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Las mujeres animan los Premios Quirino

  • Los primeros Premios de la Animación Iberoamericana se entregan esta noche en Tenerife
  • Hablamos con tres de las directoras nominadas

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Marcela Rincón, Catalina Matamoros y Sofia Carrillo González en los Premios Quirino
Marcela Rincón, Catalina Matamoros y Sofia Carrillo González en los Premios Quirino

Los primeros Premios Quirino de la animación Iberoamericana, que se celebran en Tenerife, están logrando su objetivo de ser un foro de intercambio de ideas y de colaboración entre países. Además, las nominaciones nos han dado la oportunidad de descubrir cuanto talento hay en el sector, incluyendo a varias mujeres que han logrado ser finalistas de estos premios como las colombianas Marcela Rincón González (El libro de Lila) y Catalina matamoros (We are the inmigrants), las mexicanas Sofia Carrillo González (Cerulia) y Milagros Varguez (Arqueoastronomía Maya: observadores del Universo), la chilena Fernanda Frick (Here’s the plan) y la española Silvia Carpizo (The neverending Wall). Las tres primeras han venido a Tenerife y hemos hablado con ellas.

Marcela Rincón: ‘El libro de Lila’

Nominada a Mejor Película y Desarrollo Visual, El libro de Lila es la primera película de animación colombiana que dirige una mujer: Marcela Rincón, que encabeza un equipo en el que hay varias féminas: “La directora de arte, varias animadoras y responsables de storyboard, ilustración, finalización, sonido y colorización –asegura Marcela- Es algo muy bonito lo que pasó con esta película y espero que poco a poco se vayan incorporando nuevas compañeras. Conozco a muchas que están más que preparadas para dar el salto, porque tienen mucho talento”.

Marcela nos cuenta de qué va El libro de Lila y cómo surgió la idea: “Llevo 12 años haciendo animación infantil para la televisión y siempre estoy buscando nuevas ideas. Creo que los niños actuales han sido seducidos por los dispositivos tecnológicos y apenas tocan los libros. Y se me ocurrió la idea de esa niña, Lila, que es el personaje de un libro que está cayendo en el olvido y corre el riesgo de desaparecer porque nadie lo lee”.

En la película aparece una espectacular y colorida jungla de la literatura. “Parto –asegura Marcela- de un concepto muy potente que es el olvido, que concebí como un desierto. Y lo contrario a ese desierto sería la memoria, representada por este universo, esta selva en la que esos árboles y plantas representan la historia, el universo y la memoria del mundo. También exploramos un poco los distintos lenguajes de la historia del mundo y sus representaciones y los hemos incorporado a este lugar mágico”.

“La Selva de la Memoria –añade la directora- está muy inspirada en la selva de Chocoana de Colombia, aunque con todo maximizado, es mucho más frondoso y expresivo. En esa selva aparecen muchos elementos de las comunidades indígenas precolombinas de Colombia. La cuidadora de ese lugar, la guardiana de la memoria, es una mujer afro y hay unos personajes que son pequeñas estatuas que también ayudan a conservar la memoria. Y que son representaciones arqueológicas de distintas culturas de la humanidad, porque queríamos que esa selva reflejase la diversidad que tiene el mundo. Ahí conviven lo colombiano y lo universal”.

Una historia en la que las mujeres son las protagonistas. “Lila, su mejor amiga, la guardiana de la memoria… -comenta Marcela-. Los principales personajes son mujeres. Y el niño protagonista es el más temeroso, el que tiene más dudas. Las chicas son las guerreras y las valientes. Pero surgió de una forma natural, no fue premeditado. Surgió de dentro de mí.

Tras hacer historia con este largometraje, Marcela va a combinar televisión y cine: “Hacer una película de animación es un proceso muy largo, con Lila tardamos ocho años. De forma que mientras preparo un nuevo proyecto lo voy a combinar con nuestras series de televisión”.

Sofia Carrillo González: ‘Cerulia’

Cerulia, de la mexicana Sofia Carrillo González, también está nominada a dos Premios Quirino, Mejor Cortometraje y Mejor diseño de animación. “Está basado, nos cuenta Sofia, en un cuento que escribí hace 5 años, que hablaba sobre dejar ira a tus seres queridos. Estaba basado en primera muerte que me marcó, que fue la de mi abuelo paterno, y va sobre una niña pequeña que visita todos los días a sus abuelos en el cementerio y les lee cuentos, hasta que las cabezas de los abuelos empiezan a salir de las tumbas, como si florecieran. En otoño se siente un poco mejor, deja de visitarlos y entonces los cabellos de los abuelos caen como las hojas de los árboles”.

“Para la película –continúa- retomé ese cuento, le añadí cosas muy diferentes y lo enfoqué hacia el género del horror, aderezándola con anécdotas de mi infancia; como cuando jugaba con mis primas en una especie de bodega que mi abuelo usaba como carpintería. De ahí surge Cerulia, que es una mezcla de cuentos anécdotas y obsesiones”.

Como decimos, el corto también está nominado a mejor diseño de animación: “Soy hija de pintores y me gusta decir que mi niñez tuvo olor a óleo y a disolventes. Antes que narrativo mi universo siempre fue visual y tuve mucho contacto con los pintores surrealistas, como mi mamá. Me imagino que de ahí viene este universo de Cerulia”.

En cuanto a las mujeres en la animación Mexicana, Sofia nos cuenta que: “Hacer cortos es difícil en todas partes. Yo he tenido la suerte de que en cuestión de animación hubo otras mujeres antes que yo, que nos abrieron el camino. Algunas veces me ha tocado ser víctima de alguna rabieta de alguien pero intento ignorarlas y seguir adelante. La animación es algo muy complicado de sacar adelante y creo, que solo por eso la gente te respeta un poco más”.

El mundo de Cerulia es visualmente heredero de Tim Burton, Allan Poe y lo gótico. “Ha sido muy complicado. Hemos tardado un año y siete meses para construir los decorados y los personajes y luego animarlo todo. Mis cortometrajes anteriores me llevaron la mitad de tiempo. Todo es construido y rodado en stop-motion. Ha sido la vez que he podido disfrutar de un presupuesto un poco más holgado. También ha sido mi trabajo más satisfactorio”.

Tras este corto, con el que ha dado la vuelta al mundo, Sofia trabaja ya en nuevos proyectos: “Preparo el guion de un largometraje y tengo planes para hacer una serie que mezcla actores y animación. Y, por supuesto, siempre me rondan un par de cortos que espero poder rodar algún día”.

Catalina Matamoros: ‘We are the inmigrants’

La Colombiana Catalina Matamoros estudió animación en California y como proyecto de fin de carrera realizó el cortometraje We are the inmigrants, que está nominado a Mejor Corto de Escuela de Animación Iberoamericana.

“Es una película –nos comenta- sobre una familia de inmigrantes ilegales que quieren cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Trato el tema de la inmigración ilegal a gran escala, lo que significa que esa familia deja de tener entidad propia, deja atrás sus crisis personales, y acaba convirtiéndose en parte de una masa de individuos, perdiendo su individualidad”.

“Todos tienen sus propias historias y buscan un futuro mejor-añade-, pero cuando los convertimos en parte de esa masa sin personalidad no podemos identificarnos con sus historias personales”.

La película se rodó antes del anuncio de Donald Trump de construir un muro en la frontera de México. “Es de 2016 -asegura Catalina- antes del tema del muro, pero ya estaba en el ambiente. Yo he vivido en varias partes de Estados Unidos y he conocido a muchas personas que han cruzado la frontera de forma ilegal y me han contado sus historias, y me impresionaron. Y casi todos somos inmigrantes alguna vez. Yo, por ejemplo, estudie en EE.UU. con una cultura muy distinta a la mía. Todos, ya seamos legales o ilegales, salimos de nuestro país buscando una situación mejor”.

Catalina ha hecho, ella sola, todos los dibujos de los seis minutos de animación de este cortometraje. “Si, aunque he contado con la ayuda de dos compositores americanos para la música, Alexis y Sam, y la de una amiga canadiense para el diseño de sonido

“Pero la animación –añade- la he hecho yo con mi Tablet, fotograma a fotograma, durante un año. La película son seis minutos, con 12 fotogramas por segundo, así que calculad que he hecho miles de dibujos. Es un proceso largo y complicado. Pero cuando terminas es un orgullo”.

En cuanto a sus proyectos: “Ahora preparo otro cortometraje y trabajo en una serie de animación para niños. Tiene un enfoque educativo. Es la historia de dos niñas que viven en el lejano oeste a principios del Siglo XIX, y aprenden para que sirven las constelaciones, por qué la lluvia es importante… es de carácter educativo y pensada para el público preescolar”.

Tres mujeres de gran talento que aportan una mirada fresca y novedosa al mundo de la animación.