El 93% de la militancia de ETA aprobó la disolución de la banda terrorista
- Un 4% se opuso en el proceso de consulta que propició la dirección
- La consulta se realizó entre todas las estructuras de la banda terrorista
- Los diarios Gara y Berria recogen una comunicación interna de ETA
El 93% del total de la militancia de ETA aprobó la disolución de la banda terrorista y un 4% se opuso en el proceso de consulta que propició la dirección y en el que tenían derecho a voto 1.335 personas. De los que participaron en ella, 997 dijeron sí a poner fin a la organización, 47 votaron en contra y 33 se decantaron por el voto en blanco.
Este resultado está contenido en una comunicación interna dirigida por la dirección a los participantes en la consulta que este domingo publican los diarios Gara y Berria.
Según esta comunicación, el número de quienes tuvieron conocimiento del contenido de la discusión de un modo u otro se eleva a "entre 2.500 y 3.000" según sus estimaciones. "Militantes que no son de ETA también han sido informados, y algunos de ellos han hecho sus aportaciones", asegura la banda terrorista.
La consulta se realizó entre todas las estructuras de la banda terrorista: "operativa", cárceles, exilio y "militancia legal". El motivo, según publica el diario Gara, es que "la dirección de ETA había decidido por unanimidad que la decisión debería ser refrendada en todos esos espacios diferentes, y constata que así ha ocurrido, con creces".
ETA se anunció su disolución esta semana
En la consulta la militancia ha descartado también crear un comité técnico provisional de la disolución de la banda que gestionase "las consecuencias de la acción armada de ETA" para "no dejar dudas" de su definitiva desaparición.
Tras medio siglo de terror y una herida social en el País Vasco que aún perdura, una agónica ETA firmó su cierre definitivo esta semana.
Desde hace años era ya una banda diezmada por los golpes policiales que la descabezaron hasta dejar a la organización sin estructura y sin jerarquía. Se calcula que actualmente la banda tiene media docena de liberados y unos 300 presos.
Supone además el fin de la última de las bandas terroristas de raíz nacionalista y extremista que sembraron el terror por toda Europa, especialmente en los 70 y 80, los conocidos como 'años de plomo'.