Los antibióticos orales pueden aumentar el riesgo de cálculos en el riñón
- Lo señala un estudio publicado en el Journal of the Amercian Society of Nephrology
- Sus autores sugieren que se limite la prescripción especialmente a los niños
- La prevalencia de cálculos renales ha aumentado un 70% en los últimos 30 años
Científicos estadounidenses constatan que niños y adultos tratados con antibióticos orales tienen "un riesgo significativamente" más alto de desarrollar cálculos renales, por lo que sugieren cambiar los patrones de prescripción de estos fármacos para reducir la "epidemia" de esta afección, en concreto en niños.
Los resultados de esta investigación se publican en Journal of the Amercian Society of Nephrology, en un artículo en el que sus autores detallan que los mayores riesgos aparecen en edades tempranas y en pacientes expuestos a antibióticos más recientemente.
Gregory E. Tasian, líder del estudio y médico en el Hospital Infantil de Filadelfia (EEUU), señala que la prevalencia general de cálculos renales ha aumentado un 70% en los últimos 30 años, con un incremento "particularmente pronunciado" en adolescentes y mujeres jóvenes; las piedras en los riñones anteriormente eran poco comunes -asegura- en los niños.
No obstante, se desconocen las razones del aumento, pero los hallazgos sugieren que los antibióticos orales juegan un rol, especialmente cuando a los niños se les recetan antibióticos con "tasas más altas que a los adultos", añade por su parte Michelle Denburg, autora también del estudio y del hospital de Filadelfia.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores analizaron historiales clínicos electrónicos del Reino Unido y analizaron la exposición previa a antibióticos de casi 26.000 pacientes con cálculos renales en comparación con casi 260.000 sujetos de control -sin cálculos-.
El equipo de Tasian encontró que cinco clases de antibióticos orales estaban asociados con un diagnóstico de cálculos renales: sulfamida orales, cefalosporinas, fluoroquinolonas, nitrofurantoína y penicilinas de amplio espectro.
La sulfamida, el peor de ellos
Los pacientes que recibieron medicamentos con sulfamida tuvieron más del doble de probabilidades que los que no estuvieron expuestos a antibióticos de tener cálculos renales; en el caso de las penicilinas de amplio espectro, el incremento del riesgo fue un 27 % más alto.
Los mayores riesgos fueron en niños y adolescentes; este disminuyó con el tiempo, pero permaneció elevado varios años después del uso de antibióticos.
La revista recuerda en un resumen que la comunidad científica ya conoce que los antibióticos alteran la composición del microbioma humano, la comunidad de microorganismos en el cuerpo.
Precisamente, las alteraciones en el microbioma intestinal y urinario se han relacionado con la aparición de cálculos renales, pero ningún estudio previo había revelado una asociación entre el uso de antibióticos y estos cálculos, apuntan los investigadores.
En estudios previos se había probado que cerca del 30 % de los antibióticos recetados son inapropiados y que los niños reciben más antibióticos que cualquier otro grupo de edad, por lo que "los nuevos hallazgos refuerzan la necesidad de que los médicos sean cuidadosos al recetar antibióticos correctos", según Tasian.
"Nuestros hallazgos sugieren que las prácticas de prescripción de antibióticos representan un factor de riesgo modificable y que un cambio en los patrones de prescripción podría reducir la epidemia actual de cálculos renales en los niños".