Despega el satélite europeo Sentinel 3B con el objetivo de vigilar el cambio climático
- Es el séptimo satélite Sentinel del programa Copernicus
- Observará los océanos, los huracanes y la contaminación atmosférica
El satélite de observación terrestre europeo Sentinel 3B, parte del proyecto Copérnico, ha despegado este miércoles desde el cosmódromo ruso de Plesetsk a bordo de un cohete Rockot.
El lanzamiento del satélite, gemelo del 3A lanzado en 2016, fue seguido en su etapa inicial desde el centro de operaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Darmstadt (Alemania).
El satélite, con una vida útil inicial de 7,5 años, pesa 1.250 kilogramos y volará para colocarse en órbita a 814 kilómetros de altitud. Se situará así en la misma órbita que su gemelo, el 3A, pero a +/-140º fuera de fase.
Su cometido será observar los océanos, la superficie terrestre y las capas heladas de la Tierra, así como los fenómenos de la atmósfera.
Un satélite con objetivos medioambientales
El Sentinel 3B apoyará principalmente al 3A en una serie de mediciones de la Tierra que van desde el monitoreo del nivel de los océanos -donde ha constatado una subida de 3 milímetros anuales- hasta el seguimiento de huracanes, pasando por el control de los niveles de contaminación atmosférica.
El empleo coordinado de los dos satélites optimizará la cobertura y la calidad de los datos para el proyecto Copérnico, según la ESA. Los dos Sentinel 3 han sido diseñados y construidos por un consorcio de unas 100 empresas, algunas de ellas españolas, bajo el liderazgo de Thales Alenia Space Francia.
Copérnico, antes denominado Monitoreo Global para el Medio Ambiente y la Seguridad, es un programa europeo para la observación de la Tierra diseñado para aportar información científica sobre el medioambiente y, concretamente, para entender el cambio climático y tratar de mitigar sus efectos.
La ESA dispone de 13 satélites operativos en la actualidad y tiene otros 28 en fase de producción.