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Brexit, ciberataques y sobrevaloración de activos, principales riesgos para los mercados financieros

  • Los supervisores europeos añaden el cambio climático y la descarbonización
  • Instan a bancos y empresas a prepararse con tiempo para esos cambios

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Varios ejecutivos en el centro de la City londinense
Los supervisores financieros europeos alertan de nuevas amenazas para este 2018.

La sobrevaloración de activos financieros y la salida de Reino Unido de la UE son los dos riesgos principales para bancos, aseguradoras, empresas y consumidores de la UE, según las tres autoridades europeas supervisoras de mercados financieros, que alertan también de los crecientes peligros que representan los ataques cibernéticos, las criptomonedas y las consecuencias del cambio climático.

En su informe conjunto de primavera, la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), la Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA, por sus siglas inglesas) y la Autoridad Europea para Seguros y Pensiones (EIOPA, por sus siglas en inglés), recomiendan a los actores afectados que reevalúen periódicamente sus activos y contratos y se preparen con tiempo suficiente para los cambios que se avecinan, especialmente, los vinculados al Brexit.

"Los participantes en el mercado necesitan prepararse ante el riesgo de que, tras la retirada de Reino Unido, se reduzca el acceso a la infraestructura de mercado y la continuidad de los contratos", destacan los tres supervisores, que recuerdan a las entidades financieras y a las aseguradoras que deberán garantizar el cumplimiento de todas sus obligaciones contractuales "en cualquier circunstancia".

De cara a este 2018, "los riesgos económicos y políticos persisten, en particular los relacionados a las incertidumbres que rodean la salida de Reino Unido de la UE. A los riesgos globales se suman ahora las tendencias al proteccionismo y la lenta aplicación de reformas estructurales. Además, las tensiones geopolíticas podrían desencadenar un encarecimiento abrupto de los bonos soberanos, lo que afectaría al precio de los activos y provocaría estrés a los mercados financieros", resume el documento.

Los ciberataques, una amenaza creciente

Entre los nuevos riesgos apuntados por el análisis destacan "la amenaza creciente y significativa" que suponen los ciberataques para la protección de los inversores, los mercados financieros y las instituciones de todo el mundo.

Según las tres agencias europeas, este tipo de ataques amenaza "la integridad, confidencialidad y protección de los datos, así como la continuidad de la actividad empresarial". Su importancia se debe a "los efectos multiplicadores", ya que pueden desembocar en otros riesgos para los negocios como los que afectan a la cadena de suministro o la reputación de las empresas.

También relacionado con las nuevas tecnologías, el informe reitera los riesgos relacionados con las criptomonedas que ya enunciaron las mismas autoridades en una comunicación de febrero pasado.

Cambio climático y transición energética: riesgos y oportunidades

El cambio climático y la transición a una economía descarbonizada aparecen en este informe como "riesgos emergentes" para el sector financiero, aunque se reconoce que el conocimiento de su impacto "es aún limitado".

Así, se menciona el efecto directo que los desastres naturales están ya provocando en las aseguradoras y se recuerda que, cuando los bienes o lugares afectados por ese tipo de catástrofes no están asegurados, "el peso de cobertura de los daños podría recaer en gobiernos, hogares y empresas, lo que podría perjudicar su capacidad para pagar créditos y bonos, o abonar dividendos".

Respecto a la transición hacia una economía con menos uso de combustibles fósiles, el documento indica que podría causar "significativos costes de ajuste" en sectores intensivos en ese tipo de energía, como el transporte, los servicios, la agricultura, la vivienda y la explotación y producción de los propios combustibles.

Tanto en el calentamiento global como en la transición energética, el informe destaca que abren nuevas oportunidades de negocio para empresas y entidades financieras, a los que también van aparejados nuevos riesgos, como la creación de "burbujas verdes" y daños a la reputación como consecuencia del denominado greenwashing o "publicidad ecológica engañosa".

Una nueva burbuja a punto de estallar

En cuanto a las Bolsas, explican que después de la peor fase de la crisis se ha vivido un período de baja volatilidad, bajos tipos de interés y mucha liquidez, una combinación que ha causado la "complacencia" de los inversores y "una posible sobrevaloración de activos", creando una burbuja que ahora puede estallar.

"Las expectativas de cambios en las políticas [en referencia a la actuación del BCE y la Reserva Federal], así como la materialización de riesgos en los mercados financieros, pueden desencadenar abruptas subidas de los bonos soberanos, ocasionar pérdidas y picos de volatilidad en los precios de los activos", avisa el informe de los tres supervisores, que añaden que esa tensión financiera "podría afectar a la disponibilidad de garantías [respaldo de activos], que ya son relativamente escasas".

Este contexto afectaría especialmente a la banca, cuya calidad de activos -aunque mejorada respecto a la crisis de 2008- aún preocupa a los tres organismos europeos.

"La cantidad de créditos dudosos en los balances de los bancos de la UE es todavía elevada", recuerda el informe, donde se señala que, al actual ritmo de reducción de este tipo de activos, no se alcanzará en el corto plazo el nivel previo a esa crisis. Por eso, instan al sector a acelerar la calidad de sus activos para aumentar la resistencia de las entidades.

Además de los bancos, la inestabilidad en los bonos y mercados bursátiles castigaría a los consumidores a través de sus inversiones en Bolsa, en fondos de pensiones o en el sector inmobiliario, un mercado muy vulnerable a este tipo de vaivenes debido a la dificultad para deshacerse de los activos en épocas de crisis.