Todos pendientes del 'dedo' de Puigdemont y del nombre del 'plan D'
- Puigdemont dará a conocer desde Berlín el nombre del candidato definitivo
- Será este viernes tras la reunión convocada con el PDeCAT
- Se baraja iniciar el pleno de investidura el sábado, domingo o lunes
- JxCat y ERC no quieren apurar los plazos para asegurarse los votos delegados
- El voto a distancia de Puigdemont y Comín abre una guerra entre Cs y PP
"El president debe ser Puigdemont o Puigdemont". Junts per Catalunya repitió ese mantra mañana, tarde y noche durante la campaña electoral del 21-D en Cataluña y finalmente será quien diga Puigdemont, pero no Puigdemont. Es cuestión de horas que el expresident, huido de la justicia española y puesto a disposición de la alemana, señale a quien será el 131º presidente de la Generalitat de Cataluña.
Dará el nombre del elegido desde Berlín este viernes tras una reunión con el PDeCAT y se celebrará una investidura que pondrá fin a un periodo de inestabilidad sin precedentes en la comunidad, donde se cumplen más de seis meses desde la aplicación, por primera vez en la historia, del artículo 155, y casi cinco de la celebración de unas elecciones que dieron una mayoría parlamentaria a las fuerzas independentistas.
Por fin llega el 'plan D' que JxCat ha querido retrasar desde los comicios, en su claro pulso al Estado, y por el que siempre ha abogado ERC, a pesar de su apoyo a la "legitimidad" de Puigdemont como president de Cataluña. Los republicanos han mantenido durante meses un difícil equilibrio entre la defensa del anterior Govern y el apoyo con más o menos entusiasmo a los candidatos imposibles planteados por JxCat, y la idea de defensa de un "president efectivo".
Ambas fuerzas perfilan las carteras del futuro Govern, que no estará cerrado del todo hasta conocer quién será finalmente el número uno del Govern. Hace tiempo ya cerraron que se repartirán las consellerías al 50%.
Tras el propio Puigdemont y los otros dos candidatos propuestos- Jordi Sànchez y Jordi Turull- el primero incluso en dos ocasiones, llegará el turno de un presidenciable sin cargas judiciales que podrá tomar las riendas de una Generalitat intervenida.
La investidura a distancia de Puigdemont ha sido tumbada por el Tribunal Constitucional no una, sino dos veces, mientras que la de Sànchez no fue posible porque el Tribunal Supremo no le dejó salir de prisión para ser investido al limitar sus derechos políticos. Turull llegó a someterse a una primera votación fallida, pero entre la primera y la segunda sesión, el juez Pablo Llarena lo envío a prisión preventiva, procesado por rebelión en la causa del 'procés' hacia la independencia.
Puigdemont podría dar a conocer su cuarto y último plan para Cataluña con el mismo formato empleado el pasado 1 de marzo, cuando apareció en un vídeo publicado en las redes sociales y anunció que renunciaba provisionalmente a la investidura para dar paso a Sànchez.
Fuentes parlamentarias han informado a TVE que una vez que Puigdemont se lo comunique al PDeCAT y al grupo parlamentario de Junts per Catalunya, se lo comunicará al presidente del Parlament, Roger Torrent, que iniciará una rápida ronda de contactos- la última la hizo por teléfono- y se pondrá fecha al día D.
Fecha sin cerrar, ¿sábado, domingo o lunes?
Estas mismas fuentes plantean tres fechas posibles para la sesión de investidura con una primera votación que se celebraría el sábado, el domingo o el lunes, y una segunda sesión, que sería 48 horas después, esto es, lunes, martes o miércoles, respectivamente.
En las quinielas, los nombres que no han parado de sonar en los últimos meses y semanas: Elsa Artadi, Josep Costa, Eduard Pujol, Marc Solsona, Marta Madrenas, Antoni Morral, Quim Torra, Albert Batet o Ferran Mascarell, entre otros.
Las dos personas que previsiblemente tendrán más peso en el Govern por detrás del president son Elsa Artadi (JxCat), que podría ser consellera de Presidencia, y Pere Aragonès, el hombre fuerte de ERC como vicepresidente y conseller de Economía, según fuentes soberanistas consultadas por Efe, que también citan como posibles consellers al expresidente de la Asociación Catalana de Municipios y exalcalde de Premià de Mar (Barcelona), Miquel Buch (Interior) y el alcalde de Mollerusa (Lleida), Marc Solsona (Gobernación).
Lo único seguro es que no se llegará al límite del 22 de mayo, fecha marcada en el calendario como última para elegir presidente de Cataluña antes de ir a la repetición de elecciones, ante el riesgo de que un nuevo giro complique las sumas, más que igualadas, en el Parlament, con un empate casi técnico.
El voto de Comín, en el punto de mira ante la decisión que tome la justicia belga
El nuevo presidente aupado por Puigdemont será elegido, previsiblemente y salvo sorpresas, nunca descartables en la política catalana, en segunda votación y por mayoría simple, gracias a los votos de JxCat y ERC. La CUP mantendrá su abstención y es el único que finalmente ha mantenido la máxima "o Puigdemont y proyecto republicano o nada".
Así, ganarán los 66 votos independentistas a los 65 no independentistas de Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú y PPC.
De los 66 de corte secesionista, 60 serán presenciales y seis vendrán desde las prisiones de Soto del Real y Estremera, en Madrid, pero también desde Alemania y Bélgica (el Parlament permite el voto a distancia del propio Puigdemont, el exvicepresidente Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Toni Comin).
El voto de los encarcelados no supone riesgo alguno pero el de Comín podría dar un giro final inesperado si no se adelantan los acontecimientos. El exconseller republicano está citado el próximo miércoles 16 en el juzgado belga que decidirá sobre su extradición en una nueva fase del proceso y su voto a distancia, en función de las decisiones judiciales, podría estar en peligro, por lo que JxCat y ERC abogan por resolver la investidura antes de mitad de la proóxima semana.
Sin el voto de Comín, no hay president independentista y el abismo de las nuevas elecciones acecha.
La guerra entre PP y Cs a cuenta del voto delegado de Puigdemont y Comín
Precisamente esos votos a distancia del expresident y el exconseller han hecho que Ciudadanos amenace al Gobierno con romper su pacto en lo referente a Cataluña. Los 'naranjas' dicen no entender por qué el Gobierno no ha recurrido esos votos delegados y el Ejecutivo aduce razonamientos jurídicos para permitir que los 'huidos' voten.
Si bien el TC ha admitido el recurso de amparo presentado por Cs contra la delegación de voto, no ha aceptado en cambio la petición de adoptar medidas cautelarísimas, como su suspensión, por lo que sigue en vigor en ambos casos y tanto Puigdemont como Comín podrán posicionarse a través de otros diputados presentes en la trascendental sesión de investidura.
Si hubiese sido el Gobierno el impulsor del recurso, los votos quedarían de forma automática suspendidos y ya solo seria posible una mayoría independentista con la renuncia al escaño de Puigdemont y Comín para que corriese lista.
Ciudadanos ha ido este jueves más allá para apostar, incluso, por mantener la aplicación del artículo 155 hasta que el nuevo Govern se comprometa a respetar la Constitución y ha lanzado una dura crítica al Gobierno de Mariano Rajoy porque considera que ha pactado con PNV y ERC "cómo salir del lío" en Cataluña.
Las próximas horas y días serán decisivas en el Parlament. Ahora sí, se juegan los últimos minutos de un partido que ha tenido momentos álgidos e históricos con la declaración unilateral de independencia y la aplicación del precepto constitucional, el pasado 27 de octubre; la celebración de elecciones autonómicas, el 21 de diciembre; los encarcelamientos y procesamientos por rebelión y malversación, el 23 de marzo; y la detención de Puigdemont en Alemania, el 25 de marzo.
La última fecha clave la dará a conocer en breve el presidente del Parlament, Roger Torrent, y se celebrará, tras varios intentos, un pleno que ya no será simbólico.