El partido islamista Ennahda se atribuye la victoria en Túnez en las primeras municipales tras la dictadura
- Los conservadores, primera fuerza en el Parlamento, dicen haber logrado el 29%
- Solo ha votado el 33,7% de los ciudadanos registrados, según datos oficiales
El partido islamista conservador Ennhada, principal fuerza en el Parlamento, se ha atribuido este domingo la victoria en las primeras elecciones municipales celebradas en Túnez desde la caída en 2011 de la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Alí. Unos comicios marcados por la baja participación. Solo ha votado el 33,7% de los ciudadanos registrados según ha informado la Instancia Superior Independiente, que organizaba la consulta.
Decenas de personas se agolparon esta noche frente a la sede de la formación, en el centro de la capital, donde supuestamente también han ganado, en una fiesta en la que la protagonista era su candidata, Suad Abderrahim, la primera mujer que aspira a dirigir el ayuntamiento de una capital en el mundo árabe.
Según un gráfico presentado en una abarrotada sala de prensa por el portavoz del partido, Emad Khemiri, Ennahda habría logrado el 29 por ciento de los votos frente al 19 por ciento de su rival y aliado en el gobierno, el laico Nidaá Tunis.
"Hoy hemos visto la consolidación de la democracia en Túnez con unos resultados que respaldan a los dos partidos", ha asegurado Khemiri, que ha arrancado aplausos y vítores cuando ha subrayado "el buen resultado de las candidatas de Ennahda".
En el gráfico no había constancia, sin embargo, de los resultados de las listas independientes, que según los sondeos internos de los partidos -los públicos están prohibidos- serán los verdaderos triunfadores de un proceso que es clave para el futuro del país en el final de su transición.
La abstención puede superar el 60%
Esas estimaciones indican que los independientes lograrían en torno al 60%, mientras que los dos partidos homogéneos se quedarían en un 20% y el resto correspondería a los partidos de oposición.
Más de cinco millones de tunecinos estaban llamados este domingo a las urnas en unos comicios que fueron aplazados en cuatro ocasiones por las disputas entre los partidos y que apenas han despertado interés en la población pese a su trascendencia.
Según los cálculos de la Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE), organismo que organiza la consulta, la abstención superará con creces el 60%, una baja afluencia achacada a la aguda crisis política que padece el país y a la desconfianza hacia la clase política.
Los primeros resultados apuntan a que la afluencia ha sido mayor en los grandes núcleos urbanos, especialmente en Túnez y Sfax, capital económica del país, y muy escasa en las zonas fronterizas, y entre los mayores de 35 años.