Descubren un gen que podría ser clave en la lucha contra el alcoholismo
- Denominado Gpr88, podría ayudar a desarrollar fármacos contra esta adicción
- Los tratamientos actuales poseen una eficacia limitada
Un estudio coliderado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Douglas Mental Health University Institute de Canadá ha revelado el gen Gpr88 como "clave para desarrollar fármacos para el tratamiento de la adicción al alcohol". Para llevar a cabo el estudio, publicado en la revista Biological Psychiatry, los investigadores Rafael Maldonado de la UPF y Brigitte Lina Kieffer del Douglas Mental Health University Institute utilizaron ratones knockout, a los que se inactivó el gen Gpr88 mediante ingeniería genética para comprender cuál es su función, han informado fuentes de la UPF.
Rafael Maldonado, que es director del Laboratorio de Neurofarmacología de la UPF, ha explicado que "el consumo de alcohol produce una sensación placentera mediada en parte por un aumento de liberación de dopamina en el núcleo accumbens".
Precisamente, el gen Gpr88 codifica para un receptor ligado a proteínas G que se expresa en las áreas cerebrales responsables del sistema de recompensa, las emociones y la toma de decisiones. En los ratones mutados, el alcohol tenía menor capacidad para aumentar la dopamina en este circuito de recompensa, según la investigación.
Por ello, estos ratones debían consumir más cantidad de alcohol para conseguir unos efectos de recompensa similares a los de los animales control también usados en el experimento. Para confirmar que este comportamiento solo se producía con el consumo de alcohol, los investigadores comprobaron que estos animales no presentaban cambios en lo referente a la búsqueda y consumo de comidas apetitosas.
La droga más consumida
El alcohol es la droga más consumida por jóvenes y adultos en nuestra sociedad, actúa por mecanismos complejos y su consumo crónico produce alteraciones en la expresión de diversos genes en las áreas del cerebro según la UPF.
Rafael Maldonado ha explicado que los tratamientos actuales contra el alcoholismo "poseen una eficacia limitada y necesitamos nuevas estrategias terapéuticas que permitan un control más efectivo de esta enfermedad".