Liv Strömquist : "Quedan muchas cosas por descubrir sobre la sexualidad femenina"
- Ha presentado en Barcelona El fruto prohibido, la historia cultural de la vagina
- Un cómic en el que comenta, con humor, los tabués sobre el órgano sexual femenino
Además de historietista, Liv Strömquist (Lund, Suecia. 1978), es una popular locutora de radio y televisión y una firme activista en el ámbito del feminismo y las políticas de asilo. Actualmente trabaja para el Swedish Arts Council y suele escribir artículos sobre esos temas en publicaciones de gran difusión. Reservoir Books acaba de reeditar El fruto prohibido (2014), un premiado cómic feminista sobre la historia cultural de la vagina.
Liv Strömquist nos cuenta por qué y cómo quiso investigar esta historia cultural de la vulva: “Creo que la creatividad y el trabajo artístico puede venir del dolor o algún tema no resuelto. Cuando era adolescente sentía sensaciones muy negativas y mucha vergüenza por mi cuerpo. Por ejemplo recuerdo que tenía mucho dolor menstrual y estaba en el colegio y me daba tanta vergüenza que ni siquiera podía pedir un calmante. Y acabé desmayándome en la clase. Eso me pasó cuando tenía unos quince años y ya de más mayor miré hacia atrás. Pensé en esta historia y quise explorar esta idea de la vergüenza”.
“No me interesa mucho el lado personal y psicológico del tema –continúa- sino más bien lo cultural. Cómo esto se convierte en un problema enquistado en la social. Por ejemplo los tabúes sobre la menstruación y la vulva. Por eso quería explorar el tema para ver de dónde vienen esos tabúes”.
“De hecho –añade Liv- el miedo al órgano sexual femenino viene de muy antiguo y buena parte proviene de las religiones actuales. En la Biblia hay varias páginas que hablan sobre lo sucia que es la menstruación. También vemos esas actitudes tan negativas sobre el sexo, pero sobre todo sobre la sexualidad femenina”.
“Por ejemplo –segura- en la tradición cristiana, si una mujer había dado a luz tenía que esperar un cierto tiempo sin poder entrar en la iglesia porque se consideraba sucio que hubiera dado a luz al bebé. Creo que todo esto tiene que ver con el hecho de que antes de estas religiones monoteístas hubo otras que adoraban la fertilidad. Entonces hubo una lucha de poder entre ellas y al vencer la cristiana intentó que las cosas de las otras religiones eran sucias y opuestas a la divinidad”.
“Los hombres quieren tener el poder sobre las mujeres”
Según la autora, los hombres también se han empeñado en pecamizar todo lo relacionado con la sexualidad femenina. “De hecho –asegura Liv-. Creo que es un tema de poder. Si fuera al revés las mujeres habrían dicho que la sexualidad masculina es algo muy asqueroso y sucio. Parece que a los hombres les da miedo la sexualidad femenina y se sienten más seguros si pueden ocultarla o controlarla”.
Eso ha llevado a que algunos hombres dijeran auténticas barbaridades sobre la sexualidad femenina, que Liv también recoge en su libro. “Hubo un periodo histórico horrible, hace unos 150 años cuando los médicos dijeron, por ejemplo que el clítoris estaba relacionado con todo tipo de enfermedades y se empeñaban en extirparlo como remedio para curarte cualquier tipo de enfermedad”.
En cuanto a por qué han sido posibles esos abusos de los hombres sobre las mujeres, Liv nos comenta que: “Ha habido mucha resistencia pero la represión contra las mujeres y su sexualidad ha sido brutal. Por ejemplo, en la Iglesia los hombres eran los únicos que tenían el poder y el dinero. Las mujeres ni tenían poder, ni podían ganar dinero, por lo que era muy difícil defenderse”
“A medida que ha progresado la igualdad entre hombres y mujeres estos temas han ido mejorando. Por ejemplo en cuanto a la información sobre la sexualidad. Las mujeres hemos luchado mucho para que sean más abiertos”
“La sexualidad masculina y la femenina se parecen más de lo que pensamos”
Liv Strömquist también afirma en el libro que la sexualidad masculina y la femenina también se parecen más de lo que pensamos. “Si, claramente si -afirma-. Creo que la forma en que vemos la sexualidad ha sido conformada por la cultura en la que vivimos. Por ejemplo, hace unos 300 años la idea cultural era que las mujeres tenían más deseo sexual que los hombres y que eran casi como animales que no podían controlarse. Eso también se creía en la antigua Grecia, donde pensaban que las mujeres se centraban en el cuerpo y los hombres en el cerebro”.
“Conforme avanzó la historia se produjo un gran cambio. Se pensaba que los hombres eran los que no podían controlarse en el sexo, mientras que las mujeres no tenían ningún tipo de deseo sexual”.
“No sé muy bien cuáles son las diferencias entre hombre y mujeres y su sexualidad –añade Liv- Pero creo que nos parecemos más de lo que pensamos. Pero las ideas culturales sobre este tema son muy potentes y afectan a nuestra perspectiva”.
“Quedan muchas cosas por descubrir sobre la sexualidad femenina”
Liv también está convencida de que: “Quedan muchas cosas por descubrir sobre la sexualidad femenina. Por ejemplo, hasta 1998 no se descubrió el tamaño real del clítoris. Y aún quedan muchas cosas que saber sobre él. Hay muchas cosas biológicas que no están claras. Hace un par de años dijeron que el punto G no existe y diez años antes decían que se había hecho un gran descubrimiento que era ese mismo punto. Quedan muchas cosas por investigar sobre la sexualidad femenina”
El libro se abre con hombres muy famosos que dijeron auténticas barbaridades sobre la sexualidad femenina, como San Agustín. “Cuando hablamos de estos temas, siempre hablamos de la misma forma. “Recupero esos casos, algunos muy curiosos, porque creo que hay un interés desmesurado por el órgano sexual femenino. Si lo comparamos con otros órganos, como el hígado, no tenemos esa fijación tan histérica sobre el órgano en sí. Y a la vez queremos ocultarlo, eliminarlo”.
Testimonios de mujeres
El libro incluye un capítulo de citas de mujeres “que sienten vergüenza por sus órganos sexuales -asegura Liv-. Busqué en foros anónimos de internet y cogí algunas citas de mujeres que hablaban de que se sentían muy mal respecto a su órgano sexual”.
Una de las historias más curiosas que recoge el libro es la de Cristina de Suecia, cuyo cadáver se exhumó para comprobar si, en realidad era intersexual. “Descubrí esa historia que me dejó boquiabierta –asegura Liv-. Ya sabemos que la reina Cristina fue una gran gobernante que actuaba con mucha fuerza y seguridad. Montaba a caballo, hacía cálculos matemáticos y gobernaba como un hombre. Tenía el poder de un Rey y no se preocupaba mucho por arreglarse”
”Por eso –continúa- en los años sesenta del Siglo XX, exhumaron el cadáver para ver si sus genitales presentaban algún tipo de intersexualidad. Y todo, simplemente porque era una mujer que tenía estos intereses masculinos. Que demostró confianza y seguridad. Como si las mujeres no pudiésemos ser tan fuertes y decididas. Al final no llegaron a ninguna conclusión. Pero es un ejemplo de esa obsesión por el órgano sexual”.
En el libro también se habla de la creencia de que la vulva no es un órgano sexual sino un vacío. “Espero que ese pensamiento esté cambiando pero queda mucho camino por recorrer. Lo podemos ver también en el uso de la lengua. Normalmente decimos los hombres son personas con pene y las mujeres no tiene pene. Nunca decimos que las mujeres tienen vagina y los hombres no. Siempre partimos del órgano sexual masculino”.
Liv asegura que muchas cosas están cambiando en la búsqueda de la igualdad de hombres y mujeres. Pero que le preocupa que en otras estemos retrocediendo: “Las ideas feministas están avanzando mucho en distintas áreas pero por otra parte hay sectas religiosas horribles que explotan a las mujeres de formas que no habíamos visto en nuestro tiempo. En ese sentido vamos hacia atrás”.
“Y también vemos a Donald Trump como presidente de EE.UU, a pesar de que ha acosado sexualmente a mujeres. Y muchos movimientos conservadores que crecen en muchos países europeos. No sé hacía donde vamos, tendremos que esperar a ver qué pasa”.
En cuanto a si recomendaría este cómic a los hombres, Liv asegura que; “Por supuesto. Para mí, antes de empezar a leer sobre estos temas hubo una serie de hechos que me sorprendieron muchísimo. Y vosotros también vais a descubrir muchas cosas sobre la sexualidad femenina”.