La lucha por los derechos de los afroamericanos contada por uno de sus protagonistas
- March, es la historia del congresista John Lewis que luchó junto a Martin Luther King o Malcolm X
- Una premiada novela gráfica que resume más de 50 años de lucha por la igualdad racial en EE.UU.
Cuando se habla de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en EE.UU. todos pensamos inmediatamente en Martin Luther King y Malcolm X, que dieron su vida por esa causa. Pero fueron cientos de miles los negros que se lanzaron a las calles para pedir la igualdad. Entre ellos destacó John Robert Lewis (1940), otro de los líderes de ese movimiento que quizá no sea tan famosos (por haber sobrevivido), pero que lleva 55 años luchando por los derechos de los afroamericanos. Una lucha que ha plasmado en la novela gráfica March. Una crónica de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos (Norma Editorial).
Sin duda una de las novelas gráficas de este año que viene precedida por su éxito en EE.UU donde consiguió numerosos premios como el National Book Award a la mejor obra de literatura juvenil de 2016 y el Premio Eisner (2016-2017) a la mejor obra basada en hechos reales.
Una apasionante crónica de la lucha por un sueño que llevó a las calles, de forma pacífica, a cientos de miles de afroamericanos contada por uno de sus protagonistas, ya que Lewis fue el más joven de los seis líderes que participaron en la marcha sobre Washington de 1963, durante la que Luther King pronunció su famoso discurso "I have a dream".
Una epopeya que rinde homenaje a los hombres y mujeres, la mayoría anónimos, que hicieron posible que hoy estemos un poco más cerca de la igualdad racial. Aunque, como pasa en el caso de la igualdad entre hombres y mujeres, todavía quede un gran camino por recorrer.
Una novela gráfica escrita por el propio Lewis, un símbolo viviente de esa lucha por la igualdad. Y que actualmente sigue combatiendo. John Lewis es congresista de los EE.UU. (por el distrito de Georgia) y fue uno de los primeros en alzar su voz contra el Presidente Donald Trump. No fue a su toma de posesión y Trump lo atacó usando las redes sociales (dos dias antes de la conmemoración del nacimiento de Luther King) lo que le valió miles de protestas.
Además, el pasado 4 de abril pudimos ver a John Lewis en los actos del 50 aniversario de la muerte de Martin Luther King, con el que compartió ese sueño de igualdad.
La idea surge de un cómic de Luther King
Lo curioso es que usar el cómic en la lucha por la igualdad racial no es nuevo, ya que para esta novela gráfica John Lewis se inspiró en el tebeo Martin Luther King and the Montgomery Story (1956), producido por los miembros del mítico dibujante Al Capp (Li`l Abner) y que fue distribuido en escuelas, congregaciones religiosas y asociaciones para la defensa de los derechos civiles.
Un tebeo del que se lanzaron 250.000 ejemplares y que explicaba a los jóvenes la teoria de la no violencia y la resistencia pasiva, así como las figuras del reverendo King y Rosa Parks, y la historia del boicot a los autobuses segregados en la ciudad de Montgomery en 1955.
Y que sirvió de inspiración a John Lewis para crear esta novela gráfica, contando con la ayuda de su asesor, Andrew Aydin, y del estupendo dibujante Nate Powell, que ya había tratado el tema de la integración racial en la estupenda El silencio de nuestros amigos.
March sitúa la acción en un día simbólico para la comunidad afroamericana, el 20 de enero de 2009, día de la toma de posesión de Barack Obama como Presidente de Estados Unidos. Y a partir de ahí, mediante flashbacks, nos introduce en los recuerdos de John Lewis, que repasan el duro camino recorrido hasta conseguir que un afroamericano llegase a la Casa Blanca.
55 años de lucha por la igualdad racial
El cómic comienza cuando John Lewis era un joven que quería estudiar en la Universidad estatal de Troy, en la que no admitían a negros. Troy quiso demandarlos, para lo que contaba con el apoyo de Marthin Luther King, pero como era menor de edad tenía que contar con la firma de sus padres y no se atrevió a ponerlos en peligro ante posibles represalias.
Pero John Lewis no se rindió. Primero se hizo pastor y después, influído por la vía de la no violencia de Gandhi, decidió unirse a un grupo de afroamericanos en una campaña de protesta pacífica (1960) que consistía en entrar en cafeterías en las que no admitían a negros y pedir un café. Si no se lo servían se lmitaban a quedarse sentados en la barra durante horas. Una original forma de protesta que rápidamente se extendió por todo el país, aunque muchas veces los golpeaban o los metían en la cárcel por desorden público.
Pero fue un éxito, por lo que siguieron con una campaña en los cines segregados (en los que no podían entrar afroamericanos) y crearon "Viajeros por la libertad", un grupo que protagonizo un nuevo acto de desobediencia civil fletando autobuses llenos de negros que recorrían el país. Y que casi termina en tragedia cuando un grupo de supremacistas blancos atacó uno de los autobuses en Nashville, Tenesse. Además, otro grupo pacífico de afroamericanos fue rodeado en una iglesia de Alabama, lo que obligó a la intervención del ejército. Cientos de esos viajeros por la libertad fueron encarcelados, incluyendo a John Lewis.
Otro de los momentos que recuerda el cómic es cuando, en 1955, una afroamericana, Rosa Parks, rehusó sentarse en los asisentos reservados a los negros en la ciudad de Montgomery (Alabama). Su detenció desencadenó el boicot al transporte público por parte de los ciudadanos negros de la localidad, dirigidos por el reverendo Martin Luther King.
Una de las situaciones más absurdas de las protestas fue cuando detuvieron a mil niños negros que pedína libertad en Birmingham. Pero lo peor fue la escalada de violencia. Los radicales blancos pusieron una bomba en una iglesia baptista de Birmingham (murieron 4 niñas) y tres voluntarios del movimiento desaparecieron durante un viaje a Misisipí. Sus cadáveres aparecerían poco después.
Los Kennedy y Lyndon B. Johnson
El cómic ilustra este largo camino por la igualdad racial durante la que John Robert Lewis conocerá a las personalidades más importantes de su época, como Martin Luther King, los hermanos John F. y Robert Kennedy, Malcolm X o Lyndon B. Johnson.
Y junto a él asistiremos a algunos de los acontecimientos más destacados en esta lucha por la iguladad como la mencionada Marcha sobre Washington de 1963, o los sucesos del domingo sangriento del 7 de marzo de 1965, cuando La policía local y soldados estatales atacaron, en el Puente Edmund Pettusa, a 600 manifestantes por los derechos civiles que intentaban realizar la marcha de Selma a Montgomery (para protestar porque la policía había disparado a un afroamericano que intentaba defender a su familia).
Una lucha que, en el cómic, culmina el 6 de agosto de 1965 cuando se hace efectiva la Ley de Derechos del Voto que prohibe la discriminación en el ejercicio del voto.
Sin embargo, como la historia se ha encargado de demostrar después, todavía queda mucho para acabar con el racismo en EE.UU. y no digamos en el resto del mundo. Por eso son tan importanes obras como este, que narra la lucha por un sueño al que no debemos renunciar nunca: la igualdad real de los seres humanos (hombres y mujeres), independientemente de su raza o creencias.