El Teatro Real aplaude el estreno de 'Gloriana', el retrato oscuro y humano de Isabel I de Inglaterra
- La ópera de Benjamin Britten fracasó en su estreno, en junio de 1953
- Fue un encargo para conmemorar la coronación de la Reina Isabel II
'Gloriana', la obra maldita de Benjamin Britten sobre la reina Isabel I de Inglaterra, ha arrancado una gran ovación entre el público que ha acudido este jueves al estreno en el Teatro Real de Madrid de una nueva coproducción de esta ópera a cargo de Ivor Bolton, director musical del coliseo, y con escenografía de David McVicar.
Esta ópera en tres actos fue un encargo realizado por la casa real británica para conmemorar la coronación de la Reina Isabel II y, sin embargo, lejos de agradar a los asistentes, se convirtió en un fracaso en su estreno, en junio de 1953, una decepción para los representantes de la alta sociedad y, en consecuencia, en un punto de inflexión en la carrera de Britten.
Lejos de aquella reacción, el coliseo madrileño ha aplaudido la noche de este jueves con fuerza una nueva coproducción del Teatro Real, la English National Opera de Londres y la Vlaamse Opera de Amberes, que pone de relieve la carga dramática, la dimensión teatral, la fuerza del personaje de la reina Isabel y la contundencia y delicadeza de un coro que toma el protagonismo en varias de las escenas.
Sin duda, los mayores aplausos han sido para la soprano Anna Caterina Antonacci, quien da vida a la reina Elizabeth I, papel con el que ha arrancado varios "bravos" entre el público, que ha aplaudido de forma unánime su puesta en escena.
La cantante italiana ha encarnado a la perfección la oscuridad y los sentimientos más perversos, entre ellos la envidia y la vanidad, pero también la debilidad, la nostalgia y el deseo, en un equilibrio y contradicción que dota de humanidad a este personaje histórico, en lugar de convertirlo en un monarca implacable y divino. De esta forma, su debilidad queda también en evidencia y no esconde la frustración por el inevitable paso del tiempo y por la llegada de la vejez.
También ha sido muy aplaudido el tenor italoestadounidense Leonardo Capalbo, que encarna a Robert Devereux, conde de Essex, por quien la reina siente atracción y que se convierte en el detonante de sus debilidades y de su combate interior.
"Soberano con faldas"
En esta ópera, con libreto de William Plomer, basado en la obra 'Elizabeth & Essex: a tragic history', Britten reflejó el conflicto interior de la reina Isabel, en el que sus deseos finalmente quedan sometidos a su sentido del deber y del servicio hacia su pueblo, lo que se convierte en una de sus obsesiones, tal y como refleja esta obra, en la que los personajes se refieren a ella como un "soberano con faldas".
En esta muestra de sus obligaciones, 'Gloriana' crea un paralelismo entre el mundo del artista y la dimensión del poder, que se refleja en las palabras de la reina, quien se refiere a ella misma como "una soberana en el escenario ante la mirada del mundo" que "no puede equivocarse".
En cuanto a la escenografía, David McVicar ha optado por un único espacio en el que apenas cambian los elementos necesarios para la acción dramática, y consistente en varias circunferencias concéntricas con movimientos en planos diferentes y unos astros y sus órbitas.
En contraste con este escenario fijo, McVicar ha apostado por un vestuario rico e inspirado en la época en la que se desarrolla esta ópera, que reproduce con todo detalle los atuendos del momento. A pesar de no innovar en este aspecto, no ha dudado en llevar al máximo la expresión dramática, así como el dinamismo de los intérpretes.
Entre los asistentes que han acudido a la puesta en escena de 'Gloriana' se encontraban el expresidente de la Comunidad Europea Juan Manuel Durao Barroso, el presidente de Patrimonio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñán, o los embajadores de Reino Unido y Colombia, Simon John Manley y Alberto Furmanski, respectivamente.
El estreno de 'Gloriana' ha coincidido con la inauguración del World Opera Forum, un encuentro en el que se dan cita desde este jueves y hasta el domingo 15 de abril alrededor de 250 profesionales de ópera de todo el mundo para abordar los retos de este género y llegar a conclusiones conjuntas sobre el futuro.