba "normalizando" las injusticias. "En medio de nuestros silencios, cuando callamos tan contundentemente, entonces las piedras empiezan a gritar", igual que gritó la del sepulcro en el que fue enterrado Jesús para decir que había resucitado.
El pontífice ha dejado claro que celebrar la Pascua es "volver a creer que Dios irrumpe y no deja de irrumpir" en la vida de las personas desafiando sus "conformantes y paralizadores determinismos". En este sentido, ha recalcado que Jesús resucitó de la muerte para hacer a los hombres parte de su obra salvadora.
Y ha indicado a este respecto: "Este es el fundamento y la fuerza que tenemos los cristianos para poner nuestra vida y energía, nuestra inteligencia, afectos y voluntad en buscar, y especialmente en generar, caminos de dignidad. 'No está aquí... ha resucitado! Es el anuncio que sostiene nuestra esperanza y la transforma en gestos concretos de caridad".
Por ello, ha explicado que "la tumba vacía quiere desafiar, movilizar, cuestionar" pero especialmente quiere animar "a creer y a confiar que Dios acontece en cualquier situación, en cualquier persona, y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia".
El rito de la Vigilia Pascual ha comenzado con la bendición del fuego en el que el Papa marca con un punzón la primera y la última letra del alfabeto griego, alfa y omega, símbolos de la eternidad, además de las cifras del año en curso en el Cirio Pascual. Después se ha celebrado la "liturgia de la Palabra" y por último la "Liturgia Bautismal", en la que ha bautizado a ocho adultos provenientes de Albania, Italia, Nigeria, Perú y Estados Unidos.