EE.UU. impone sanciones a la Guardia Revolucionaria tras romper el acuerdo nuclear con Irán
- El Departamento del Tesoro castiga a una red financiera del cuerpo de élite iraní
- Donald Trump ha prometido volver al "nivel más alto de sanciones económicas"
Estados Unidos ha impuesto sanciones este jueves contra una red financiera de la Guardia Revolucionaria, el cuerpo de élite iraní, que opera en Emiratos Árabes Unidos e Irán, en lo que constituye el primer acto de represalia contra Teherán desde que Donald Trump decidiera romper el pacto nuclear con la República Islámica.
"El régimen iraní y su banco central han abusado de su acceso a entidades en los Emiratos Árabes Unidos para adquirir dólares estadounidenses para financiar las malévolas actividades de la Fuerza Quds, incluida la aportación de fondos para sus socios regionales, a través del encubrimiento del propósito para los que eran comprados", explica el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
Las medidas afectan a nueve entidades e individuos iraníes, cuyos activos bajos jurisdicción estadounidense quedan congelados, al tiempo que se les prohíbe cualquier transacción financiera con entidades de Estados Unidos.
En este sentido, Mnuchin remarca el compromiso del Tesoro "de cortar los flujos de ingresos de la Guardia Revolucionaria de Irán sean las que sean su fuente y su destino" y afirma que la decisión de este jueves "se dirige contra individuos y empresas implicados una red de cambio de divisas de gran escala que ha generado y transferido millones de dólares" para el grupo.
Castigar a la economía iraní
En cualquier caso, estas medidas son solo un primer paso hacia el endurecimiento de las sanciones económicas prometidas por el presidente de Estados Unidos esta misma semana, cuando anunció la salida unilateral de su país del pacto nuclear: "Volveremos a imponer el nivel más alto de sanciones económicas", prometió Donald Trump.
El mandatario incluso deslizó una advertencia para el resto de firmantes del acuerdo (Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China, además de Irán), a los que avisó de que "todo país que ayude a Irán en su búsqueda de armas nucleares podría también ser fuertemente sancionado por Estados Unidos".
La beligerancia de Washington compromete, de este modo, las inversiones realizadas por compañías como la energética francesa Total, que ha puesto en marcha un proyecto de 4.800 millones de euros para la extracción de gas al calor del levantamiento de sanciones económicas que propició el acuerdo nuclear desde 2015.
La Casa Blanca ha dejado claro que las sanciones económicas son inmediatas para nuevos contratos, aunque para otros proyectos se dará entre 90 y 180 días de margen para que las empresas salgan de Irán, si bien fuentes del Gobierno de Trump han abierto la puerta a negociar exenciones con Europa y otros países.