Estudiantes de la Universidad más antigua de Nicaragua rechazan el diálogo
- "Tienen que responder a las exigencias", reclaman para respaldar el diálogo
- Los universitarios han pedido el cese de la represión y la persecución
- Militares retirados piden la salida de Ortega del poder en Nicaragua
Los estudiantes atrincherados en el centro de estudios nicaragüense más antiguo, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), han rechazado estar de acuerdo con el diálogo nacional para buscar una solución a la crisis que vive el país desde hace casi un mes.
En un pronunciamiento realizado este miércoles, más de una decena de universitarios, ocultos bajo máscaras por su seguridad, han afirmado que "no están de acuerdo" con respaldar esa mesa y han agregado que no pueden retomar el inicio de las actividades académicas "porque la coyuntura nacional no lo permite".
"No se garantiza la seguridad de los estudiantes, considerando las múltiples ocasiones de las que hemos sido víctimas, de ataques ocasionados por las fuerzas armadas de la Policía Nacional y grupos paramilitares, y de igual manera por miembros partidarios de la juventud sandinista", han agregado.
Una joven, tapada con un pañuelo negro y encargada de leer un comunicado sin opción de hacer preguntas por parte de los medios, ha dicho que para poder respaldar el diálogo nacional y poder retomar las clases las autoridades universitarias "tienen que responder a las exigencias".
Los estudiantes, que se atrincheraron en la Universidad desde el pasado 7 de mayo, se han mostrado "preocupados" por la situación actual de Nicaragua y han agradecido el "respaldo" de la población, que de forma "solidaria" les apoya a pesar de los "riesgos que corren por apoyar la causa justa".
Entre los compromisos de su lucha, han explicado, está "seguir demandando el esclarecimiento" de los más de 58 asesinatos que se han producido en el país desde hace 30 días, cuando estalló la crisis, y han pedido el cese de la represión y la persecución.
"Convencidos que recuperar la democracia participativa y el Estado de Derecho es vital para el desarrollo de Nicaragua, mantenemos firmemente nuestra postura", han concluido los estudiantes de este centro de estudios, que cuenta con más de 37.000 alumnos.
Militares retirados piden la salida de Ortega del poder en Nicaragua
Oficiales retirados del extinto Ejército Popular Sandinista (EPS) y antiguos combatientes que lucharon en la guerra interna de los años 80 han demandado este miércoles la salida del poder del presidente Daniel Ortega y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Durante un acto celebrado en la simbólica plaza pública del barrio indígena de Monimbó, municipio de Masaya, a 23 kilómetros al sureste de Managua, ese grupo de militares retirados también ha expresado su apoyo a los estudiantes que protestan contra el Gobierno.
"A los estudiantes le hacemos un llamado a no caer en el juego de formar mesas sectoriales. El principal tema (en el diálogo nacional) es exigir la salida del dictador y su mujer", según un comunicado leído por el coronel retirado Carlos Brenes Sánchez.
En el documento consideran que es el momento de aportar su experiencia y "organizar el desenlace final, si la dictadura", como califican al Gobierno de Ortega, "no abandona el poder por las buenas".
"Es el momento de la creatividad, sin desgaste innecesario de recursos humanos y materiales, sobre todo proteger a la población", ha indicado Brenes.
Abolir la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz
El grupo también ha exigido la abolición de la denominada Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, creada el 29 de abril pasado por aprobación de la mayoría sandinista y sus aliados de la Asamblea Nacional (parlamento) de Nicaragua, y que, según los militares retirados, está integrada en su mayoría por personas que simpatizan con Ortega.
En referencia al diálogo, los excombatientes esperan que ese proceso no sea utilizado por el presidente Ortega para "ahogar las exigencias del pueblo que pide un cambio de sistema".
Nicaragua cumple 30 días de una crisis que ha dejado entre 58 y 65 muertos, según cifras de organizaciones humanitarias.
La crisis incluye multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Ortega, que comenzaron con protestas en contra de unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos represivos.
Nicaragua espera que el diálogo nacional, que se retomará el próximo viernes, ponga fin a esa crisis.