La disolución de ETA pone punto final al terrorismo de los 'años de plomo' en Europa
- La banda terrorista vasca era la única activa de las que actuaban en los 70 y 80
- El IRA, que compartía su sustrato nacionalista, cesó su lucha armada en 2005
- Grupos como las Brigadas Rojas o la Baader-Meinhof se diluyeron en los 90
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La disolución de ETA, que la banda terrorista está escenificando por capítulos en los últimos días, supone el final de la última de las bandas terroristas de raíz nacionalista y extremista que, mucho antes del yihadismo, sembraron el terror por toda Europa, especialmente en los 70 y 80, los conocidos como 'años de plomo'.
De ideologías y motivaciones diferentes, el IRA en Irlanda, las Brigadas Rojas en Italia, la Fracción del Ejército Rojo o Baader-Meinhof en Alemania y ETA en España presentan también muchas similitudes, la más importante de ellas que todas fracasaron en la consecución de sus objetivos.
ETA, fundada en 1959, está anunciando su final casi 60 años después, habiendo dejado en el camino 7.265 víctimas, entre ellas 864 muertos, según los datos oficiales, sin apenas capacidad operativa -solo media docena de liberados- y cerca de 300 presos.
A lo largo de su historia, los terroristas han declarado trece veces un alto el fuego o treguas parciales hasta llegar al "cese definitivo de su actividad armada" el 20 de octubre de 2011, hace seis años y medio.
IRA, el otro gran grupo terrorista nacionalista
También el fin del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) llevó varios años, entre abril de 1998, cuando se firmaron los Acuerdos de Viernes Santo, y el comunicado de la banda ordenando a todos sus militantes deponer las armas y finalizar la lucha armada, el 28 de julio de 2005.
La historia del terrorismo norirlandés, que pretendía la reunificación de toda la isla de Irlanda, se remonta casi a la segunda década del siglo XX y está marcada por sucesivas escisiones en grupos como el IRA "auténtico", el "provisional", el "oficial", "de continuidad". No obstante, no fue hasta años después del final de la Segunda Guerra Mundial cuando el IRA adoptó el modo de actuación del terrorismo internacional, con una oleada de atentados desatada a partir de 1956.
Esa ofensiva se recrudeció en la década de los 70, tras el denominado "Domingo Sangriento" en 1972, cuando 14 manifestantes católicos murieron en Londonderry por disparos de las tropas británicas. Ese año, el IRA asesinó a casi 500 personas, cifra que multiplica por cinco el peor año de ETA -98 muertos en 1980- y otorga a los norirlandeses el título de grupo terrorista más sangriento de Europa.
El último gran atentado del IRA, uno de los más sangrientos de su historia, se produjo cuando ya se había iniciado el proceso de paz: el 15 de agosto de 1998 el IRA Auténtico reivindicó la colocación de un coche bomba en Omagh, al oeste de Belfast, que provocó la muerte de 29 personas, entre ellas un niño y una monitora española, y más de 220 heridos.
El terror extremista en Italia
A diferencia de los casos español e irlandés, en Italia las Brigadas Rojas no llegaron a hacer nunca un pronunciamiento de disolución, sino que fueron despareciendo paulatinamente, especialmente a raíz del rechazo social y político que causó el secuestro y asesinato de Aldo Moro, dirigente de la Democracia Cristiana, en 1978.
Las Brigadas Rojas, grupo terrorista de extrema izquierda, nacieron en 1969 y convivieron con otros grupos de origen neofascista entre los que destaca Orden Nuevo, responsable del asesinato de 17 personas en la Piazza Fontana de Milán el 12 de diciembre de ese mismo año.
De Italia vino la expresión "años de plomo", ya que varios grupos terroristas de distinto signo ideológico se cobraron la vida de decenas de personas en la década de los setenta.
El peor atentado sufrido en esa época en Italia fue la colocación de una bomba en el vestíbulo de la estación de trenes de Bolonia que costó la vida a 85 personas el 2 de agosto de 1980. Dos terroristas de extrema derecha, miembros del Núcleo Armado Revolucionario (NAR), fueron condenados como autores materiales del atentado, aunque se especuló con que la autoría intelectual podía deberse a la Logia Masónica Propaganda Dos.
Baader-Meinhof y otros grupos europeos
Otra de las organizaciones terroristas que alcanzó una notable repercusión internacional en la década de los 70 fue la Fracción del Ejército Rojo, en la República Federal Alemana.
Conocida como la banda Baader-Meinhof -los apellidos de dos de sus fundadores, Andreas Baader y Ulrike Meinhof-, cometió su primer atentado en 1971 y su año más sangriento fue 1977, cuando se sucedieron los asesinatos y los secuestros en el denominado "otoño alemán".
Aunque sus víctimas no superaron la treintena de personas, fue una de las bandas terroristas más conocidas de la época. En 1998, tras años de desgaste operativo a manos de las fuerzas de seguridad alemanas y perdido el apoyo de la desaparecida República Democrática Alemana, un comunicado dio por concluidas sus acciones de "guerrilla urbana", como las denominaba el texto.
También hubo terrorismo en Francia, Gracia, Bélgica o Portugal, con grupos que fueron desapareciendo en la década de los noventa. El siglo XXI comenzó solo con el IRA y ETA como organizaciones activas, aunque la disolución de la banda terrorista vasca representa el fin definitivo de los años de plomo en Europa