El colegio de Getafe rechaza las acusaciones de maltrato a menores con autismo a pesar de una tercera denuncia
- Inspección Educativa de Madrid ha recibido dos denuncias de este centro
- Un tercer caso, de un niño de 8 años, se investiga en los tribunales
- La dirección del centro asegura que este menor fue tratado "con respeto"
- Autismo España alerta de que el niño podría perder "todo lo aprendido"
Una tercera familia ha presentado una queja ante la Inspección Educativa de la Comunidad de Madrid y ha solicitado el traslado de centro de un niño con autismo en el colegio de educación especial Ramón y Cajal de Getafe, el mismo en el que ya se han producido dos denuncias por maltrato, informa TVE. La dirección del colegio ha negado las acusaciones, que asegura que son "falsas", y señala en relación al caso que se investiga en los tribunales, que el menor fue tratado con "respeto".
Según ha podido saber TVE, la familia de un menor de 13 años escolarizado en este centro ha presentado una denuncia este viernes, la segunda procedente de este colegio que recibe Inspección Educativa de Madrid, por la que ha abierto un expediente de información reservada. La madre ha asegurado, en declaraciones a TVE, que el niño ha adquirido fobia al colegio.
Mientras, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Getafe investiga a tres trabajadoras por un presunto delito de acoso y trato degradante así como uno de lesiones psicológicas a otro escolar de 8 años que estuvo en el colegio. La dirección del centro ha emplazado este viernes, en una carta dirigida a los padres de los alumnos, a una reunión informativa para contestar a todas las dudas con datos "objetivos" sobre la "verdad" de este caso denunciado en los tribunales.
Los profesores del colegio han colocado carteles en el exterior del edificio en los que denuncian haber recibido amenazas de muerte, que también habrían sufrido padres y madres del AMPA, y piden presunción de inocencia.
Reuniones con la familia del menor
Además, la dirección del colegio señala que se mantuvieron "numerosas reuniones" con la familia del menor, que ya se encuentra en otro centro, en las que se trabajó para ayudar al alumno a mejorar "tanto a nivel personal como educativo" y que "en ninguna" de ellas los padres expusieron "sospecha alguna" del presunto maltrato denunciado.
En este sentido, expone que el alumno estuvo en el centro durante un total de 34 días lectivos y el último día al que acudió a clase fue el 9 de noviembre de 2017, coincidiendo con el momento en que el centro descubrió que el menor tenía un dispositivo en su ropa para hacer grabaciones.
El menor ha estado escolarizado "en dos escuelas infantiles, tres CEIPs en el 2º ciclo de Educación Infantil, en los que recibió apoyos muy extraordinarios y un colegio concertado de Educación Especial específico en Trastorno del Espectro Autista", destacan.
Lo que sí manifestaron los padres del menor en las reuniones, según recalca la dirección del centro, era su pretensión de cambio de modalidad educativa (escolarizar al alumno en un colegio ordinario con aula de apoyos intensivos), insistiendo en que el departamento de Orientación del centro realizara un informe "que apoyara sus expectativas, no ajustadas con el perfil psicopedagógico del alumno".
A su vez, explica que también se ha intervenido con otras familias para "el desarrollo integral" de todos los alumnos y que las acusaciones sobre la actitud del centro ante este caso son "totalmente falsas", como así se ha trasladado al juzgado que investiga la denuncia.
Autismo España alerta de que el niño podría perder "todo lo aprendido"
Ante las denuncias de maltrato en este centro, la Federación Autismo España ha alertado de que estos hechos pueden suponer que el niño sufra "un grave retroceso en su desarrollo” y apuntan a que el pequeño pueda perder "todo lo aprendido".
“Este tipo de situaciones acarrean consecuencias muy perjudiciales para cualquier menor, tanto para su desarrollo cognitivo como socioemocional”, según indican en un comunicado recogido por Servimedia.
Ahora bien, en el caso de los niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), las consecuencias son más graves y más duraderas y se traducen en problemas de aprendizaje (por el miedo a ir al centro educativo), dificultades sociales (disminuyen las relaciones) o malestar emocional (aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental).
Por todo ello, Autismo España ha condenado con rotundidad los hechos denunciados en Getafe, que califican de “caso lamentable aunque aislado”. En su opinión, no se debe poner en duda la profesionalidad de quienes trabajan en la educación especial que en general realizan una labor de gran calidad.