La libertad de prensa retrocede en España por el "ambiente asfixiante" generado por el conflicto catalán
- RSF denuncia el acoso en redes sociales a periodistas no independentistas
- Es un ejemplo de la "atmósfera nauseabunda" que envuelve a los medios en Europa
- España cae dos puestos, hasta el 31, en una lista liderada por Noruega y Suecia
- Corea del Norte, Eritrea y Turkmenistán cierran el ránking de 180 países
El referéndum ilegal de independencia de Cataluña del pasado 1 de octubre "exacerbó las tensiones" y creó un ambiente "asfixiante" para los periodistas, según destaca Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su clasificación mundial de la libertad de prensa para este 2018, en la que España ha caído dos puestos, hasta el número 31 de los 180 analizados.
"El desinhibido discurso de las autoridades catalanas hizo que aumentara el acoso en las redes sociales contra los periodistas no independentistas", añade la organización en su comunicado.
Según especifica en el comunicado, "un gran número de periodistas de medios no independentistas han sufrido linchamientos en las redes sociales, a veces impulsados por responsables de prensa del gobierno catalán. Varios periodistas fueron agredidos físicamente durante la cobertura del referéndum, otros fueron intimidados en su trabajo por la Policía. Las multitudes furiosas han obstaculizado el trabajo de reporteros de todos los canales nacionales y catalanes mientras cubrían las manifestaciones a favor o en contra de la independencia".
El pasado 13 de octubre, esta ONG ya había denunciado las presiones del Gobierno catalán a la prensa local y extranjera para intentar condicionar sus informaciones sobre Cataluña, y las comparó a las registradas en la campaña electoral del presidente estadounidense, Donald Trump, en 2016.
Además, también cita a España entre los casos con denuncias de injerencias gubernamentales en los medios públicos y recuerda que "periodistas de Televisión Española (TVE) protestaron contra su dirección y criticaron la cobertura del referéndum por su 'visión parcial y sesgada de los hechos'".
Por último, incluye una referencia a la Ley Mordaza, "cuya reforma sigue bloqueada, y que sigue representando una fuerte amenaza para la libertad de prensa en España", y califica de "preocupante" que se detuviera en territorio español a los periodistas de origen turco Hamza Yalçin y Dogan Akhlani, que posteriormente fueron liberados.
"Atmósfera nauseabunda" en Europa
Para Reporteros Sin Fronteras, la "atmósfera nauseabunda" que envuelve a los medios es una tendencia en toda Europa, donde -advierte- se está extendiendo una "retórica no solo desfavorable, sino peligrosa" para la prensa.
Francia, según añade, tampoco es una excepción. Aunque el país sube seis puestos, hasta el 33, debido principalmente a la caída excepcional de algunos de sus vecinos europeos, RSF denuncia que en la campaña electoral de 2017 la desacreditación sistemática de los periodistas por parte de ciertos políticos "llegó a su paroxismo".
La ONG recuerda que el líder del centro-derechista partido Los Republicanos, Laurent Wauzquiez, habló de "mierda mediática" para calificar el trabajo de algunos periodistas.
RSF destaca que, aunque Europa es la zona geográfica donde la libertad de prensa se encuentra menos amenazada, la "lenta erosión" de su modelo tiende a confirmarse en 2018 tras haber registrado el mayor deterioro entre todas las regiones del planeta.
De los cinco países con los mayores descensos en el listado de este año, cuatro son europeos: Malta (65) cayó 18 puestos, República Checa (34) retrocedió once lugares, mientras que Serbia (76) y Eslovaquia (27) perdieron diez puestos.
"El ambiente general en el que trabajan los periodistas se deteriora en el Viejo Continente, que tradicionalmente era seguro", advierte RSF en la publicación de un listado encabezado por Noruega, Suecia y Holanda.
Nunca había habido tantos países "en negro"
En lo que se refiere a la evaluación de la libertad de prensa en el mundo, Reporteros Sin Fronteras alerta ante la creciente hostilidad contra los medios de comunicación, alentada por algunos dirigentes políticos y por el deseo de regímenes autoritarios de imponer su visión del periodismo, que constituye una amenaza para las democracias que también afecta a Occidente.
"Cuestionar hoy la legitimidad del periodismo es jugar con fuego", concluye el secretario general de RSF, Christophe Deloire, tras un año en el que en el mapa de la libertad de prensa nunca tantos países (21) habían estado "en negro".
La ONG apunta que el clima de odio es "cada vez más marcado" y no exclusivo de naciones como Turquía -en el puesto 157- o Egipto, en el 161.
"Cada vez más jefes de Estado elegidos democráticamente ven a la prensa ya no como uno de los actores de la democracia, sino como un adversario frente al cual muestran abiertamente su aversión", indica el informe.
En esa línea apunta hacia EE.UU., que ha descendido dos puestos -hasta el 45- en el primer año de mandato de Donald Trump, que ha tachado a la prensa como "enemigo del pueblo estadounidense", ha intentado impedir el acceso a la Casa Blanca a algunos periodistas y descalifica como noticia falsa cualquier crítica a su política.
La organización advierte de que la frontera entre la violencia verbal y la física es cada vez más tenue en países como Filipinas, y lamenta que el deterioro general de la situación afecta incluso a los países nórdicos, tradicionalmente los más respetuosos.
Aunque Noruega y Suecia mantienen su primera y segunda posición, Finlandia cae a la cuarta -por detrás de Holanda-, perjudicada por un caso de amenaza al secreto de las fuentes periodísticas.
China y Rusia, casos graves de control y propaganda
En el otro extremo se sitúa de nuevo Corea del Norte, donde, aunque el uso de los teléfonos inteligentes se ha generalizado, también lo ha hecho el drástico control de las comunicaciones y de la intranet nacional.
Eritrea (179) y Turkmenistán (178) tampoco registran cambios interanuales, al igual que Siria (177) -el país más peligroso del mundo para la prensa, con 17 reporteros asesinados en 2017- o China (176), donde la censura y la vigilancia han alcanzado "niveles inéditos" por el uso masivo de las nuevas tecnologías.
RSF advierte además de la creciente influencia de los llamados "hombres fuertes". Ahí es donde aparecen la Rusia de Vladímir Putin (puesto 148), que según su análisis, extiende su red de propaganda por el mundo gracias a sus medios de comunicación, como la cadena de televisión RT, y la China de Xi Jinping exporta su modelo de control en Asia.
Contrastes de América y ligera mejoría en África
La ONG observa también grandes disparidades en América, la segunda región mejor situada.
La caída de EE.UU. contrasta con el ascenso de Canadá (18), que vuelve a colocarse en los primeros 20 puestos. Mientras, en Centroamérica sigue reinando "el miedo y la autocensura" por la violencia y la impunidad.
RSF insiste en que en numerosos Estados latinoamericanos persisten políticas autoritarias respecto a la prensa.
Cuba (172) se mantiene como el país peor calificado del continente, México (147) fue en 2017 el segundo más mortífero del mundo para los periodostas -con once asesinados-, y Venezuela (143) y Ecuador experimentaron, respectivamente, la mayor caída y la mayor subida de la zona, con cambios respectivos de seis y trece puestos.
La ONG constata una ligera mejoría en la puntuación de África, mientras que los Estados postsoviéticos y Turquía siguieron formando parte de las naciones donde más se deterioró la situación, con cerca de dos tercios de los integrantes de la zona por debajo del puesto 150.