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Festival de Málaga

José Sacristán, un hippie pasado de rosca en 'Formentera Lady'

  • Presenta en Málaga el debut en la dirección del actor Pau Durà
  • El festival también homenajea su película Un hombre llamadao Flor de Otoño
  • RTVE.es entrevista al incombustibe actor madrileño

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José Sacristán
José Sacristán

Ayer se subió al escenario en Madrid. “Y mañana también”, añade. En el breve intervalo,  José Sacristán se ha desplazado a Málaga para presentar Formentera Lady,  el debut en la dirección del actor Pau Durá. Un nuevo papel protagonista para el incombustible actor de 80 años en una cinta que ha dejado buenas sensaciones en el festival.

Sacristán interpreta a un hippie, superviviente trasnochado de la época gloriosa de la isla, que se gana la vida tocando el banjo cada noche en un garito. Su eterno hedonismo se trastoca cuando aparece su hija (Nora Novas) para pedirle que cuide unos días de su nieto.

“Es un pobre diablo que intentó en su momento la búsqueda del paraíso, el sueño imposible del hombre de La Mancha. Y que,  en realidad quedó amputado emocionalmente, e incluso moralmente”, define en actor. “Hasta que aparece el problema que es la solución de su vida”.

Formentera Lady acierta con el tono ligero, sin aspavientos. “Me gusta enfrenarme a esas historias y personajes, en los que aparentemente ni pasa nada, pero es que eso es lo que pasa a los humanos. Me gusta esa apropiación del mundo chejoviano de las pequeñas cosas”.

Aunque por generación podría haber participado del movimiento hippie, Sacristán contesta socarrón que por su pueblo, Chinchón, no sucedió “el bíblico jardín”. Y que, en lo que sustancias se refiere, el propio Chinchón le parece ya “delirante”.

Más cerca la queda la derrota de la utopía. “Sí, pero desengaño no es la palabra. Había de ser así. No ha ocurrido de manera catastrófica ni es el apocalipsis. Es una cosa que se ha ido diluyendo. La izquierda está donde está. Es verdad que no reconozco en la nueva izquierda comportamientos de la izquierda con la que he compartido camino. Pero un viejo de mi pueblo decía que 'lo primero es antes'. Sigo siendo un hombre de mi tiempo, pero tengo un orden de prioridades y otras cosas que hacer”.

Málaga también homenajea como Película de Oro a Un hombre llamado Flor de Otoño,  la cinta de Pedro Olea de 1978 en la que Sacristán interpretaba a un militante anarquista transformista. Un clásico por el que Sacristán recibió la Concha de Plata en San Sebastián aunque, como recordaba hace poco Olea, al autor teatral José María Rodríguez no le hacía gracia que Azcona, como guionista, y Sacristán como actor, participaran en la adaptación.

“Si, parece ser que no estaba muy conforme”, recuerda Sacristán. “Fue importantísima a todos los niveles, la memoria de ese tiempo es muy emocionante. Olea, como decía mu abuela, es uno de esos de los que 'entran pocos en un kilo'”.

Sacristán no puede evitar volver a Chinchón y sus gentes cada vez que habla. “Hay una anécdota muy tierna: mi padre fue un campesino al que destierran y no puede volver al campo. En Chichón, cuando había una buena cosecha de ajos salvabas el año. Un día, ya avanzados los años 70, para preguntarme cómo me iba en el negocio del cine me preguntó: ¿Cómo has vendido los ajos este año?”, rememora. Por su ritmo de trabajo, la ristra de José Sacristán es inagotable.