El M5S y la Liga negocian a contrarreloj un Gobierno en Italia con el permiso de Berlusconi
- Ambos ya intentaron un pacto, pero la Liga priorizó su alianza con Berlusconi
- Bajo la amenaza de un Gobierno técnico, han retomado las conversaciones
- Forza Italia, el partido del exprimer ministro, afirma que no impondrá "vetos"
La amenaza del presidente de Italia, Sergio Mattarella, de imponer un Gobierno técnico ante la falta de acuerdo entre los principales partidos ha llevado este miércoles al Movimiento Cinco Estrellas y a la Liga a entablar conversaciones a contrarreloj para formar un Ejecutivo entre ambos, para lo que han conseguido arrancarle a Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, la promesa de no imponer "vetos o prejuicios" y permitir que su socio en la coalición de derechas negocie con los movimentistas.
Mattarella estaba decidido a nombrar este miércoles un gabinete "neutral", provisional y de corte técnico ante la falta de entendimiento de los partidos tras los comicios del 4 de marzo, en los que ninguna formación política obtuvo mayoría suficiente para gobernar, pese a que la posibilidad había sido rechazada por el Movimiento Cinco Estrellas, que fue el partido más votado, y la Liga, el partido con más votos en la principal coalición.
Sin embargo, la Oficina de Prensa del Palacio del Quirinal, la sede de la Presidencia, ha informado durante la mañana de que ambas formaciones "mantienen en curso un debate dirigido a un posible acuerdo de Gobierno", por lo que habían solicitado a Mattarella un margen adicional de 24 horas.
Negociaciones entre Di Maio y Salvini
Mientras tanto, los líderes del M5S, Luigi di Maio, y de la Liga, Matteo Salvini, se han reunido en la Cámara de los Diputados, en un último intento de formar un Gobierno "político", ya que sus formaciones cuentan con escaños suficientes para sustentarlo en el Parlamento.
Salvini aseguraba en ese momento que había "posibilidades", mientras que Di Maio, menos optimista, afirmaba a los medios que, aunque aceptaba entablar una negociación, continuaba "en campaña electoral", ya que su alternativa a la falta de acuerdo no pasa por un Gobierno técnico, sino por repetir los comicios.
El obstáculo seguía siendo el mutuo rechazo entre el M5S y Berlusconi: Di Maio se niega en rotundo a gobernar con él o con su partido, pero Salvini se resiste a romper su alianza con Forza Italia.
Finalmente, contra todo pronóstico, Silvio Berlusconi ha accedido a que ambos partidos negocien :"Si otra fuerza política en la coalición de centroderecha asume la responsabilidad de formar un gobierno con el M5S, tomamos nota con respecto a la elección. Ciertamente no nos corresponde a nosotros imponer vetos o prejuicios", ha señalado Forza Italia en un comunicado difundido a última hora de la tarde.
Berlusconi accede, pero no lo apoyará
"Frente a las perspectivas que se dibujan, no podemos dar nuestro apoyo hoy a un Gobierno que integre al M5S, que ha demostrado estas semanas no tener la madurez política para asumir esa responsabilidad", añade la nota, que deja claro que Forza Italia no votará a favor de ese posible Ejecutivo aunque valorará "de modo sereno y sin prejuicios las posibilidades de un Gobierno que eventualmente nazca, sosteniendo lealmente [...] los procedimientos que estén en línea con el programa del centroderecha" y que resulten "útiles para los italianos".
Sin embargo, advierte, si esta última intentona por parte del Movimiento Cinco Estrellas y de la Liga fracasa, nadie podrá utilizar a Forza Italia como "pretexto frente a la incapacidad de encontrar acuerdos entre fuerzas políticas diversas".
El comunicado concluye afirmando que este paso a un lado de Berlusconi "no significa el final de la alianza del centroderecha" porque aún existen "muchas colaboraciones en gobiernos regionales y locales, se mantiene una historia común" y "el compromiso común" con los votantes de esta coalición.
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