Tanzania lanza un proyecto "sin precedentes" para proteger a sus elefantes
- Controlará a decenas de paquidermos del parque nacional de Selous
- El 90% de la población ha desaparecido de esta zona en solo 40 años
- El programa se ha elaborado junto con el Fondo Mundial para la Naturaleza
El Gobierno de Tanzania, en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), ha lanzado un proyecto para controlar a unos 60 elefantes del parque nacional de Selous (sur) e identificar las amenazas después de haber perdido al 90% de estos paquidermos en la zona en los últimos 40 años.
El programa "sin precedentes" se basa en la instalación de collares que permitirán "supervisar los movimientos de los elefantes e identificar y actuar en tiempo real contra las amenazas", entre las que destacan la posibilidad de encontrarse con cazadores furtivos, indicó WWF en un comunicado divulgado en Dar es Salam.
"En una zona tan vasta como el Selous, donde la caza furtiva continúa, una mejor información del paradero de los elefantes es vital para anticiparse a los riesgos a los que se pueden enfrentar", afirma el vicecoordinador de programas para elefantes de WWF en Tanzania, Asukile Kajuni.
En los últimos 40 años, la caza furtiva de elefantes para extraer el marfil de sus colmillos ha provocado que su población en el Selous caiga desde los 110.000 a los 15.200, algo que provocó que la Organización de las ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) incluyera al parque en su lista de Patrimonios de la Humanidad en peligro. Los 60 animales empezarán a formar parte de la iniciativa a lo largo de los próximos 12 meses.
Para ello, los elefantes son sedados durante cerca de media hora, tiempo en el que los expertos también les hacen una revisión de su salud. Los transmisores de los collares enviarán los datos a los móviles de los equipos involucrados en la protección de los paquidermos, incluidos los guardas del parque.
Trabajos con las comunidades locales
El proyecto también incluye trabajos con las comunidades locales para concienciarlos sobre la gravedad de los crímenes relacionados con la caza furtiva, así como con los investigadores de delitos contra la fauna y con fiscales para asegurarse de que los cazadores reciban condenas adecuadas.
Según los datos de WWF, cada año son abatidos de media unos 20.000 elefantes en África para arrancarles los colmillos.