Torra promete el cargo de president de la Generalitat sin aludir a la Constitución ni al rey
- Ningún miembro del Gobierno ha estado presente en la toma de posesión
- Asume el cargo de jefe del Ejecutivo tras tras 202 días sin Govern en Cataluña
- Ha sido un acto breve, en el Saló Verge y no el de Sant Jordi, como es habitual
- Torra pospone al lunes su visita a los presos soberanistas
Quim Torra ha prometido su cargo como 131º presidente catalán "con fidelidad al pueblo de Cataluña", desde el Saló Verge de Montserrat del Palau de la Generalitat, en un acto atípico, desprovisto de la liturgia habitual, sin representantes del Gobierno y sin menciones a la Constitución ni al rey.
El acto, de apenas tres minutos y que según había recalcado la Generalitat en un comunicado se enmarcaba "en la estricta legalidad catalana", se ha iniciado con la lectura del decreto de nombramiento a cargo del secretario del Govern, Víctor Cullell, y a continuación Torra, que lucía un lazo amarillo en la solapa, ha prometido el cargo sin mencionar ni la Constitución ni al monarca.
En presencia del presidente del Parlament, Roger Torrent, y de varios de sus familiares, Torra ha usado la misma fórmula que uso el expresident Carles Puigdemont en 2016 para prometer el cargo: "Prometo cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat, con fidelidad al pueblo de Cataluña, representado por el Parlamento de Cataluña". Lo ha hecho ante una escenografía sobria y con la 'senyera' como única bandera de fondo.
En aquel caso la pregunta la leyó la entonces presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y Puigdemont respondió afirmativamente, algo que no ha sucedido este jueves, porque el enunciado lo ha pronunciado solo el nuevo president.
Tras pronunciar esas palabras, ha saludado a Torrent y a Cullell, sin que nadie le haya impuesto el tradicional medallón que distingue a los presidentes de la Generalitat en la toma de posesión. El medallón ha quedado encima de la mesa que presidía el salón, en un gesto simbólico de Torra para subrayar la excepcionalidad del momento, ya que sigue considerando que el "president legítimo" es Puigdemont, cesado por aplicación del artículo 155 de la Constitución y ahora en Berlín, pendiente de si es extraditado o no.
En el Saló Verge de Montserrat, de dimensiones más reducidas que el Salón de Sant Jordi donde anteriormente se habían celebrado las tomas de posesión, no había representantes del Gobierno ni apenas invitados.
Sin presencia del Gobierno
El Gobierno no ha asistido al considerar que desde la Generalitat se le ha intentado "imponer el nivel de la delegación gubernamental, cosa que no ha aceptado", según fuentes del Ejecutivo.
Asimismo, el Gobierno considera que "el modelo de acto organizado por la Generalitat degrada la propia dignidad de la institución". Según explica la Generalitat en un comunicado, el acto se ha enmarcado "en la estricta legalidad catalana".
Así, solo estaban en el salón Torrent, Cullell, varios mossos d'esquadra con uniforme de gala y familiares del nuevo presidente catalán, a los que Torra ha abrazado nada más tomar posesión: su mujer, sus hijos, su madre y sus hermanos.
La toma de posesión ha tenido lugar 202 días después de la destitución del Govern de Carles Puigdemont y solo ha sido cubierta informativamente por TV3, que ha retransmitido en directo el acto, y por las agencias de noticias EFE, ACN y Europa Press, que posteriormente han facilitado las imágenes y el audio al resto de medios.
Dice a los empleados del Palau que quiere construir país "libre y republicano"
Tras tomar posesión del cargo, el nuevo presidente catalán ha abogado por "construir un país nuevo", "libre y republicano", en un acto de apoyo de medio centenar de trabajadores del Palau de la Generalitat, que le han hecho entrega de un gran lazo amarillo para que sea colgado del balcón de la sede del Govern.
Un grupo de medio centenar de trabajadores del Palau de la Generalitat ha salido al Pati dels Tarongers para aplaudir al nuevo president tras su toma de posesión, con el que han cantado el himno catalán, Els Segadors, y El Cant de la Senyera mientras sonaba el carrillón, un órgano formado por 49 campanas.
Posteriormente, algunos trabajadores le han regalado una gran pancarta con un lazo amarillo, símbolo de las reivindicaciones independentistas, para que el president lo cuelgue del balcón del Palau de la Generalitat, lo que podría suceder tras la toma de posesión de los consellers, lo que al parecer se va a demorar porque Torra quiere antes ir a visitar a los dirigentes que están en prisión provisional.
Así, Torra tenía previsto visitar este viernes a los exconsellers Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Raül Romeva, Jordi Turull y Josep Rull, en la prisión de Estremera; a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, en Soto del Real; y a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsellera Dolors Bassa, en Alcalá Meco.
Sin embargo, finalmente lo ha pospuesto al próximo lunes "por razones organizativas y logísticas a petición del ministerio del Interior", según fuentes de la Generalitat.
El PP estudiará el acto para ver si se ha "formalizado adecuadamente"
El grupo parlamentario del PP va a estudiar si la toma de posesión del presidente de la Generalitat se ha "formalizado adecuadamente" debido al hecho de que no ha acatado la Constitución, tal y como ha anunciado el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, quien ha señalado que también los servicios jurídicos del Estado van a investigar este asunto.
Hernando también ha abogado por que los partidos constitucionalistas acuerden establecer unas "reglas más precisas" para este tipo de actos, y en este sentido fuentes del PP han confirmado que ya hay contactos con PSOE y Cs para materializar estos cambios.
El Gobierno mantendrá las condiciones específicas que impuso a Cataluña a finales de 2015 para poder recibir partidas del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), cuando cese la aplicación del artículo 155.
Así lo han asegurado fuentes del Ejecutivo después de que Torra anunciase que una vez que tome posesión enviará una carta al presidente del Gobierno para pedirle una reunión en la que le exigirá levantar el 155 y la intervención de las finanzas.