Shakespeare 'queer and chic' en el Teatro Lara: 'Otro sueño de una noche de verano'
- La comedia estará en cartel en el teatro madrileño hasta el 6 de junio
- Versiona con tintes de musical y de forma disparatada el clásico de Shakespeare
- Atrevida y provocadora, rompe con las convenciones sexuales
Si el teatro fuese un meme de internet, la obra ‘Otro sueño de una noche de verano’ podría resumirse en “Shakespeare, no podemos poner eso”, dicho ante un motivado dramaturgo -probablemente con una buena cogorza a sus espaldas- que propone una versión mucho menos delicada, más directa y ‘queer’ (aquello que se sale de las convenciones heterosexuales) de su popular comedia ‘El sueño de una noche de verano’.
Pero ‘Otro sueño de una noche de verano’ no es de Shakespeare, sino de Manuel Luna (escritor y copotagonista) y Christopher Geitz (director). Estrenada el pasado miércoles en la sala Lola Membrives del Teatro Lara de Madrid y tras su exitoso paso por la madrileña sala AZarte, estará en cartel hasta el 6 de junio.
Y es menester decir que tan alocada versión funciona, y muy bien, convirtiéndose en una disparatada comedia con tintes de musical que poco tiene que ver con la corrección británica y más con el estilo de los sainetes de los hermanos Álvarez Quintero, aunque con más picante y menos recato.
El texto nos presenta la historia de Hermia (Eliya Shenhav), una mojigata -o no tanto- muchacha enamorada de Lisandro (Bastián Iglesias) y que es condenada por su padre Egeo (Juan Regalón) a morir porque rechaza tomar por esposo a Demetrio (Manuel Luna), un gallardo “mocetón” un tanto presumido, atildado, relamido, remilgado, amanerado y sobre todo pijo, muy pijo.
Y es que el padre de la joven insiste ante un escéptico y redundante Teseo (Xavi Lapuente) en su casamiento y no se atiene a la idea de dejar de ver -más bien de contemplar de manera muy poco heterosexual- a tal perla de chico.
Entretanto, no es preciso olvidarse de la desdichada Helena (Patty Sway), sufridora ante el rechazo y desamor de Demetrio y que no se rinde en su cometido de volver a conquistarle. Ni de Apolo (Gorka Lozano) y Artemisa (Lydia Gervás), dioses del Olimpo y hermanos, la cara ‘A’ y ‘B’ de la sexualidad que bien podrían haber protagonizado la conocida serie televisiva ‘Los Serrano’.
Toda la historia es narrada por Puck, una especie de Lina Morgan encerrada en un fauno, que se convierte en protagonista involuntario del argumento y lo convierte en una comedia de enredos. Merece especial mención este personaje gracias a la impecable interpretación de Carla Pulpón.
Popurrí de estilos hechos musical
La magia, el amor, la belleza, la sensualidad y sexualidad propias de la noche del solsticio de verano tienen su acompañamiento musical durante la obra de la mano de Gonzalo de la Vega.
Muchas agallas hay que tener para seleccionar un clásico del probablemente mayor dramaturgo de la Historia y decidir que lo que mejor le va son unas sevillanas, pop noventero, canciones melosas al estilo Laura Pausini con las que profanar a Shakespeare -y, todo sea dicho, a Bonnie Tyler- y milagrosamente hacerlo funcionar tan bien.
Por si fuera poco, dos hadas (Ariane Berrozpide y Alicia Martín) que bien podrían ser un ‘cosplay’ camino al Expomanga cantan en japonés enfundadas en el estilo ‘anime’ -traducido para quienes no estén familiarizados con esta jerga, el cosplay son personajes disfrazados, el Expomanga una famosa feria dedicada a los cómics de la cultura oriental y el anime es la conversión televisiva de los mismos-.
Una mezcla imposible que desemboca en un descacharrante musical cuyas empalagosas canciones e hilarantes letras elevan el volumen de las risas de los asistentes, que no pierden el interés en ningún momento.
Ambiente erótico-festivo
‘El sueño de una noche de verano’ de William Shakespeare era una obra, por trillado que suene, adelantada a su tiempo. Abordaba en pleno siglo XVI la libertad sexual y derribaba las relaciones de pareja tradicionales.
‘Otro sueño de una noche de verano’ sigue esta estela y explota al máximo este factor de forma atrevida y provocadora. Va más allá, sus enredos desmontan claramente las convenciones hetero-normativas con múltiples posibilidades.
Sus personajes ‘drama queen’, el afeminado Demetrio, el cambio de la sexualidad de Lisandro y el lesbianismo entre las protagonistas se abordan de forma explícita en el marco del humor y el asombro de los propios personajes.
‘Otro sueño de una noche de verano’ se toma todas las licencias para moldear al clásico desde el tono hasta la inclusión de personajes que no existen en el original. El propio Puck pide perdón antes de que los espectadores salgan de la sala. Pero tras el estreno, saben que ha sido un éxito. No tienen que pedir perdón. En todo caso, que Shakespeare les perdone.