La salida de EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán alimenta la escalada de tensión en la región
- Analistas consultados por RTVE consideran que la escalada va a ir a más
- El bombardeo de Siria ha supuesto un salto cualitativo
- Israel quiere evitar que las milicias chiíes se hagan fuertes en la frontera
El bombardeo israelí de este jueves sobre Siria, como respuesta a un ataque con cohetes sobre los Altos del Golán que los israelíes atribuyen a fuerzas iraníes, es un paso más en una escalada de tensión regional espoleada por la decisión de Donald Trump de abandonar el acuerdo nuclear con Irán.
Así lo consideran los analistas consultados por RTVE.es, que no prevén que esta escalada se detenga por el momento, aunque el enfrentamiento directo entre ambos estados es menos probable.
"Varios actores regionales se han visto reforzados con la decisión de Trump. Israel, y concretamente Benjamín Netanyahu [primer ministro israelí], se siente vencedor", explica Eduard Soler, investigador senior del Barcelona Center for International Affairs (CIDOB). "También Arabia Saudí y los Emiratos Árabes. Y cuando estos actores sienten que tienen el apoyo de Estados Unidos, suelen tomar decisiones más arriesgadas y peligrosas".
“Cuando estos actores regionales sienten que tienen el apoyo de EE.UU., toman decisiones más arriesgadas y peligrosas“
Soler recuerda que Israel ya había bombardeado antes objetivos iraníes o de la milicia libanesa Hizbulá, pero la "intensidad y la visualización" del ataque de este jueves es un paso más.
Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano, señala que "el acuerdo nuclear era una puerta para evitar la proliferación nucelar y permitía albergar expectativas de implicar a los iraníes en más acuerdos y llevarles por ejemplo a abandonar su política de expansión regional". "Una vez que Estados Unidos ha decidido que no merece la pena mantener esa vía de distensión, los radicales del régimen iraní se plantean si merece la pena seguir por esa vía", concluye Arteaga.
Israel protege su frontera norte
El analista del RIE duda de la participación directa de los Guardianes de la Revolución iraníes en los ataques, tal y como asegura Israel, que ha señalado al general Qassem Soleiman, jefe de la Fuerza Al Quds (cuerpo expedicionario iraní en Siria). En cambio, Arteaga cree que ha podido ser obra de las milicias que los iraníes entrenan y equipan en Siria.
“Israel teme que las milicias entrenadas por Irán retomen la resistencia armada en la frontera“
"Israel ve que cuando se acabe el conflicto sirio, esas milicias van a volver a retomar su resistencia armada en Líbano o en la frontera con Siria", explica a RTVE.es. "Los ataques [israelíes] inicialmente intentaban evitar el tráfico y suministro de armas, pero ahora ya son abiertamente sobre las infraesctructuras", añade.
"El escenario óptimo para Israel - cree Eduard Soler - es que los distintos actores en Siria continúen distraidos y ninguno de ellos acumule suficiente poder para pasar al siguiente paso, que podría ser amenazar el Golán". Por el contrario, la "línea roja" para los israelíes es que Irán instalara bases militares operativas en el país vecino.
El enfrentamiento directo, poco probable
Las escaramuzas fronterizos entre el Ejército hebreo y actores no estatales, como las milicias o el mismo Hizbulá, son una cosa, pero un enfrentamiento directo entre estados es otra muy diferente.
Para Soler, es probable que se recrudezca el conflicto en su forma actual, híbrida o asimétrica, con provocaciones y reacciones subsiguientes, mientras Rusia, las potencias europeas e Irán intentan salvar el acuerdo nuclear. "No interesa a Irán forzar la máquina en estos momentos. Su economía lo necesita y tienen qué perder en la confrontación", apostilla.
Félix Arteaga, por su parte, cree que no puede descartarse un enfrentamiento directo mientras la tensión vaya en aumento.
En el vecino Líbano, donde saben lo que es servir de teatro de operaciones para las potencias regionales, el analista Faysal Abdul Sater, próximo a Hizbulá, cree que un choque directo entre Israel e Irán es impensable. "Es improbable, porque conduciría a una guerra amplia que ninguna de las partes podría soportar", ha declarado a Reuters.