Desde este domingo se puede acceder desde cualquier punto de la UE a contenidos digitales pagados en un país
- Por ejemplo, un abonado de Netflix-España podrá ver sus películas en cualquier país de la UE
- Los proveedores de contenidos de pago están obligados a cumplir la norma
- No podrán imponer cargos adicionales por ese servicio de portabilidad
A partir de este 1 de abril, los suscriptores de plataformas digitales de pago o quienes hayan pagado por películas, retransmisiones deportivas, vídeojuegos, libros electrónicos o música en un país de la Unión Europea pueden acceder a esos contenidos online desde cualquier punto de la UE en las mismas condiciones que lo hacen en su lugar de residencia. Así lo permite la entrada en vigor del reglamento sobre portabilidad transfronteriza de contenidos digitales, aprobado en junio del año pasado por el club europeo.
La nueva norma europea permitirá, por ejemplo, que un suscriptor de Netflix o Canal+ en España pueda acceder a las películas disponibles en los servicios de esas plataformas en ese país mientras está de vacaciones en Italia o en un viaje de trabajo en Londres. Hasta ahora, los usuarios se encontraban con que las películas, series o retransmisiones deportivas de sus proveedores de pago no estaban disponibles en otros países europeos o estaban en otros idiomas.
Esa portabilidad -que completa la desaparición del pago por el roaming dentro de la UE el pasado mes de junio- será obligatoria para las plataformas digitales de pago y sus proveedores no podrán imponer cargos adicionales a los consumidores o abonados por ese servicio.
Afecta a todos los proveedores de contenidos de pago
Todos los proveedores de servicios online de pago están obligados a cumplir la nueva normativa, entre ellos servicios de vídeo a la carta (Netflix, HBO, Canal+, Amazon Prime), proveedores de TV en línea (Sky's Now TV, Viaplay o Voyo), servicios de música en streaming (Spotify, Google Music, Deezer) o plataformas de vídeojuegos online (Steam, Origin).
Por contra, los proveedores de contenidos digitales gratuitos -como los servicios online de TV y radio públicas- podrán elegir si ofrecen esa portabilidad de sus contenidos. Si deciden hacerlo, tendrán que cumplir todas las reglas de la nueva normativa europea.
La Unión Europea trata así de responder a las necesidades de sus ciudadanos, ya que un 64% de ellos utilizaron internet en 2016 para acceder a juegos, fotografías, películas o música, según los últimos datos recopilados por la Comisión Europea.
Aparte de los usuarios, la regulación europea beneficia también a los proveedores, ya que podrán ofrecer la portabilidad transfronteriza sin tener que adquirir licencias para emitir esos contenidos en otros territorios.
Por otra parte, la legislación de la UE ofrece "garantías sólidas" a los titulares de derechos sobre esos contenidos para evitar abusos, según ha explicado Bruselas.