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Más de 300 investigadores del Carlos III denuncian las "gravísimas trabas y dificultades" para realizar su trabajo

  • Denuncian en un manifiesto que el presupuesto ha caído un 40% desde 2009
  • 'La ciencia se muere' por la "inanición", "asfixia" y "precariedad", afirman

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Una investigadora trabaja en el laboratorio de alta seguridad P-3 del Instituto de Salud Carlos III
Una investigadora trabaja en el laboratorio de alta seguridad P-3 del Instituto de Salud Carlos III

Más de 300 investigadores de plantilla e interinos del Instituto de Salud Carlos III han firmado un manifiesto, titulado 'La Ciencia se muere', en el que denuncian las "gravísimas trabas y dificultades" a las que se enfrentan para realizar su trabajo.

El texto, tal y como han informado, está dirigido no sólo a los responsables de la gestión de la ciencia sino, y "muy especialmente", a la opinión pública y a los grupos parlamentarios. En el mismo, describen un "aplastamiento y destrucción" de la ciencia por "inanición", "asfixia" y "precariedad" debido al "desinterés" por parte de los gestores y decisores políticos.

En concreto, los científicos han avisado de que sus investigaciones mueren por "inacción" debido a los bajos recursos que el Gobierno destina a la investigación, dado que han disminuido un 40% desde 2009 y a que la reactivación económica no se ha traducido en una mejora significativa de los mismos.

"La normativa impuesta por el Ministerio de Hacienda y que es implementada por la Secretaría de Estado y los gestores del Instituto de Salud Carlos III impiden contratar de manera ágil y facilitar una igualdad de oportunidades a los investigadores del Instituto para alcanzar fondos competitivos.

La reciente normativa aprobada supone una vuelta más de tuerca que hará casi imposible gastar los fondos concedidos para investigación", han detallado.

Precariedad laboral y desinterés del Estado

Del mismo modo, los investigadores han lamentado la "precariedad" en la contratación, la reciente limitación para reclutar a los profesionales con más experiencia y el encadenamiento de contratos que, a su juicio, abocan a la muerte "por extinción" al instituto de prolongarse esta situación.

Todos estos problemas, según han informado, han sido denunciados y los propios investigadores han trabajado en su solución y realizado propuestas a la dirección y la Secretaría de Estado de Investigación desde hace más de tres años.

"La situación lejos de resolverse ha empeorado hasta un límite insoportable", han avisado, para criticar el "desinterés" de los gestores de la ciencia que con sus hechos demuestran que "no creen en el beneficio de la investigación pública en salud" que todos los ciudadanos pagan con sus impuestos.

Finalmente, han recordado que el cáncer, sida, enfermedades raras y la lucha contra las epidemias que puedan surgir en España son algunos de los temas que investigan y cuyos logros han hecho que el organismo alcance un "alto" prestigio internacional.

"Todos estos logros están siendo destruidos y a corto plazo supondrán no sólo el deterioro de la investigación médica sino del progreso como país y la salud de la población", han zanjado.